S.O.S. por Matusagaratí (1)

Acabo de llegar de Panamá. El escándalo sobre los Papeles está mostrando un país con altos niveles de corrupción, donde se protege a los estafadores y lavadores de dinero. En los primeros días de estallar la noticia me dio vergüenza ajena ver personajes públicos -tanto del gobierno Juan Carlos Varela como del anterior- defendiendo a los criminales Monssack y Fonseca como si de honrados empresarios se tratara, mezclando su nombre con el de Panamá. Una defensa -nunca directa ni clara- que utiliza el ya conocido "¡y tú más!" hacia otros países como Francia para tirar balones fuera y tratar de refugiarse tras un patriotismo barato, alegando que otros también tienen paraísos fiscales. Pero quizás lo que más ha dolido de los Papeles en Panamá es que ha puesto al desnudo EL SISTEMA. Son las cloacas del capitalismo. Cloacas offshore que son parte intrínseca del propio sistema. Panamá consigue buena parte de su PIB de esos "servicios financieros". Hacer transparentes esos capitales sería asustarlos. Este escándalo va a traer consecuencias, sobre todo para algunos. De ahí la agitación.

Pero ese sistema corrupto no sólo afecta la democracia, la transparencia, la evasión de impuestos, la acelerada desigualdad en el reparto de la riqueza. Panamá está también gravemente y cada vez más afectada por la destrucción de la naturaleza. El sistema corrupto destruye cada vez más rápidamente centenares de miles de hectáreas de bosque virgen, manglar, humedal. Y - como las empresas offshore- todo tiene la apariencia de legalidad o de desastres casuales. Se produce la más feroz devastación y destrucción con total impunidad, bajo la mirada de las autoridades. Panamá ni cumple con los tratados de transparencia ni con el COP21.

Voy a tratar de exponer el caso de la destrucción del humedal Matusagaratí, el más importante humedal-laguna de agua dulce de Panamá, con casi 50.000 hectáreas. Lugar de anidamiento de aves migratorias, de reproducción de especies protegidas como el jaguar o el oso caballo, con una biodiversidad y un endemismo que llega al 25% de especies. Una verdadera joya de la naturaleza y de la biodiversidad mundial. Pues bien, ese humedal viene siendo desaguado por una empresa de capital colombiano procedente del narcotráfico y que, además, lo ha fumigado, talado, quemado, desde 2009. Sólo teniendo una perspectiva un poco global lograremos ver el problema de conjunto.

Lo he titulado SOS por Matusagaratí, porque en estos días se juega su futuro o su destrucción. A pesar de dicho título coincide con la desgracia del terremoto de nuestros hermanos ecuatorianos, espero que no se molesten ya que comparto su dolor y, a la vez, pretendo evitar otro desastre que puede ser incluso más prolongado, en una tierra hermana tan cercana como Panamá. Pero como la verdad no aparece a simple vista pido, lector, lectora, un poco de paciencia para seguir las pistas de los graves ataques a los que está siendo sometido y la interconexión entre ellos.

Incendios desde hace mes en Matusagaratí

Cuando salía de Panamá y mientras se elevaba el avión veía columnas de humo que se sucedían, cada cual más grande que la otra, que indicaban los innumerables incendios que se están produciendo en Panamá. No son quemas de "herbazales" como se dice en muchos medios de comunicación. Es decir, no son producto de campesinos poseedores de una o tres hectáreas a los que "se les escapa" la quema de rastrojos. Los campesinos están indignados. No sólo por esa generalización de culpabilidad –aunque debe haber algún campesino que haya provocado fuego irresponsablemente-. Están, sobre todo, indignados por la discriminación del gobierno que permitió la quema de caña de azúcar a los oligarcas de la producción de Ron –entre ellos las familias de los presidentes Varela y Martinelli- mientras se le prohibía al pequeño campesino. A los ricos sí, a los pobres no.

