La filosofía de la amnesia

Desde el día domingo he estado siguiendo con atención los acontecimientos en Argentina, a través de algunos medios de ese país, respecto a las elecciones que dieron como ganador a Mauricio Macri, candidato de la coalición anti- kirchnerista denominada "Cambiemos".

Básicamente he observado TV Pública y las privadas; América TV y Canal 13. En el canal estatal me llamó poderosamente la atención como, ante los resultados que seguramente ellos preveían por sondeos a boca de urna, abrieron espacios a "analistas" que planteaban la caída de los gobiernos de izquierda latinoamericanos, aún sin ser anunciados los cómputos oficialmente. Por no conocer a profundidad a los personajes, que incluso plantearon una "continuidad" con Macri de ciertas políticas del actual gobierno, me cohibiré de expresar alguna consideración en lo que concierne a las capacidades anaeróbicas que estos pudieran poseer.

Del lado de las empresas televisivas privadas todo era alegría. El anuncio de un nuevo ciclo: maravilloso, luminoso, donde sin dudas habrá dificultades, pero la unidad del país, que según encarna Macri, hará posible superarlos. En fin, una era de consenso y entendimiento se inicia, dejando atrás doce años de desencuentros, agresiones, y cualquier cantidad de cosas horribles que casi equiparan la gestión de Kristina con las atrocidades del ISIS.

Sin embargo, lo más interesante se ha presentado el día después. Los programas de opinión y debate han ofrecido un desfile de voceros del olvido y la reconciliación automática. Para ellos hay que dejar atrás el pasado. Hacerse los locos ante la guerra comunicacional sostenida durante todo este tiempo, licenciar a los propulsores de calumnias, devenidos ahora en blancas palomas de la paz. Quien ose defenderse, exponer su punto de vista y traer a colación las campañas de bajezas y vilipendios contra los Kirchner y sus acólitos, recordando y enfrentando a sus autores, es un retrógrado, alguien anclado en las "viejas" pendencias de las cuales hay que deslastrarse para dormitar mientras se inhala el nuevo aroma a bouquet primaveral emanado desde los telerreceptores. La filosofía del nuevo gobierno argentino es la filosofía de la amnesia. Y no es un oxímoron.

Todos resaltan el carácter democrático de los comicios. Claro, ganaron. Se congratulan y tímidamente mencionan que el Frente para la Victoria controla la Cámara de Diputados y el Senado. Entre la lista de lo olvidable pareciera estar el mismísimo programa de gobierno de Macri, consistente en las políticas que sembraron de miseria a la América Latina de los 80 y 90, y la Europa de hoy día. Pero, no seamos tan rencorosos, "¡El cambio llegó"! bailemos mientras andamos por la verde pradera.

Fueron elecciones, ciertamente. Alguien dijo que era la primera vez que la derecha llegaba al poder por la vía electoral en la Argentina, lo que no es un dato menor, al menos para los que nos gusta jurungar el pasado y alimentar nuestro "resentimiento social". Los que somos insultados en el marco del sistema, vejados, pisoteados, y si reaccionamos somos turbas, plebe, terroristas…De llegar a tomar el poder, aún democráticamente, nos volvemos, ante los ojos de los jerarcas natos, en unos tiranos. Responder a los denuestos en el ambiente primaveral es torpedear el luminoso futuro. ¡Arriba la Soma! Pudiera ser la consigna de moda en la nación sureña. "-El mal no existe si se toman dos gramos".

Perdónenme, hermanos del sur, perdónenme ustedes que celebran con globos de colores la llegada del cambio y la unidad, pero este lunes no he visto llover flores. Lo que he visto por sus medios me trae a la mente un negro recuerdo de abril de 2002. Con eso de "¡Buenos días! ¡Tenemos nuevo Presidente!" los medios de acá se felicitaban y nos felicitaban, mientras en la calle caían los de siempre, reprimidos por los mismos…

Seguramente me dirán que lo del domingo fue una fiesta democrática y lo de abril un Golpe de Estado (con lo que me harían un favor, porque no hablarán del "vacío de poder"), que en Argentina no hubo tiros, ni muertos…sólo diré que nos vemos a la vuelta de la esquina. Mi solidaridad absoluta y mi tristeza…

No participaré jamás de la filosofía de la amnesia…y es que el ambiente me lo termina de cagar un tipo desodorizando su casa con el adorable perfume de la unidad, el consenso y la concordia, mientras destila odio hacia el exterior con la firme idea de reforzar el ataque económico contra mi país, mientras se solaza del brazo de la farandulera conyugue del asesino de 43 compatriotas. No es muy primaveral eso. Creo que algo dice de quién se trata, por dónde viene y hacia dónde va. ¡Mi bendita manía de revisar lo que ocurre!

Excúsenme por no formar parte de la felicidad del mundo de Huxley. No puedo dormir y olvidar, llámenme rencoroso si quieren.

guevarista26@hotmail.com



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