La asistencia rusa a Siria llegó justo a tiempo

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

Strategic Culture Foundation

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Precisamente a un mes luego que aviones rusos estacionados en el aeropuerto sirio de Bassel al-Assad, también conocido como Hmeymim, cerca de Latakia, comenzaran a bombardear a los terroristas en Siria, cuando los representantes de 19 países se reunieran en Viena y acordaran las cláusulas fundamentales para una solución política en ese país que ha pasado los últimos cinco años plagados por una guerra que le fue impuesta por potencias extranjeras. Las operaciones llevadas a cabo por las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia no solo han sido exitosas en lo militar sino que también han precipitado un gran triunfo político.

La asistencia rusa a Siria llegó muy a tiempo. Transcurriendo el quinto año de guerra, el ejército sirio había sido debilitado de manera significativa por la dura lucha contra la "oposición moderada" –la cual ha sido armada por los norteamericanos y sus aliados—y las milicias del Estado Islámico, EI. Según algunas estimaciones, durante el verano del 2015 Bashar al-Assad no contaba con más de 80 mil tropas armadas aun leales a su gobierno.

Esta guerra también había agotado las existencias de equipamiento militar del ejército sirio. Las imágenes de tanques T-72 eran comunes en las fotografías de la lucha tomadas durante los años 2011 y 2013 pero ahora la cobertura gráfica en Siria muestra tanques T-55 y T-54, la mayoría de los cuales estaban en depósitos desde antes de la guerra. Solo la cuarta parte de los aviones y aun menos de helicópteros quedan en la flota del ejército desde antes de la guerra.

A juzgar por los informes publicados en los medios, Moscú pareciera haber comenzado a suministrar a las fuerzas armadas sirias vehículos y jeeps, etc., a partir del año 2013. Pero en el verano de este año la asistencia militar y técnica rusa a Siria se ha incrementado de manera significativa.

En ese tiempo, menos de la cuarta parte del país estaba bajo el control de las fuerzas leales al gobierno, incluyendo la capital Damasco, sus suburbios, la mayoría de las regiones colindantes con el Líbano, la estratégicamente importante costa mediterránea, donde están ubicados los puertos que reciben la ayuda militar y humanitaria para Siria como también varios pequeños enclaves a través del país.

Actualmente, la notoria "oposición moderada" controla dos grandes regiones: una en la frontera siria-israelí y la otra colindante con Turquía, donde las fuerzas contra el gobierno han tomado dos grandes ciudades, Aleppo e Idlib. Las milicias del EI controlan una enorme franja del país, principalmente la cuenca del Río Eufrates. Por otra parte, un número importante de líneas de abastecimiento en el centro y oriente de Siria está bajo el control de los islámicos. Estos han capturado también la actualmente inexistente línea fronteriza con Irak, donde retienen un cierto número de regiones. La agrupación al-Nusra ha bloqueado la carretera que une Damasco con Aleppo en el área del Idlib. Y por último, una porción significativa de la frontera siria-turca está controlada por las milicias Kurdo-Sirias.

En tanto las Fuerzas de la Defensa Aero-Espacial de Rusia atacan a los grupos milicianos como también a sus bastiones, cuarteles generales y depósitos de combustibles, en tierra se llevan a cabo preparativos para una contraofensiva por parte del ejército sirio. El 8 de octubre pasado se anunció el recientemente creado 4º Cuerpo de Asalto del Ejército Sirio había iniciado una ofensiva en la provincia norteña de Hama en las llanuras de al-Ghab y en las montañas al nororiente de Latakia. Durante la noche del 12 de octubre, el ejército inició una ofensiva en los suburbios de Damasco y en las provincias de Aleppo y Homs. Las acciones del ejército fueron minuciosamente coordinadas con las acciones del grupo ruso el cual aumentó el número de incursiones (un promedio de 70 al día a partir del 12 de octubre y continuaron aumentando en el curso de las semanas siguientes).

De acuerdo con el Ministerio de la Defensa de Rusia, las acciones de las Fuerzas de la Defensa Aero-Espacial de Rusia han realizado suman 1.391 incursiones durante el mes pasado. Los ataques se han efectuado contra 1.623 blancos de la milicia, incluyendo 249 puestos de comando y centros de comunicaciones de diferentes niveles, 51 campos de entrenamiento, 131 almacenes, 35 instalaciones fabriles, 371 posiciones militares y 786 bases y campos.

Desde el punto de vista estratégico-militar, las Fuerzas de la Defensa Aero-Espacial de Rusia han contribuido a la eliminación del peligro que representaban las agrupaciones milicianas que operaban cerca de la costa mediterránea de Siria. Se resolvió un problema al eliminar la amenaza a las instalaciones navales rusas en Tartus, las cuales recibían suministros materiales y técnicos desde y hacia la base aérea de Hmeymim a través de la cual se despachaban hacia las fuerzas armadas sirias. Los comandantes de la marina rusa recientemente anunciaron que las operaciones de dragado en Tartus estaban casi terminadas, lo cual permitirá que navíos de gran calado entren al puerto. Esto permitirá que más ayuda ingrese a Siria y Tartus mismo se tornará estratégicamente importante.

Desde el punto de vista político-militar, las operaciones de la aviación rusa han estabilizado la situación del ejército sirio, han frustrado los planes de aquellos que contaban son su derrota y con la consiguiente disolución de Siria como estado.

La resolución del problema mayor –lo cual implica la derrota total de los terroristas al interior de Siria, la creación de las condiciones que conduzcan hacia una vida pacífica y al inicio de la reconstrucción del país—yace todavía bastante lejos, pero lo más importante es que la tendencia en el frente sirio se ha revertido. Los terroristas han comenzado a abandonar sus posiciones.

Por su parte, Irán está suministrando a las fuerzas del gobierno sirio personal adicional. A finales del mes de octubre, miles de soldados y oficiales del Cuerpo Guardia Islámica Revolucionaria (IRGC sigla en inglés) comenzaron a trasladarse hacia Siria. Continuarán entrenando a nuevas divisiones sirias, además que algunas de ellas estarán directamente involucradas en las operaciones militares para la liberación del país.

En resumen, podemos señalar que el empleo de la aviación rusa en Siria ha sido tanto inesperado como efectivo. Analistas militares extranjeros han altamente apreciado las acciones de la flota rusa, que empleó navíos de guerra en el Mar Caspio para lanzar con éxito misiles crucero Kalibur contra blancos terroristas. La OTAN ya no tiene el monopolio de las operaciones remotas de combate o el uso de misiles crucero.

Adicionalmente, existe un aspecto a destacar: Cuando algunas bandas militantes son atacadas por los aviones rusos y tanques sirios, comienzan a retirarse hacia las áreas pobladas, tratando de ocultarse entre la población civil. Enfrentados a esta situación, los comandantes militares rusos decidieron abstenerse de emplear aviones de combate contra blancos urbanos. A cambio, los ataques los continuaron empleando helicópteros Mi-24 que pueden volar a baja altura, atacando a los terroristas con la precisión de un reloj suizo.

Esto hace posible continuar con la liberación de las regiones ocupadas de Siria e impedir que los terroristas consigan un punto de apoyo en las ciudades mientras que al mismo tiempo evitan bajas entre la población civil que los terroristas tratan de utilizar como escudos humanos.

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