El objetivo de los actuales incendios es conseguir tierras. Son profesionales quienes lo hacen. Lo vienen haciendo cada año, aprovechando la estación seca. En la Serranía de Filo del Tallo, donde nacen muchas quebradas que van a desaguar en el humedal Matusagaratí, un mismo individuo ha tumbado más de 30 hectáreas de árboles y les ha prendido fuego. Ese individuo -ya conocido por trochar y vender tierra bajo el agua del humedal- hace años que realiza esta actividad. Tumba el bosque virgen, siembra potrero, consigue titulación de esas tierras por parte del Estado y luego vende los terrenos a los ganaderos. Este año fue denunciado por un vecino a quien afectó el fuego. El fuego se inició en la cercanía de Matusagaratí y luego se extendió hasta arrasar más de 2.000 hectáreas. Pero a pesar de todas las pruebas y denuncias, incluidas las del director del Ministerio del Ambiente en Darién, este criminal sigue libre.

En Yaviza, final de la carretera Panamericana, han abierto una carretera privada (en realidad un mal camino con pendientes imposibles) que lleva hasta Boca de Cupe. Atraviesa selva virgen, zona de amortiguamiento del Parque Nacional Darién. Pues bien, pasé por esa carretera, con accidente incluido que casi mata a tres personas del carro en que yo también iba. Pude ver y fotografiar seis incendios, alguno de ellos aún vivo, con llamas. Me enteré de que no lejos de ellos ya hay palma aceitera plantada. En realidad se sabe que dicha carretera se abrió para tumbar selva y avanzar en la frontera agroforestal. Fueron productores de palma aceitera los promotores.

Insisto: no se trata de quemas ocasionales ni estacionales. Manos criminales, profesionales, están incendiando bosques originarios de centenares y miles de años, como el Parque Nacional Darién, como el humedal-laguna Matusagaratí. Los animales quedan atrapados y se encuentran luego calcinados monos, lagartos, gatos solos, osos caballos, armadillos…¡hasta jaguares! Si ni siquiera un animal tan ágil como el jaguar puede escapar de los pavorosos incendios eso muestra la amplitud de la tragedia. A los poblados llegan a veces algunos animalitos con las patas quemadas, en busca de protección. La televisión ofreció imágenes de cómo crías de armadillos buscaban los trabajadores del cuerpo de bomberos para sentirse seguros. Las especies en peligro de extinción, la biodiversidad, sucumbe ante la ambición de unos pocos por hacerse con esas tierras vírgenes.

Esa situación de descontrol e impunidad ayuda objetivamente a los que están destruyendo Matusagaratí pues dentro de poco ya no habrá "nada que salvar". Los propietarios del monocultivo, la teca o la ganadería serán los únicos dueños de Darién, expulsando o dominando a la mayoría de la población. Darién es la última provincia de Panamá donde existe la posibilidad de apropiación salvaje porque aún queda bosque y humedal virgen. Darién es una provincia donde no rige otra ley que la corrupción y la impunidad.

Matusagaratí arde. El Parque Nacional Darién arde. El bosque alrededor del lago Bayano, otra reserva de agua dulce de Panamá, arde. Y muchos otros incendios. La escasa agua que hay almacenada debido a la sequía, se debe de usar para apagar fuegos. Pero no se da abasto por falta de personal y de medios. Hace un mes y medio que dura la candela.

Y aún no hay nadie que haya ido a la cárcel. La clave de todo es que el incendio es la forma criminal habitual de cambiar el uso y la propiedad de la tierra. El gobierno aún no ha hecho nada para evitarlo, para ordenar el territorio y evitar este salvaje pillaje de tierras públicas. El gobierno anterior, con Martinelli, poco antes de acabar su mandato abrió la vía a la titulación de tierras en las serranías de Filo del Tallo y Reserva Forestal Canglón, lugar de nacimiento de las quebradas que desembocan en el humedal y el río Tuira. Se inició la privatización legal de las áreas protegidas. No se ha revertido ese decreto. Los incendios van de la mano a la inacción y/o complicidad de los gobiernos.

La empresa destructora del humedal "gana" juicios en Darién

Durante el mes de marzo y abril ha habido un despliegue de reportajes televisivos y también de prensa diaria. La sociedad panameña parecería que despierta y los medios de comunicación vuelven sus ojos hacia la olvidada provincia de Darién. El estremecimiento general al ver dichos reportajes y artículos ha sido ampliado por los efectos de los incendios. El clamor por la protección del humedal-laguna Matusagaratí, ha sido casi unánime en diferentes segmentos e instituciones sociales.

