Con la presión de los Estados Unidos sobre Gran Bretaña para detener la embarcación, el primer ministro David Cameron fue informado regularmente de la situación. Se presume que entre las medidas a tomar, se haya incluido un posible ataque militar a la nave.
Evitando una confrontación que podría haber dañado las ya tensas relaciones con Rusia, el gobierno británico optó por asegurarse de que la cobertura de seguro del MV Alaed fuese retirada.
El barco, que los funcionarios occidentales dijeron que llevaba un cargamento militar, incluyendo helicópteros de combate Hind-D Mi-25 y sistemas de defensa anti-aérea, cambió de rumbo a unas 50 millas de la costa norte de Escocia.
Ahora muestra que su próximo puerto de escala es Murmansk, según el Centro de Información Nacional Marítimo de Reino Unido.
Los propietarios del barco, la operadora rusa Femco, negaron que transportaban armas a Siria.
“Los informes acerca de acciones ilegales de los propietarios del MV Alaed son incorrectos”, indicó la operadora en un comunicado. “La embarcación actualmente está haciendo un viaje comercial regular, en plena conformidad con las normas y reglas internacionales”, concluyó.
Traducción por Ivana Cardinale para el Correo del Orinoco