12 de marzo de 2012.-Un informe del Congreso de EE. UU. indica que a pesar de las
sanciones impuestas unilateralmente sobre los bancos iraníes, el
gobierno de EE. UU. todavía permite a subsidiarias de compañías
estadounidenses hacer negocios con Teherán.
El
informe, preparado por el analista del Servicio de Investigación del
Congreso, Kenneth Katzman, indica que las subsidiarias de las compañías
estadounidenses hasta ahora han vendido equipos de refinería a Irán.
También han ayudado a Teherán a exportar amoníaco.
"La
prohibición del comercio de EE. UU. no prohibiría a las filiales de
empresas estadounidenses de tratar con Irán, siempre y cuando la filial
no tenga ninguna relación operativa con la sociedad dominante", añadió
el informe titulado "Sanciones sobre Irán".
"Para
los efectos legales y políticos, las filiales extranjeras se consideran
personas extranjeras, no personas estadounidenses, y están sujetas a
las leyes del país en las que las subsidiarias están incorporadas", dijo
el analista.
Katzman señaló que las sanciones
unilaterales e internacionales impuestas sobre Irán por la ONU, EE. UU.
y sus aliados europeos, no han sido capaces hasta el momento de detener
o incluso obstaculizar considerablemente el programa nuclear de Irán.
El
informe del Congreso indicó que Irán también ha logrado eludir las
sanciones occidentales que tienen la intención de bloquear las
exportaciones de combustible a Irán.
"Hay una
opinión general de que las sanciones de la ONU y EE. UU. hasta la fecha
no han cumplido su objetivo estratégico, de causar un cambio demostrable
en el compromiso de Irán con su programa (de energía) nuclear", indica
el informe.
Katzman además expresó que hay
serias dudas acerca de la autenticidad de las afirmaciones del
presidente Barack Obama de que las sanciones han desacelerado el
programa de energía nuclear de Irán mientras el país ha sido capaz de
enriquecer uranio al nivel del 20%.
El 31 de
diciembre 2011, Washington impuso nuevas sanciones con el objetivo de
penalizar a otros países por importar petróleo iraní o hacer negocios
con el Banco Central de Irán.
Estados Unidos,
Israel y algunos de sus aliados acusan a Irán de buscar objetivos
militares en su programa de energía nuclear, con Washington y Tel Aviv
utilizando este pretexto para amenazar a Irán con una opción militar.
Irán
rechaza tales acusaciones, argumentando que como signatario del Tratado
de No Proliferación Nuclear y miembro de la Agencia Internacional de
Energía Atómica (AIEA), tiene el derecho de utilizar tecnologóa nuclear
con fines pacíficos.
Traducción Ivana Cardinale Para El Correo Del Orinoco