Crawford, Texas, EEUU, 29 Dic. ABN.- El presidente norteamericano George W. Bush, desde su rancho de Crawford, Texas, instó al grupo Hamas, electo como gobernante en la franja de Gaza, a detener el lanzamiento de cohetes a Israel y acordar “un cese al fuego duradero”.
“Para detener la violencia, Hamas dejar de disparar misiles a Israel y acordar respetar un cese al fuego sostenible y duradero”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Gordon Johndroe.
Alrededor del mundo se han mostrado diversas manifestaciones de apoyo al pueblo palestino, rechazando la cruenta ofensiva israelí que este lunes cumple 3 días y ha causado más de 300 muertos y más de 1.500 heridos.
Está demostrado el apoyo militar que recibe Israel por parte de Estados Unidos y en base a esto la comunidad internacional condena a Estados Unidos como culpable de la matanza de inocentes en Gaza.
Mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones que están en el terreno afirman que Israel se excedió en sus acciones y los gobiernos de todos los países del mundo emiten comunicados rechazando las acciones de Israel, Estados Unidos se dedica a condenar a Hamas como culpable de la violencia.
Johndroe además afirmó que Israel no tiene intenciones de ocupar Gaza, sin embargo, tal aseveración contradice las pasadas declaraciones del titular del Ministerio de Defensa de Israel, Ehud Barak, quien informó que unos 6 mil 500 reservistas israelíes se preparan para una eventual incursión militar terrestre en Gaza.
“Si hacen falta botas sobre el terreno, las habrá, pues el objetivo de esta operación es cambiar completamente las reglas del juego”, dijo Ehud Barak.
Organizaciones no gubernamentales y distintos analistas han denunciado que el territorio palestino revive su peor pesadilla cuando en 1967 las tropas israelíes ocuparon la franja y dejaron a la población civil dentro del desastre humanitario, Estados Unidos asegura que Israel trabaja por la paz de ambos pueblos.
En la franja de Gaza, de apenas 151 kilómetros cuadrados, se hacinan más de un millón y medio de habitantes, donde además se ha destruído prácticamente toda la infraestructura y la población es víctima de un bloqueo por mar y tierra que se prolonga desde el año 2000.
