Entrevista con Noël Saez, ex cónsul de Francia en Colombia

Ex cónsul de Francia en Colombia: "Los guardianes de Ingrid Betancourt fueron comprados"

Ingrid Betancourt abrazando al comandante general del Ejército, Mario Montoya

Ingrid Betancourt abrazando al comandante general del Ejército, Mario Montoya

Credito: Archivo

20 de marzo 2009. - El ex enviado francés ante las FARC y el gobierno colombiano niega la versión de Bogotá sobre la liberación de la ex prisionera. Y desmiente que Francia haya pagado cualquier rescate al grupo terrorista.

Ex cónsul de Francia en Bogotá, Nöel Saez recibió de Dominique Villepin, en 2003, el encargo de negociar un «acuerdo humanitario» con el fin de liberar a los rehenes. Entre ellos Ingrid Betancourt. Menos de un año después de la liberación de esta última, Saez publica L’emissaire*, que tiene como objetivo restablecer la verdad con respecto a las negociaciones y, además, sobre la «Operación Jaque», que permitió la liberación de la ex rehén franco-colombiana el 2 de julio de 2008. Ese día, un helicóptero camuflado con los símbolos de una organización humanitaria aterrizó en la selva. Los guardianes, convencidos de que los mediadores internacionales próximos a la guerrilla iban ha realizar una transferencia de rehenes, fueron burlados. Se liberaron 15 rehenes.

¿Qué es lo que todavía ignora el público en general de esa operación del ejército colombiano?

El público en general ignora cómo se llevó a cabo. En Colombia, la población está incluso convencida de que fue el resultado de un excelente trabajo del ejército. Quiero demostrar lo contrario. Los guardianes de Ingrid Betancourt fueron comprados, ellos nunca habrían liberado a sus prisioneros. Pero lo que considero importante es que se liberó a los rehenes. Por otra parte, nadie resultó herido. Eso también me hace pensar que todo estaba preparado de antemano. El helicóptero se posó y no hubo ningún disparo, es demasiado bonito para ser verdad.

¿Tiene pruebas de lo que dice?

En febrero de 2008, el presidente colombiano Álvaro Uribe nos informó, a Bernard Kouchner y a mí, de que había detenido a la esposa de César, el guardián de Betancourt. Ella había tenido importantes responsabilidades dentro de la guerrilla. Así, se podría «dar la vuelta» a César en aquel momento. Después, a finales de abril-principios de mayo, un abogado colombiano recibió a un enviado de César. Este último se comprometía a liberar a los rehenes con la condición de que no lo extraditasen. Finalmente, el presidente colombiano hizo una declaración en la que afirmaba que había sido contactado por un comandante, guardián de los rehenes, que estaba dispuesto a liberarlos si no lo extraditaban. Uribe precisó que había dado su acuerdo. Esa operación se presentó como un auténtico film de Hollywood. Cuando se conoce a las FARC, es impensable que ocurriera de esa forma.

La víspera de la liberación de Ingrid Betancourt, Bogotá anunció que usted iba a entrevistarse con Alfonso Cano, que acababa de asumir la dirección de las FARC, ¿ese anuncio estaba dirigido a desviar la atención de las FARC?

Ese anuncio estaba destinado dar credibilidad a «operación Jaque» a los ojos de las FARC. Bogotá nos utilizó. Sin embargo, ése también es el papel de mediador.

En un libro aparecido a finales de 2008, el periodista Jacques Thomet** consideraba que Francia no había desempeñado «ningún papel» en esa liberación, sino que, al contrario, su acción había «estorbado» a Bogotá. ¿Qué opina?

Thomet escribe lo que quiere. Él no estaba en el terreno, yo sí. Obviamente, no estoy de acuerdo con eso. Nunca hicimos nada a espaldas del gobierno colombiano. Todas las diligencias que hicimos fueron a petición del presidente colombiano. Después de volver a Francia, Jacques Thomet no ha intentado ponerse en contacto conmigo, eso no le interesa.

