Madrid, junio 17 - Nada irrita más a los griegos, en estos momentos, que un alemán opinando sobre su país: Alemania lideró un rígido programa de austeridad, baja de salarios y recortes sociales impuesto por la UE. Fue el precio que tuvo que pagar por el "rescate" de su economía, al borde de la quiebra desde hace dos años. Y en Atenas nadie se lo perdona. Incluso hubo, en más de un protesta, banderas germanas quemadas.
En este contexto, los griegos despertaron hace dos días con un editorial muy fuerte del diario Financial Times en sus ediciones en griego y en... alemán. "Queridos griegos, no voten por Syriza", sentenció.
Pero el tiro podría salirle por la culata. En Grecia nadie está conforme con las imposiciones de Berlín. Un diario en alemán aconsejando a Atenas, a muchos griegos, les suena a insulto. Por eso, las declaraciones de la canciller Angela Merkel podrían generar el mismo efecto. La líder germana pidió votar a una mayoría que respete los "compromisos". En otras palabras, llamó a sufragar por Samaras y las medidas de austeridad y ahorro. Y la respuesta no tardó en llegar.
"Lo que nos inspira Grecia es su historia y ese respeto de todos por Grecia viene de ella, de esa historia. La ciencia, la democracia, vienen de Grecia. Es difícil por todo eso, por esta gran historia, dar lecciones a Grecia", respondió tras la decisiva victoria 1-0 sobre Rusia en la Eurocopa el entrenador portugués de la selección helena, Fernando Santos.
Tras el partido, Michalis Sifakis, arquero de la selección griega, estaba fuera de sí. Liberaba la misma presión, angustia y emoción que cargan la mayoría de 11 millones de compatriotas en un país sometido a enormes exigencias y sacrificios desde hace dos años. "Nos criticaron tanto... ¡Pero lo logramos!. Queremos más respeto", arengó. Se estaba refiriendo a la selección de fútbol, pero enseguida amplió la mira y fue más allá, recordando las fundamentales elecciones parlamentarias de mañana. "El día de mañana (domingo) es un día fundamental, las elecciones. Somos un pueblo maravilloso que no se merece todo esto".
En todos los barrios atenienses se vieron esta noche fuegos artificiales surcando el cielo negro, y en los de Patissia y Kypseli se organizaron caravanas de autos tocando insistentemente la bocina. Así las cosas, el fútbol también se permite una ironía: Grecia podría ser rival en los cuartos de final de la Eurocopa de Alemania, que buscará el domingo su clasificación. ¿Será la revancha?
