Palabras sin censura

Carta abierta a Mr. Barack Hussein Obama

Me dirijo a usted como ciudadano de una nación, reconocida internacionalmente con el nombre de Puerto Rico; de una nación patria que por la omnipresencia de nuestros primeros ancestros reconocemos como Borínquen; el cual consideramos "nombre al pensamiento grato", en voz de nuestro primer poeta nacional que nos enraizó en la lírica de los sentimientos patrios que fluyen en nuestro espacio geográfico existencial.

Me dirijo a usted con el derecho que me asiste como hijo de esta tierra a expresarme libremente, sin censura de clase alguna, y con el propósito de dejarle saber nuestro sentir sobre el ignominioso y tiránico sistema colonial que su país impuso al nuestro desde hace ciento dieciocho años, el cual continua provocando graves daños, a tal extremo, que han creado una crisis de grandes proporciones.

Usted, como estudioso de la historia política y jurídica de los Estados Unidos, está consciente de que la invasión y ocupación realizada por su país en nuestro territorio, fue un acto ilegal, una acción contraria al derecho. En primer lugar, porque sus motivos para involucrarse en la guerra contra España estaban relacionados con sus intereses económicos en Cuba y con la insurrección que libraban nuestros hermanos cubanos. En segundo lugar, porque, si bien es cierto que como parte integral de la insurrección cubana, un sector de Puerto Rico conspiraba y planificaba una insurrección general pro independencia, lo cierto es que el pueblo de Puerto Rico, al momento de la invasión, no estaba en guerra contra España. En tercer lugar, porque al momento de que sus fuerzas armadas iniciaran la guerra en Puerto Rico, el 12 de mayo de 1898, nuestro país no era un territorio en el contexto político del colonialismo clásico; era una provincia a la cual se le había otorgado una Carta Autonómica que le reconocía unos poderes muy abarcadores. Tan amplia era la soberanía que superaba por mucho a todo lo conocido anteriormente y que nunca más la ha podido alcanzar bajo el yugo de la potencia que usted representa. Y, en estos momentos, con la imposición de una Junta de Control Fiscal, de facto, elimina los escasos poderes de administración colonial que su país nos impuso mediante trucos y triquiñuelas de la peor especie.

Que ironía! La "monarquía tiránica" de España, independientemente de las motivaciones que tenia en ese momento, otorgó una soberanía que la "democracia liberal"de Estados Unidos, "Defensora de los Derechos Humanos", se negó a reconocerla y la secuestró a perpetuidad sin importarles el valor que tenia tras un siglo de lucha, cárcel, exilio, sangre y sacrificios nuestros, Si, secuestrada por una horda de militarotes que tenían el vergonzoso reconocimiento de haber participado y dirigido las horribles matanzas contra las naciones que desde tiempos precolombinos eran dueñas de amplios territorios del actual Estados Unidos, secuestrada por unos bárbaros que lograron sus rangos y reconocimientos con ese resumé de masacres y crímenes de guerra.

Qué hicieron las fuerzas armadas? Sin entrar en los detalles de la acción militar, podemos establecer que su primera medida fue clausurar el gobierno autonómico para dar paso a una dictadura militar que se mantuvo muy visiblemente, durante las primeras décadas. Posteriormente, tras bastidores, mantuvieron su presencia interventora, con un poder que siempre compartieron con los grandes Trust y en la actualidad comparten con las multinacionales. Si alguien conoce muy bien quién gobierna tras bambalinas, es el Presidente de Estados Unidos.

Qué medidas de control impuso la dictadura militar sobre nuestro país? La lista es muy extensa. Entre las más impactantes fue la creación de la llamada Policía Insular de Puerto Rico creada por la Marina de Guerra bajo la dirección del teniente Techter que se dedicó a reprimir, con gran dosis de violencia a la clase trabajadora que se tiraba a la calle a protestar por las condiciones de trabajo. Thechter reclutó, armó y entrenó a la policía para reprimir este sector y, sobre todo a los que continuaban pronunciándose a favor de la independencia.

