En Colombia se come arroz de Arkansas

El rio Mississippi modeló la región del Delta en el estado de Arkansas y lo que ayer fue un emporio del algodón hoy se ha convertido en el mayor productor de arroz de los Estados Unidos. John Smith es un típico granjero norteamericano está vinculado a la Corporación Riceland Food que es el mayor molinero y comercializador de arroz del mundo. John como todos los años se dirige a la oficina del gerente de Distrito de Arkansas Oriental, Derrick Opal para informarse sobre las condiciones del negocio en la temporada del 2010, este le ratificó que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estaba presto a resolver cualquier inconveniente que se presentara con el clima o plagas inesperadas que afectaran el cultivo y que la corporación por su parte le garantizaba la compra de la cosecha a buen precio, como ocurrió en el gobierno de Clinton cuando se tomaron el mercado Haitiano, porque ahora estaban próximos a la confirmación del tratado de libre comercio con Colombia que les asegura un mercado de más de cuarenta millones de consumidores. Adicionalmente le recordó que los subsidios que reciben del gobierno norteamericano se mantienen lo que les permite vender en el extranjero incluso por debajo de sus costos de producción.

Al mismo tiempo Lázaro Salazar arrocero de toda la vida de Palermo no sabe que hacer con la obligación que contrajo con el banco Agrario, sembró en la parcela, atendió la labranza con los abonos, el riego y las desmalezadas que requiere pero días antes de la cosecha le apareció un ácaro y posteriormente una bacteria que liquidó el cultivo. Como si fuera poco el monopolio de la Molinería los Roa y Murra de manera inexplicable bajaron de un tajo diez mil pesos la carga de paddy sin que la realidad del mercado obligara a ello pues no hay producción excedente, por el contrario está escaso.

John recibe todos los años de manera gratuita acompañamiento del servicio de extensión cooperativa que le ofrece la División de Agricultura de la Universidad de Arkansas, revisa los pronósticos a mediano plazo del tiempo en su área en la página de Weather Channel, la agencia de servicio agrícola (FSA) lo mantiene informado sobre la política agraria, las tendencias del mercado, subvenciones estatales, eventos y programas y en general sobre aspectos de interés para los productores y las Board of Trade de Chicago y Kansas City lo mantienen enterado sobre las operaciones comerciales con arroz y las perspectivas del mercado a futuro.

Entre tanto mientras Lázaro mira por tv los genéricos informes diarios del clima de Max Enriques, recibe notas del banco amenazando con el cobro coactivo para pagarse con la hipoteca de la parcela, la asistencia técnica que le presta una cooperativa la cancela con la compra de los insumos los que tampoco podrá pagar pues los setenta bultos por hectárea que cosechó están lejos de los ciento veinte que acostumbra sacar y desde ya no duerme pensando en el TLC que Uribe firmó con EEUU que facilitará la llegada del arroz de Arkansas lo que inundará el mercado colombiano llevando el comercio a bajos precios para los productores, pues al consumidor nunca le llega, lo que acarrearía la salida de grandes áreas ante la imposibilidad de cubrir siquiera los costos de producción. Frente a semejante desventaja no debe extrañar a los Bogotanos ver a los agricultores de la comida en Colombia por las calles de la ciudad, lejos de las parcelas, el próximo 4 de Agosto reclamando del gobierno, el que se va o el que llega que al fin y al cabo es el mismo, una política de defensa de la producción nacional que es sinónimo de seguridad alimentaria para los Colombianos.



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