Sin embargo el mal nunca duerme. Junto con esa saludable reacción social por salvar la joya biológica de Matusagaratí, se han redoblado los ataques desde otros frentes, además de los incendios. Veamos qué pasó con las denuncias y el juzgado.

Desde los años 60 y 70 se habían establecido en el área campesinos con algo de ganado que respetaban los límites del humedal y practicaban un tipo de explotación amigable y sostenible. Pero todo cambió al entrar en juego el capital procedente del narcotráfico colombiano. Miembros de la organización Alianza por un Mejor Darién se dieron cuenta pronto de las primeras compras de tierras que se hicieron dentro del humedal. En 2007 la ambientalista y periodista Ligia Arreaga puso una denuncia ante la fiscalía y las autoridades del ambiente por "venta ilegal de tierras del humedal", aportando datos y pruebas. Un poco más tarde, en 2009, la misma persona y la organización Alianza por Mejor Darién – AMEDAR- dieron un impulso a la anterior demanda, denunciando la construcción de enormes canales de desagüe y el intento de la empresa de hacer un proyecto de siembra de arroz, irónicamente calificado como "bajo sistema de riego", y de palma aceitera en el humedal. Dicho proyecto fue aprobado por las más altas autoridades de tierra y del ambiente (ANATI, ANAM), a pesar de informes internos que desautorizaban y denunciaban su ilegalidad y daño al ambiente.

A pesar de las pruebas y testigos aportados por AMEDAR, las denuncias durmieron en la fiscalía de Darién por varios años, sin ningún tipo de investigación. Luego pasaron al juzgado de Darién otros tantos años como en la fiscalía. Estuve en 2014 en el juzgado en La Palma acompañando a Ligia Arreaga, portavoz y coordinadora de Alianza por un Mejor Darién, haciendo el seguimiento de tal caso. Cuando pedimos el fallo del juez, la actual juez titular no lo encontró: se había perdido (¿?!!!). Me marché diciendo que iba a dar cuenta a los medios de comunicación de esa pérdida. Al cuarto de hora, antes de que hubiera cogido la panga de vuelta, nos llamaron del juzgado diciendo que "ya habían encontrado el expediente". Cuando fuimos sólo pudimos constatar que en 2013 había sido juzgado con "sobreseimiento provisional" y trasladado al juzgado de distrito de Pinogana, un juzgado de menor categoría.

Prosigamos. En 2010 hubo un intento de asesinato de Ligia Arreaga. Los sicarios tenían cuatro días, entre el 24 y 27 de diciembre, para "desaparecerla". Sin embargo uno de ellos se arrepintió, lo declaró a un cura y este pudo avisar a tiempo para que Arreaga se salvara. Puso denuncia por intento de asesinato. El año pasado Ligia Arreaga recibió informaciones de que los mismos que ya habían hecho el primer intento iban a repetir lo mismo bajo la apariencia de un accidente. Por las mismas fechas el gerente de la empresa profirió públicamente amenazas contra la organización AMEDAR y contra Ligia, tanto por comunicados escritos, como en programas de radio. Ligia fue a la fiscalía con la idea de dar un impulso a la primera demanda de intento de asesinato pero… ¡oh, sorpresa!, la denuncia había desaparecido de la fiscalía… (curioso cómo se pierden las denuncias en los despachos del fiscal y el juez en Darién). El nuevo fiscal le hizo un justificante conforme había hecho la primera denuncia…y se vio obligada a poner una nueva denuncia de amenazas, aparte de la inicial.

Sigamos. En vista de que las denuncias de AMEDAR hechas en 2007 y 2009 se perdieron en un "sobreseimiento provisional", la organización decidió presentar otra nueva en julio de 2014 "por posibles delitos contra el ambiente y otros" a nombre de cinco personas de la directiva. En esta nueva denuncia se argumentaba que "Desde hace cinco años, y de forma continuada, el humedal se está destruyendo, degradando, a causa del desagüe o desecación en forma intencionada, por acciones humanas. En el área se evidencia movimientos de tierra, cambio del uso de suelo, tala, cacería ilegal, vertidos de agroquímicos, riesgo y/o daño a especies acuáticas por envenenamiento con agroquímicos, destrucción de visa silvestre, algunas amenazadas y/o protegidas por normas nacionales y convenios internacionales ratificados por Panamá".

