Monseñor Arnulfo Romero

Los tiempos críticos del terrorismo de estado de los 80 en América Latina, tuvieron su cenit simbólico en El Salvador con el asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero entre decenas de feligreses que fueron asesinados posteriormente y luego en Venezuela con el Caracazo como una de las masacres más atroces jamás cometidas en este continente.

Por aquellos días me tocó traducir al español las noticias que el Granma publicaba en ingles en la lejana ciudad de Seattle y colocar la noticia en la revista chicana The Voice (La Voz) que coordinaba Ricardo Sánchez un dirigente hispano americano ganado para las causas nobles de los pueblos al sur del Rio Grande. Eran noticias que absorbían la atención del pueblo cristiano norteamericano e indignaban a la sociedad en general

Los medios norteamericanos destacaron esta noticia en la visión del sufrido pueblo salvadoreño, en la miseria, en la "culpa de los pobres" por su falta de superación y otros daños "colaterales" como suelen decir. Luego de un debate en el Congreso de EEUU en 2004 hubo periodistas como Dan Williams e incluso agencias de noticias como Reuters que le dieron otro "aproach" al asunto donde destacaron las implicaciones de Leopoldo Castillo en este crimen ocurrido en El Salvador en 1980. Castillo a la sazón Embajador de Venezuela resulta implicado luego de las investigaciones del Congreso de EEUU así lo señala Williams en su reportaje : "La Operación Centauro" era el nombre código para el plan de eliminación física de de personal religioso que estuviera bajo sospecha severa de colaborar con las guerrillas salvadoreñas. El proyecto implicaba a agentes cubanos radicados en Miami y al embajador de Venezuela en El Salvador, Leopoldo Castillo, de quien se ha dicho que era la fuente de los servicios de inteligencia que identificó a las víctimas".1 Por aquello de que este personaje era (es) socialcristiano y tenía conexiones en el ámbito eclesiástico, el mismo que durante varios años fungió de vocero de la derecha fascista en la programación estelar de la televisora venezolana Globovisión.

Se trataba pues de políticas de terrorismos de estado que se concretaban en operaciones que más allá de las implicaciones internacionales, produjo tragedias tan significativas como la la masacre en el entierro de Monseñor Oscar Arnulfo Romerodonde mueren decenas de cristianos, pero también otras masacres de igual o peor tenor, que tenía como diseñadores políticos a Elliot Abrahams, John Negroponte, Otto Reich y Roger Pardo-Maurer, hoy activos voceros y asesores de las élites que han gobernado a los EEUU durante los últimos 35 años especialmente en temas relativos a América Latina.

El que una agencia tan oscura como Reuters tenga esta "beta" extraña para su cotidianidad, seguramente se deriva del juego polítiquero que travesean demócratas y republicanos en el Congreso de los EEUU es el ajedrez político norteamericano que muchas veces ponen en riesgos a sus propios peones. Lo trágico es que asesinaron a un Monseñor como Oscar Arnulfo Romero cuando meses antes el mismo sacerdote, había enviado una comunicación al entonces Presidente Carter solicitándole el cese de envío de apoyo y ayuda militar a la junta de Gobierno que sólo era usada "para incrementar la injusticia y la represión hacia las organizaciones populares» que estaban luchando «por el respeto a los más elementales derechos humanos».2

Ha pasado mucha agua sobre el puente de la historia pero algunos personajes nacionales todavía tienen responsabilidades pendientes, por ello la Comisión por la Justicia y la Verdad en Venezuela tiene el compromiso de, por lo menos, hacer pública la categoría moral de personajes implicados en crímenes y otras violaciones a los derechos humanos en los años del terrorismo de Estado, no solo en este país sino en otras naciones.

Lídice Navas, miembro de esa Comisión de Estado fue testigo excepcional de los momentos trágicos de Monseñor Romero, era activista el Frente Farabundo Marti para la Liberación en el Salvador, ahora representa a Venezuela en los actos que se realizan en esa nación centroamericana en la memoria y honor a este cristiano mártir que sacrificó su vida por los pobres y quedó como símbolo de lucha contra las injusticias sociales.

Decía esta luchadora social ante la Comisión: "Es significativo que honremos la memoria de Monseñor Romero, no solo por el acto de Beatificación que le confirió el Papa Francisco, sino porque Monseñor Romero fue y ahora con más fuerza, sigue siendo un símbolo de la lucha por la justicia social, que en estos momentos cobra sentido continental y universal en la lucha de los pueblos por su soberanía e independencia".

Ciertamente estamos ante una figura universal, como la de Monseñor Romero que constituye la confluencia de distintas fuentes de pensamiento por la defensa de los derechos humanos en el entendido que hoy hay factores políticos nefastos que intentan escudarse o esconderse detrás de una fachada de respeto a los derechos fundamentales cuando no soportan una mínima evaluación histórica de sus accionar social en el hilo temporal contemporáneo.

 

1 Disponible en https://orhpositivo.wordpress.com/2009/06/19/reuters-implica-a-leopoldo-castillo-animador-de-globovision-en-la-masacre-de-el-salvador/

2 Idem

 



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Aldemaro Barrios


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