El asesinato del llamado Comandante Raúl Reyes, representa otra patada en la mesa de parte de ese asno llamado Alvaro Uribe. Lo de asno lo expreso a sabiendas de que puedo ser demandado por algún organismo protector de los animales.
¿De donde sacó este animal de uñas que este era un momento propicio para tan desleal acto?
Y cuando digo desleal no me refiero a que las FARC sean precisamente leales como para corresponder con lealtades, no es el punto ahora. Me refiero a la lealtad para con un proceso que se viene dando desde hace meses impulsado por el señor Presidente Hugo Chávez y la Senadora Piedad Córdoba, y en el cual el mandadero solo ha aparecido a recibir indulgencias con un escapulario que le es ajeno, pues en nada ha contribuido a la liberación de las personas retenidas. El señor Uribe no tiene el más mínimo sentido de la prudencia, ni el menor ápice de conocimiento de lo que es una negociación de esta índole. Lo demostró el día de la primera liberación cuando hablo con lo que los humanos comunes usamos para defecar soltando una suerte de improperios y calificativos en referencia a las FARC que no son propios, no por que no sean merecidos, sino por el momento que significaba abrir una puerta de salida al cautiverio de las mas de cuarenta personas que quedaron aun en tan dolorosa situación.
La peor de las penas me da es con el pueblo colombiano, que ha debido salir en centenares de miles a procurar la captura de este narco-presidente y el par de "Santos" que lo acompañan para dejarlos caer después en paracaídas en pleno territorio de las FARC para que negocien en el sitio la liberación de los demás rehenes. La llave Chávez-Córdoba poco puede hacer si el mismo pueblo de Colombia no actúa, pero ya, aprovechando que las hienas están en pleno jolgorio exhibiendo el trofeo que representan los despojos mortales de Raúl Reyes.
Por que no se da cuenta el pueblo colombiano de la escasa calidad humana del gobernante que tienen, cuyas fuerzas militares en demostración de un total desprecio por sus congéneres, dejan en plena selva los cadáveres de quince personas y a un grupo de heridos. Este hecho tiene que ser motivo de honda reflexión por parte de un pueblo al que Simón Bolívar amaba tanto que nombró Gran Colombia al proyecto unificador. Si ellos no lo analizan y actúan con dignidad como lo hicieron hace 50 años ante el asesinato de Gaitán, nadie más va a poder hacerlo por ellos. Es poco creíble que la mayoría de ese pueblo hermano comulgue la misma doctrina de Uribe y sus secuaces…
El pueblo venezolano no puede mas que rezar para que este bochornoso asesinato no sea el detonante que dé al traste con el sueño de libertad que tienen tanto los retenidos como sus familiares.
Nuestro pueblo a través del señor Presidente debiese llamar a las FARC en este momento para que actúen con el aplomo y la inteligencia que le falta a Álvaro Uribe, dando así al mundo los elementos necesarios que demuestren quien tiene la razón en Colombia.
En todo caso actuar de manera mas inteligente que Uribe no es una empresa para nada difícil, dada la escasa inteligencia de este último.
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