La artillería ideológica, la Revolución Cultural y la Revolución Indioamericana

América Latina, luego de la toma del poder en los comicios electorales en Venezuela en el año de 1.999, de Coronel Hugo Chávez Frías, quien hubiera encabezado años antes un intento de derrocar el gobierno de Carlos Andrés Pérez, que instaurara las medidas neoliberales pedidas por la banca mundial y que desatara un gran malestar social que lanzó a la calle, de forma casi espontánea al pueblo en aquellos sucesos del Caracazo, es hoy otro continente. 

La toma del poder político del comandante Hugo Chávez y su radicalización hacia el socialismo en su segundo período de gobierno se sucedieron con un una proliferación de gobiernos de izquierda que se fueron gestando uno a uno para hoy ser algo parecido a las luces de un pino de navidad, toda una mayoritaria cantidad de pueblos y gobiernos ostentan el poder político y comienzan los cambios en el poder económico en un proceso revolucionario que aun no ha sido bautizado con algún nombre específico y que yo llamo la Revolución de los Indios. 

La América Latina, más la Caribeña han dado una nueva lectura a nivel mundial sobre nuestro Sur. La integración de nuestro continente, de nuestra raza, aquel mensaje pregonado por Bolívar en sus campañas de independencia a cohesionado al continente. Se comienzan a fortalecer nuevos instrumentos internacionales de cooperación, la mayoría de los países ha superado las deudas que parecía impagables a al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional y hoy día se vislumbra el nacimiento de un Continente capaz de terminar esta unificación, logrando su independencia alimentaria, energética y económica de mantenerse esta infracturable unión. 

Nada de esto fue profetizado, predecido o anticipado por nada ni nadie. La voz del descontento, la voz de los pueblos habló contundentemente en cada proceso comicial y como por sortilegio, en cada país apareció un líder, así tenemos un militar, un cura, un obrero, un indio, una mujer y más líderes generados del sueño de los pueblos al mando de nuestramérica. 

La unión cultural se ha dado en cierto nivel, Telesur nos ha permitido conocernos, los enfrentamientos que han dado los indígenas de Bolivia, Ecuador y Colombia visibizan alas fuerzas ancestrales. 

Hoy en Venezuela comienzan roces y molestias en la intelectualidad, se confunden quienes están a favor y los que están en contra en estas escaramuzas, puede ser conciente o inconciente, hay muchos que creen que están con el proceso y lo que destilan son posiciones que a la larga los definirán como enemigos y hay una intelectualidad emergente que clama espacio, la intelectualidad popular o proletaria comienza a expresarse, quizá no con los vocablos y oraciones tan edulcoradas y construidas tan gramaticalmente encantadoras, pero con la fuerza de una gran verdad. 

No se si será posible hacer una analogía con la Revolución Cultural que se dio en la Revolución China en aquella década en que se taparon todas las obras de la cultura burguesa y se fomentó la creación y solidificación de la nueva cultura popular y proletaria. La de Mao tuvo peculiaridades históricas que  no podrán homologarse con nuestra situación, pero el comienzo de la cultura indo americana deberá tener un comienzo. 
 

La música aborigen y autóctona de cada país es capaz de movernos las entrañas a quienes la conocemos, es hora de continentalizarla, las viejas canciones de la nueva trova cubana, los Quilapayún del Chile de Allende, los tambores, las quenas, las sompallas, los palo de lluvia, deberían ser el fondo musical del encuentro indoamericano, un gran festival en todo nuestro continente, que genere la invisibilación de la cultura impuesta en tantos años de dominio y la visibilización de nuestra cultura aborigen y de protesta, que nos de la posibilidad de encuentros en donde se publiquen las letras de las jóvenes generaciones, de los indígenas, donde se cuestione todo y se regresen los espíritus de los santos lugares de la mamapacha.Donde las manos de las jóvenes generaciones se expresen con la tinta, los pinceles, el teatro, la escultura, los performance, la danza y pare usted de contar. 

Creo que todo este alboroto que nace en Caracas, tendrá eco en el resto del Continente Latinoamericano. Será una forma de enfrentar a lo que grita y lucha por el avance revolucionario y lo que sólo aprovecha la algarabía para dañar la conducción del proceso. 
 

La Revolución debe ser permanente y dentro y fuera del hombre. 
 

brachoraul@gmail.com  

 
 


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Raúl Bracho


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