En esta nueva denuncia se informaba de los presuntos infractores como autores o cómplices a diversas personas que participaron, entre ellos el primer comprador de tierras Javier Daza Pretelt, la empresa colombiana AGSE Panamá SA, políticos como el antiguo alcalde Sixto Sanjur, altos funcionarios de la Autoridad Nacional del Ambiente, del AGUA, de las TIERRAS (ANAM, ARAP, ANATI), y los antiguos fiscal y juez de Darién. Pues bien, esta nueva denuncia acaba de terminar en "sentencia absolutoria" (¡¡!!) del 31 de Marzo a los empresarios colombianos alegando que en los análisis periciales sobre tóxicos "no se ha producido daño ecológico alguno a la laguna Matusagaratí por acciones dentro de los predios de AGSE Panamá SA".

De nuevo el juzgado salva a la empresa. En esta ocasión quien hizo de juez fue un juez suplente, no el titular. Y lo hizo por unprocedimiento abreviado… ¡cuando se trata de un caso complejo, con más 900 hojas de lectura, pruebas, videos, testimonios (sólo AMEDAR pidió que fueran llamadas a declarar 22 personas, además de los presuntos implicados)! Más sospechoso aún: el juez se negó a aplazar la vista ante la solicitud de la abogada que representa AMEDAR, de la organización CIAM, quien estuvo enferma y presentó justificante médico. ¡Y la vista se celebró SIN LA PARTE QUERELLANTE! (la juez titular había admitido por dos veces aplazamiento a las otras partes). ¿Era necesaria tanta prisa? ¿Pudo haber leído y asimilado el juez más de 900 hojas de un caso tan complejo en unos pocos días de suplencia? ¿Por qué se hizo un procedimiento abreviado? ¿Por qué no se permitió usar ni las pruebas ni los testigos solicitados? ¿POR QUÉ SE HIZO JUICIO SIN LOS ABOGADOS DE AMEDAR?

Paciencia, aún hay más en este caso. Ese mismo juez que ha juzgado y absuelto a AGSE PANAMÁ SA el 31 de marzo, está siendo investigado por realizar otros juicios rápidos, "exprés", durante otras suplencias de la juez titular. Hace cosa de año y medio el mismo juez liberó un acusado de violación imponiéndole una simple multa. También a un jefe de una banda que robaba y que era tesorero del ayuntamiento. El director del Ministerio del Ambiente de Darién, Hermel López, declaraba el pasado 12 de abril en un foro en Metetí que ese mismo juez había fallado a favor de un maderero al cual se le confiscó 2.700 toneladas de madera de cocobolo, especie protegida que está desapareciendo por los taladores ilegales, les había ordenado devolver la madera decomisada al dueño. Terminó diciendo "Vamos a ir contra esa decisión al Tribunal Superior y si tenemos que llegar a la Corte Suprema, vamos a llegar". ¿Las actuaciones de este juzgado son casuales? En absoluto. Los criminales cuentan ya con ese "modus operandi" de suplencias y sentencias en el juzgado de Darién. Los ciudadanos han desistido de poner denuncias porque "no sirve para nada" y porque "llega antes a oídos del denunciado que a uno mismo", como decía un participante de ese foro. ¿No sabe nada de ese secreto a voces el Ministerio Público y el gobierno? ¿Hasta dónde llega la corrupción?

En la segunda y última parte de este artículo trataré de abordar el tercer y más complejo aspecto por el que creo que está en peligro el humedal Matusagaratí: su categorización como "Área Protegida".

Alfons Bech

Abril 2016



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Alfons Bech

Militante obrero, y revolucionario marxista. Miembro de de la CCOO, la federación sindical más grande de España. Activista político de L?Aurora y EUiA.

 albech12@gmail.com      @alfonsbech

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