Notas sobre el memorándum impuesto por la troika y la situación de Syriza

1.- La imposición del memorándum por parte de la Merkel ha sido una derrota para el pueblo griego y para todo la izquierda y los sectores antiimperialistas y socialistas que habían puesto todo su entusiasmo en el proceso político que efectiva y contundentemente abrió el pueblo griego votando por Syriza, llevándolo al poder y luego dando un NO masivo en el plebiscito. Esta afirmación de derrota es ineludible. Podemos encontrar en el nuevo memorándum algún uno u otro punto del cual se puede agarrar el gobierno de Tsipras para ganar tiempo, pero no se puede ocultar la verdad. Se puede justificar (y justificar no es apoyar), como un mal menor ante el cerco tendido por el imperialismo alemán y el golpe económico que fue dado. Pero lo concreto es que Tsipras no tuvo un plano B preparado para enfrentar la trampa.

2.- Esto no significa creer que estuvimos equivocados en nuestra política de apoyo a Syriza. Por el contrario tenemos orgullo de ella. Los grupos de ultraizquierda que desde ahora y bastante tiempo van a repetir con cierta alegría, "vieron, tuvimos razón", y a continuación dicen que Syriza no es revolucionaria como somos nosotros, llámense como se llamen, no tienen ninguna razón y ningún futuro como lo dicen en su última y excelente nota Statis Kovelaskys. Sin Syriza en el gobierno no había ninguna disputa, no había ninguna chance, esa era la ´"única" y sigue siendo apuesta posible, porque expresaba el nivel de conciencia y el grado de organización de las masas en este período histórico.

Los revolucionarios apostamos y nos jugamos por apuestas; toda disputa en la realidad es una apuesta, y por eso con ella podemos ganar o perder. Pero sin esa actitud de audacia, y por dentro de los procesos objetivos y reales que hay, no hay ninguna posibilidad de cambiar la situación objetiva, hacer la experiencia para cambiar el mundo, y aprender en la misma realidad. Este sentimiento que nosotros tenemos lo compartimos con el excelente artículo de la eurodiputada portuguesa Marisa Matías que tiene en sus textos también esa necesaria carga subjetiva y ese odio de clase contra la imposición germánica.

3.- El golpe que impuso la Merkel (parece que esta frase fue top de twitter en el mundo), tiene dos caras:

* Una de ellas es que se trata de un triunfo pírrico, que deja herida de muerte la poca credibilidad de la Unión Europea y a esta como institución. Como muy bien lo dicen comentaristas como Krugman y editorialistas de Le Monde, la Unión Europea se pone al borde del colapso al entregarse sus gobiernos a los mandatos de la Merkel, que con su política lleva a la Unión Europea a una fractura más profunda de las que ya sufrió. (Recordar el triunfo del NO a la Constitución del 2005 de Francia y Holanda).

En el momento decisivo la Merkel impuso su autoridad imperial. Se trata de algo profundo y peligroso que tenemos que estudiar más, pero da toda la impresión que Alemania retoma a su patrioterismo de país superior, de pueblo superior que está por encima de los demás, que trabaja y produce a diferencia de los griegos y los países del sur son unos vagos. En ese moralismo que comparten la Merkel y el SPD (los socialdemócratas) que forman parte con la Merkel su gobierno de coalición para una política que tiene vasos comunicantes con la Alemania del 33 y que es apoyada por los países nórdicos especialmente Holanda. Con esa política de moral superior consiguieron el 70% de aprobación a su política para Grecia.

* La otra cara que hace esto posible es la propia situación de la lucha de clases en Europa y en concreto la baja acción de los trabajadores, que han sufrido su último golpe en Italia de la mano de Renzi: una violenta reestructuración y flexibilización y modificación de pensiones, a lo que hay que sumar la situación de Francia en donde no hay una gran lucha de clases, e incluso Portugal donde también los planes han terminado pasando.

Por otra parte, España donde hubo los más importantes triunfos en este período con el surgimiento de Podemos y las conquistas gracias a confluencias nuevas de Madrid y Barcelona, la vanguardia de estos procesos en los momentos del plebiscito estaba absorbido por la administración institucional de esas ciudades y por la próxima disputa electoral presidencial. (Refiriéndonos brevemente a estas, el problema es que no se ha dado una amplia coalición como la de Madrid o Barcelona, hay disputa y divisiones al igual que para las autonómicas de Cataluña). A esto hay que sumar por sobre otras cosas el peso de la media televisiva europea contra los griegos, un verdadero bombardeo mediático a favor del pago de las deudas. Rajoi no se cansaba de decir que cada español era afectado en mil euros y la Merkel decía en 3.000.