Es bueno recordarle que ese teniente, a partir de febrero de 1899, preparó las primeras listas de subversivos. Las fuentes de inteligencia los calificaba de peligrosos porque favorecían la independencia y el proyecto de la Confederación Antillana por el cual tanto luchó el dirigente independentista Ramón Emeterio Betances. La persecución durante esos primeros meses y años fue de de tal magnitud que los militares que ocuparon a Puerto Rico, clausuraron periódicos, arrestaron periodistas y hasta amenazaron con fusilar y enterrar en el Morro, a todo aquel que escribiera a favor de la independencia. El patriota Evaristo Izcoa Díaz, fue encarcelado y llevado ante un Consejo de Guerra por atreverse a escribir un articulo cuyo titulo formulaba una importante pregunta, Soldados o bandidos?, en el cual denunciaba los actos de bandolerismo de los soldados contra la población civil. Algunos dirigentes católicos de la organización Los Hermanos Cheos, fueron arrestados y llevados a prisión por apoyar la independencia y por criticar a las autoridades impuestas por Estados Unidos.

La primera medida militar fue la expropiación de todas las embarcaciones utilizadas para el comercio, que unida al control de las aduanas nos apartó de la posibilidad de controlar las importaciones y exportaciones. Todo este ambiente, unido al canje de la moneda tuvo una repercusión negativa para la población en general. La American Federation of Labor fue una de las voces que en Estados Unidos denunciaron el saqueo general de recursos y dinero, la explotación laboral de los Trust y la represión instaurada a partir de la invasión. Su control también estuvo presente en las llamadas elecciones de los cien días, donde se fomentó un ambiente de guerra civil entre puertorriqueños que dio paso a una gran violencia. Otro de los graves resultados de la invasión fue la imposición de unas elecciones que duraron meses y que quedaron registradas en nuestra historia como la elección de los cien días. Los militares utilizaron, nuevamente, las diferencias de los bandos para fomentar la división de la población. Las luchas a muerte que Estados Unidos fomenta y provoca entre chiitas y sunitas, y otros grupos en el medio oriente, parece que se ensayaron en el laboratorio humano del partidismo puertorriqueño después de la invasión.

Mr, Obama, en realidad no hay espacio en este momento para realizar un inventario de todo el daño provocado por su obstinada política de mantener un sistema colonial en Puerto Rico. Al escribir estas palabras, otra voz me hace recordar aquellas del Evangelio de Juan que, al referirse a Jesús dijo: "... hizo también muchas otras cosas, tantas que, si se escribiera cada una de ellas, pienso que los libros escritos no cabrían en el mundo entero." Con la gran diferencia que el evangelista se refería a las acciones buenas y yo, en este tema del colonialismo, me refiero a lo contrario.

El inventario de los daños y perjuicios lo recibirán mas pronto que tarde. Les llegará como un reclamo ante esa tiranía tan prolongada y por todos los beneficios que ustedes han obtenido de ella. No obstante, en el ínterin, antes de dejar su cargo, firme los papeles que le permitan a Oscar López Rivera estar junto a su pueblo lo más pronto posible. Su enorme sacrificio tras los barrotes del imperio, le merece un puesto de honor frente a la Gran Marcha de la Libertad que pueda celebrarse.

Finalmente, lo exhorto a que utilice unos minutos para convencerse a si mismo de que Puerto Rico es un problema internacional por ser una de las últimas colonias en el mundo. Converse con sus asesores y con los que están a cargo de los asuntos de Puerto Rico en el Consejo de Seguridad Nacional. Trate de convencerlos de que usted desea reivindicarse y borrar la indigna oferta de ofrecernos dos y medio millones de dolares para una supuesta educación relacionada con un plebiscito sobre estatus. Utilice ese dinero para que compre el espacio de todas las cadenas de radio y de televisión, y de las portadas de los periódicos para que nuestro pueblo escuche un mensaje donde usted le pide perdón a nuestro pueblo, a nombre del gobierno de Estados Unidos, por mantener un sistema colonial durante ciento dieciocho años y donde se comprometa, bajo juramento, a que los centros de poder de su país, no volverán a manipular ni engañar a nuestro pueblo, con sus tretas y mentiras acostumbradas, de supuestas soberanías, de supuestos pactos de asociación de embustes, ni que no usarán triquiñuelas para instaurar un neocolonialismo, en fin, que podamos negociar en forma honesta en un lugar donde no estén sentados los Truman, los Trías Monge, ni los Muñoz, y para que nuestra patria no se vuelva a transformar en un Sísifo, cargando otra gigantesca piedra hacia la cima de la mas alta montaña.

11 de octubre de 2016

juanmanueldelgado_5@yahoo.com



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