Kiev comienza a frustrarse con Europa

La cumbre de Ucrania-Unión Europea celebrada el 27 de abril pasado en Kiev, frustró a los anfitriones.  La declaración con junta fue lo suficientemente ampulosa para alabar los audaces planes de reformas y condenar las “acciones agresivas” de Rusia  en territorio ucraniano.

Quedó claro que Bruselas no tiene una real intención de asumir ninguna responsabilidad seria.  De este modo, Ucrania consiguió solo promesas a pesar que toda la filosofía política y la estrategia del régimen de Kiev descansa sobre “perspectivas europeas.”

Los líderes europeos ya habían tratado de morigerar las expectativas de Kiev aun antes que se iniciara la reunión.

Jean Claude Juncker, Presidente de la Comisión Europea y Federica Morgherini, Alta Representante de la Unión Europea para Relaciones Exteriores y Política de Seguridad y Vice Presidenta de la Comisión Europea, habían concretado visitas a Ucrania prometiendo a cambio participar en la cumbre Unión Europea-Ucrania.  Se supo con anterioridad a la reunión que la Morgherini no vendría.  Esto fue un reflejo del hecho que la Unión Europea no tenía nada que ofrecer y que el evento no arrojaría resultados prácticos.  Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo, que normalmente se ubica como el aliado principal de Ucrania, había lanzado una toalla mojada a sus “amigos” diciendo que no había expectativas en relación con la cumbre, especialmente respecto de decisiones concretas –cosas como viajes sin visado o una misión especial de paz.  Vladimir Gorbach, analista político del Instituto Euro-Atlántico de Cooperación, señaló que Ucrania esperaba más de lo que la Unión Europea está dispuesta siguiera a considerar.

El presidente Poroshenko, teniendo en mente la opinión pública, trató insistentemente de hacer que los europeos tomaran medidas para acercar más Ucrania a la Unión Europea, medidas que habían sido prometidas hacía mucho tiempo.  Poroshenko pretendía que Europa declarara abiertamente que Ucrania tenía perspectivas para ingresar a la Unión Europea.  También quería que esta declarara que estaba dispuesta a introducir un régimen sin visado y tomara la decisión de enviar una misión pacificadora al Donbass.  Para impresionar a los invitados, dijo en su discurso de bienvenida que el idioma inglés se escuchaba con mayor frecuencia que el ruso en las sesiones del gabinete de ministros de Ucrania. 

Jean Claude Juncker indicó que la condición de miembro de la Unión Europea no estaba en agenda.  El Comisionado para la Vecindad Europea, Johannes Khan, dijo el 22 de abril pasado que no habrá expansión de la Unión Europea durante los próximos diez años, lo cual significa que el ingreso de Ucrania está fuera de discusión.  Según este funcionario, ningún miembro de la Unión Europea apoya la idea de la expansión.

Hablando durante una conferencia de prensa sobre los resultados de la cumbre Unión Europea-Ucrania en Kiev, Tusk dijo que la única opción en la agenda hasta ahora ha sido el envío de una misión civil a la Ucrania en crisis.  Los intentos de Poroshenko por describir a Ucrania como un país que está haciendo todo lo posible por alcanzar la meta de la integración europea, se ven poco convincentes.  Explicó que las reformas estaban estancadas debido a que la elección anticipada que se llevó a cabo el mes de octubre del año pasado, no ha pasado mucho tiempo y ya hemos tomado las primeras medidas en la dirección correcta, dijo Poroshenko.  El presidente no pudo ocultar su exasperación cuando un periodista norteamericano mencionó el lento desarrollo de las reformas económicas y constitucionales en el país.  Los líderes ucranianos tienen su propia manera de tratar a los periodistas, Poroshenko lo instó a evitar hacer afirmaciones cuando hiciera preguntas.

La declaración conjunta contenía críticas a Rusia pero estuvieron muy lejos de ser lo que esperaba Kiev.  Los líderes de la Unión Europea señalaron en términos carentes de toda ambigüedad que ellos esperaban una amplia adhesión a los acuerdos de Minsk.  El día anterior a la cumbre, el Financial Times inglés informó que Berlín, París y Londres aumentaron la presión sobre Ucrania con el propósito que esta cumpliera con los acuerdos.  Según el periódico, los diplomáticos alemanes querían que Ucrania fuera más “flexible”.  Stefan Meister, Jefe del Programa para Europa Oriental, Rusia y Asia Central del Centro Robert Bosch para Europa Central, Rusia y Asia Central  del Consejo Alemán para las Relaciones Exteriores, dijo que si Ucrania no cumplía con sus obligaciones, Rusia tendría siempre la oportunidad de reiniciar el conflicto.

Tusk dijo en la cumbre que el cumplimiento de los acuerdos de Minsk es la mejor medida para tratar la situación.  Jean Claude Juncker dijo que los acuerdos de Minsk deben cumplirse.  La revisión del documento firmado en Minsk contrasta de manera aguda con lo que aseguran los líderes ucranianos cuando dicen que ellos se adhieren a lo estipulado en los acuerdos de Minsk.  Los europeos no son excesivamente insistentes pero los incumplimientos son demasiado evidentes y fueron rechazados en la reunión con los representantes rusos.

La decisión de la Unión Europea de conceder 1,8 mil millones de euros a Ucrania fue presentada como un logro.  Pero Kiev había solicitado 2,8 mil millones de euros, tal como lo señaló Jean Claude Juncker.

El año pasado la Unión Europea concedió a Ucrania 2,15 mil millones de euros.  La tendencia resulta obvia, la Unión Europea no quiere que su ayuda financiera sea desperdiciada.

Otro notable resultado de la cumbre es la decisión de lanzar una zona de libre comercio a partir del 1º de enero del 2016.  Yatsenyuk se apresuró en decir que la decisión era un logro del gobierno que él dirige.  En realidad, la medida no se presagia muy buena para Ucrania.  Cuenta con las ventajas de ser libre de tasas aduaneras durante todo el año, pero el colapso económico impidió cualquier beneficio tangible.

El próximo año los productos europeos circularán también libremente.  Bien podría esto ser el fin de lo que queda de la economía ucraniana.   La Unión Europea hace la vista gorda con relación a las violaciones cometidas en las exportaciones agrícolas desde Ucrania.  No será el caso luego que la zona de libre comercio sea implantada.  Ucrania no está preparada para eso.

Los europeos entienden que cuando los incentivos se acaben, Ucrania sufrirá.  Europa tiene sus propios intereses.  Jean Claude Juncker comentó que es importante que el acuerdo de asociación implementado desde el inicio del nuevo año, es imposible seguir demorándolo.

El único alivio para Ucrania fue la declarada intención de la Unión Europea de mantener las sanciones contra Rusia hasta que los acuerdos de Minsk se cumplan.  Donald Tusk señaló que no se discutieron nuevas sanciones.

La relación Ucrania-Unión Europea será discutida en la cumbre de Riga pautada para los días 21 y 22 de mayo para evaluar el avance logrado en las relaciones entre la Unión Europea y sus socios orientales desde la última cumbre celebrada en Vilnius el año 2013.  El régimen de libre visado y la “perspectiva europea” nunca dejarán la agenda.

Quizás los resultados de la reunión serán nada de nada.  Uno debe tratar de cambiar uno mismo antes de tratar de cambiar al mundo.

Traducción Sergio Anacona

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