Florida, agosto 23 - Los funcionarios de emergencias desde Florida a las Carolinas
seguían atentamente el desarrollo de la tormenta Irene, el primer
huracán que amenaza seriamente la costa de Estados Unidos en tres años, a
medida que cobra fuerza al pasar por las cálidas aguas tropicales.
Irene causó ya un reguero de destrucción en el Caribe y sus bandas
nubosas se acercaban a la costa norte oriental de Cuba.
Ante
la cercanía del huracán Irene, el Estado Mayor Nacional de la Defensa
Civil cubana declaró la fase informativa en las provincias orientales de
Guantánamo, Las Tunas y Holguín.
El doctor José Rubiera,
director del Instituto de Meteorología, informó el martes en la
televisión cubana que en esa zona se esperan lluvias "fuertes e
intensas" que podrían provocar inundaciones, desde el miércoles hasta la
noche del jueves.
Además alertó sobre marejadas peligrosas para la navegación y penetraciones del mar en la costa norte oriental de la isla.
En
República Dominicana, más de 1.000 personas fueron evacuadas debido a
las inundaciones provocadas por el huracán a su paso por la costa norte
del país.
Los meteorólogos sostuvieron que el
huracán podría alcanzar la categoría 4 con vientos superiores a los 210
kilómetros por hora antes de que llegue a la costa continental
estadounidense este fin de semana.
El Centro Nacional de
Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami, cree que Irene alcanzará
la categoría 3 durante el martes, dijo el vocero Dennis Feltgen.
Las
autoridades podrían comenzar a emitir avisos al finalizar el día para
ciertas zonas de la costa continental estadounidense. Ya que la tormenta
tiene una extensión enorme, la Florida podría comenzar a experimentar
sus efectos a partir del miércoles por la noche.
Los modelos
computarizados del gobierno indican que las estribaciones de la tormenta
barrerán Florida a fines de esta semana antes de dirigirse hacia las
Carolinas el fin de semana, aunque los meteorólogos advirtieron que los
pronósticos han sido formulados muchos días antes, por lo que el vórtice
podría desplazarse a centenares de kilómetros del punto de referencia.
Además, es muy posible que Georgia se vea afectada.
El último huracán que tocó tierra en Estados Unidos fue Ike, que barrió Texas en 2008.
Por
ahora, el primer huracán de la temporada de huracanes del Atlántico
tenía vientos máximos sostenidos el martes de unos 160 kph y se
encontraba a unos 113 kilómetros al sur de la isla Gran Turco. El
huracán avanzaba con rumbo oeste-noroeste a casi 19 kilómetros por hora.
"Es vital que los residentes en los estados que puedan ser
afectados esta semana se tomen con seriedad esta tormenta", dijo el
administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de
Estados Unidos, Craig Fugate.