Siendo Latinoamérica la región que adelanta las respuestas políticas de resistencia e insurgencia en el nuevo paradigma emergente frente al paradigma neoliberal desde hace más de una década, también ante la crisis del sistema financiero trasnacional ha levantado su voz y propone las medidas que contribuirán a proteger a sus economías de las consecuencias de la crisis, y permitirán la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que redefina los mecanismos de articulación, no solo en lo financiero, sino en todas las relaciones económicas que se producen entre las naciones.
La respuesta del sur
frente a la crisis global se produjo en la CONFERENCIA INTERNACIONAL
DE ECONOMÍA POLÍTICA: RESPUESTAS DEL SUR A LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL,
celebrada en la ciudad de Caracas entre el 8 y el 11 de los corrientes,
resultando sus deliberaciones en una declaración final que establece:
- Custodia de los sistemas bancarios por parte de los Estados bajo la forma de control, intervención, o nacionalización sin indemnización siguiendo el principio de no estatizar las deudas privadas
- Cerrar las ramas off shore del sistema bancario de cada país para evitar la fuga de capitales
- Alentar la promoción popular no lucrativa
- En caso de intervención, los Estados deben recuperar el costo del salvataje con el patrimonio de los bancos y el derecho de repetición sobre el patrimonio de los accionistas y los administradores
- Impulsar un acuerdo monetario latinoamericano para la creación de un sistema de compensación de pagos basado en una canasta de monedas latinoamericanas que permitirían separarse de la lógica de crisis del dólar.
- Mayor articulación entre bancos centrales
- Poner en funcionamiento en forma inmediata el Banco del Sur
- Ratificar o establecer el control de cambios
- Evaluar la suspensión del pago de la deuda pública.
- Constituir un Fondo Regional de Emergencia Social para asegurar la soberanía alimentaria y energética
- Mantener los presupuestos públicos para el gasto social
- Establecer mecanismos anti-inflacionarios, del tipo de controles de precio
- Retirarse del CIADI, FMI y del Banco Mundial y comenzar a construir una nueva arquitectura financiera internacional
Este conjunto de propuestas pretende situar los efectos de la crisis frente a las causas que la originan y relacionarlas equitativamente. Los Estados latinoamericanos deberán rescatar la intervención pública como un mecanismo que administre las responsabilidades relativas de los sujetos económicos frente a la crisis. Serán así quienes privilegiaron la especulación y la concentración del capital, los responsables de resarcir con su patrimonio, al colectivo que sufre las consecuencias de la crisis. No más auxilio financiero a los banqueros, traducido en mayor endeudamiento público que a su vez es restricción al gasto en salud, educación, alimentación o vivienda.
Venezuela transita
el camino de esta propuesta, desde hace cinco años fortaleció los
mecanismos de resguardo, inversión y crecimiento de las reservas, instauro
el control de cambios, ha legislado para una mayor regulación del sistema
financiero, eliminó los créditos indexados, convocó la creación
del Banco del Sur y el Banco del Alba e invita a discutir, proponer
y articular la estrategia económica del Sur que viabilice la concreción
del paradigma emergente en el nuevo mundo posible.