4. La apuesta de Tsipras en todos estos cinco meses fue la de que podría lograr una negociación favorable en base a la situación a un impacto favorable sobre la población europea, como también a los nuevos procesos que existen, como el de Podemos o el de el Sein Fiein en Irlanda y/o a una división entre Francia y Alemania. Esto no se dio. A la hora de los hechos, Francia capitula totalmente (Holande parece ser el Vichy de la Merkel), se parece al eterno juego del policía bueno y el malo que los dos te mandan a la cárcel. Por otra parte, no hubo más que algunas movilizaciones de vanguardia de apoyo a Grecia en países de Europa.

Antes las presiones leoninas Tsipras pensó que con el plebiscito lograría una negociación más favorable, alguna flexibilización de la troika, o una reación de las autoridades de Europa ante el dominio del capital financiero alemán. Tsipras hizo el referéndum como una forma de fortalecerse en la negociación, pero como dice el artículo de Kovelaskys [1](http://www.democraciasocialista.org/?p=4802 ) lo que logró fue el endurecimiento de la troika y de la Merkel. Su brazo derecho Shultz sostuvo que Grecia debería ser separada de la UE.

En este mismo artículo Kovelaskys dice que esa continuidad en la línea de ​negociación ​Tsipras es por la que piensa que "la palabra traición es inapropiada . La noción de traición significa usualmente que en algún momento se toma una decisión consciente de renegar de tus propios compromisos. Lo que pienso que realmente sucedió es que Tsipras honestamente pensó que podría salir airoso llevando adelante un abordaje centrado en las negociaciones…."

En medio de esta situación de esta relación en las negociaciones el gobierno de Tsipras tenía que enfrentar una situación interna crítica provocada por la fuga de capitales a lo que tuvo que responder con el corralito. Una medida impopular que llevó también a un sector del pueblo a una situación desesperada.

5.- En este contexto ocurre la firma del memorándum que le permite a Grecia contar con cierta solvencia para poner a funcionar los bancos y la economía, con un nuevo préstamos con condiciones dacronianas. Como lo hemos planteado en un artículo anterior, el gran error de Tsipras fue no tener un plan B que le permitiera ante la inflexibilidad de la troika una transición para salir del euro como lo planteab

​a ​ Louça y otros camaradas entre ellos también Kovelaskys. Y no haberle hablado con claridad al pueblo para prepararlo para esta salida.

6.- El resultado es una nueva situación de crisis que no está todavía definida y que tiene diferentes

​​salidas. ¿Tsipras logra los apoyo dentro de Syriza para mantenerse en el gobierno y evitar nuevas elecciones?.; forma un gobierno de coalición con TioPotami?.? Que hace la izquierda con más de la mitad de los miembros del Comité Central, 40 diputados y cuatro ministros entre los que hay figuras muy cualificadas, entre ellos el dirigente de la oposición de izquierda Lamazamis?. ¿Siguen en oposición dentro de Syriza o salen para hacer un nuevo agrupamiento político?.

Nosotros pensamos que se tendría que evitar que haya una mayor fragmentación en el movimiento de masas y una situación de crisis que lleve al caos, un caos político social que puede favorecer también a la derecha. No tenemos que ser impresionistas. No está descartada la hipótesis que el gobierno logre por unos meses cierta estabilidad relativa y que esto lleve a condiciones en las que se prepare la salida del euro. Es una hipótesis y no podemos apostar políticamente a que ocurra. El objetivo que está colocado es construir un plan económico alternativo y una política capaz de llevarlo a cabo y

​que ​para ello que cuente con apoyo de masas. Nos parece que los mayores esfuerzos y apuestas hay que ponerlas en el apoyo a Syriza y su ala izquierda para que gane influencia, se organice en el movimiento de masas, y construya ese nuevo plan alternativo. Nos parece que es la mejor forma de dar continuidad a la política que hemos venido llevando como corriente del PSOL, sin perder nunca de vista que el enemigo central que tiene que enfrentar el proletariado griego y europeo es la Merkel y la troika.

Secretariado del MES corriente del PSOL 16/07/2015

[1] Ver la traducción en españõl del reportaje de Sebastian Budget publicado en Benjamin, (http://www.democraciasocialista.org/?p=4802 )

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