Citando los archivos hallados tras el bombardeo del campamento de Raúl Reyes, Thomet considera que usted entregó, en nombre de Francia, un rescate para conseguir la liberación de Betancourt. Dinero que finalmente habría ido a parar a las manos de otra organización y no a las FARC. ¿Es así?

En primer lugar, Thomet repite una información de una cadena de radio y televisión próxima al poder. Esa cadena hablaba de un rescate enviado en 2003. En esa fecha yo no estaba en la operación. Por otra parte, yo no he entregado jamás un céntimo a nadie. Aunque un mensaje de Reyes hablaba de ese rescate, es falso. Finalmente, durante mi primera entrevista con las FARC, me hicieron comprender que Betancourt formaba parte de los rehenes únicamente «canjeables» en el marco de un acuerdo humanitario.

¿Sigue pensando que la estrategia de negociar con las FARC es la adecuada?

Sí. Las FARC existen desde hace 45 años y están profundamente enraizadas en la selva colombiana. Para acabar con ellas, es necesario sentarse en torno a una mesa y comprometerse en un proceso de paz. Para eso, las FARC deberán poner fin a los secuestros.

Tras las críticas emitidas hacia ella por sus tres ex compañeros estadounidenses, usted, por su parte, ha reprochado a Ingrid Betancourt una falta de agradecimiento hacia usted ¿Por qué?

 Nosotros trabajamos más de seis años en este asunto, efectuamos más de veinte misiones en la selva. Nunca perdimos el contacto con los rehenes y el resultado fue positivo. Tras la liberación, no recibí ninguna noticia. Hablé con sus familiares y les manifesté mi disgusto. Lo menos que podía hacer era reunirse con nosotros para saber qué ocurrió durante esos seis años largos, pero eso no le interesaba. Me envió una carta y después me entrevisté con ella en México, en diciembre. Le dije que por mi parte el incidente estaba cerrado. Ella reconoció su error.

¿Ingrid Betancourt se habría beneficiado de tantos esfuerzos por parte de Francia para su liberación si no hubiera estado próxima a Dominique Villepin?

 El trabajo de cónsul que yo desempeñaba en la época consistía en interesarse por la situación de los franceses en dificultades. Si Villepin no hubiera estado allí, habríamos hecho lo mismo. El ejemplo reciente de Florence Cassez demuestra que Francia se interesa por la situación de todos sus ciudadanos en dificultades.

Durante el secuestro de Betancourt, ¿Francia tenía previsto sacar a las FARC de la lista de las organizaciones terroristas de la UE y permitirles establecer una representación diplomática?

 Por supuesto. La condición era que las FARC liberasen a todos los rehenes (y dejasen de poner bombas, naturalmente). Esa retirada de la lista que Francia habría solicitado a la Unión Europea era temporal, a la espera de un proceso de paz. Esa oferta sigue sobre la mesa. Para eso es necesario que las FARC pongan fin a los secuestros y dejen de ser terroristas.

Según un periódico colombiano, la Corte Penal Internacional ha obtenido el contenido de los ordenadores de Reyes y ciertas personalidades extranjeras podrían tener que testificar ¿Usted lo aceptaría?

 Por supuesto. No tengo nada que ocultar.

* L’emissaire, Robert Laffont, 246 p., 19€ (Con la colaboración de Claude Mendibil)


** El periodista Jacques Thomet ha publicado en su blog un derecho de réplica a raíz de esta entrevista a Nöel Saez.


Texto original en francés: http://www.lefigaro.fr/international/2009/03/09/01003-20090309ARTFIG00478-noel-saez-les-geoliers-de-betancourt-ont-ete-achetes-.php


Artículo relacionado: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=82098&titular=“los-centinelas-de-ingrid-fueron-comprados”-


*Traducido para Rebelión por Caty R.


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