Baltimore: Manifiesto del militante contra la Guerra de Vietnam, la brutalidad policial y el encarcelamiento de afroamericanos

El levantamiento de Baltimore, hoy noche, ha transmitido el inconfundible y potente mensaje de que está llegando a su fin una época de aceptación por parte de la gente de los intolerables asesinatos y la brutalidad sin fin de la policía. La tortura y el gratuito asesinato de Freddie Gray –junto al encubrimiento y las insultantes mentiras que circulan en estos momentos– es sólo la última de una larga serie de horrores de ese tipo perpetrados no sólo en Baltimore, sino en todo Estados Unidos. De North Charleston, en el estado de Carolina del Sur, a Ferguson, en Missouri; de Pasco, estado de Washington, a la ciudad de Nueva York, y más allá… ¡ESTO TIENE QUE ACABAR!

Las autoridades y los medios de comunicación se lamentan por la "violencia". Se indignan por la rotura de ventanas, pero no por el cuello roto de Freddie Gray. Ambas instancias se enojan por la destrucción de propiedad, pero no por la destrucción de niños negros y morenos. ¿Violencia? ¿Qué me dicen de la violencia incesante que inflige la policía a las masas de población negra y latina en todo Estados Unidos? ¿Qué opinan de la violencia –de récord mundial– que impregna una sociedad en la que un joven negro de cada tres tiene la probabilidad de cumplir condena de prisión antes morir? ¿Qué decir de la violencia que tiene a casi un millón de hombres y un número creciente de mujeres negros languideciendo en las cárceles? ¿Y qué hay de la violencia con la que se comporta la policía en los guetos y barrios, como un ejército de ocupación, al igual que los ejércitos de ocupación de EE.UU. se comportan como una policía en todo el mundo?

Esto es Estados Unidos, y todo su sistema ha sido construido sobre la base de una violencia cruel, injusta e interminable, aquí y en todo el mundo, y que continúa en la misma empresa. Estos criminales de primera categoría y sus apologistas no tienen absolutamente ningún derecho a criticar lo que las masas hacen cuando están hartas, cuando no pueden aguantar más, y cuando se ven obligados a expresarlo. Ante el asesinato y el terror ¿no está justificada la resistencia?

Son los que insultan a los que se rebelan llamándoles matones, mientras los verdaderos matones reales quedan impunes y reciben vacaciones pagadas. Y los que dan órdenes a los matones no sólo no reciben castigo sino que ostentan puestos en los más altos niveles de gobierno. Aquí, en esta tierra de ladrones y hogar de esclavos [1] , acusan de saqueo a los que se rebelan, cuando los poderes fácticos han saqueado a los negros como pueblo durante siglos, en paralelo y como parte de un mismo saqueo de continentes enteros. Prometen justicia desde el Departamento de la Injusticia y su sistema judicial amañado, en lo que es sólo una estrategia de denigración a los ojos de la gente. Sacar a la calle a la Guardia Nacional significa una sola cosa: más violencia insensata contra el pueblo. ¡NO! ¡NO! ¡NO!

La historia y la realidad actual muestran que hasta tanto la gente no se alce y se niegue a jugar el juego de la injusticia, la indignación y el horror continuarán. Todos debemos estar del lado de los rebeldes de Baltimore, negarnos a condenarlos e intensificar la lucha para PONER FIN a los asesinatos de la policía y al encarcelamiento en masa. Este es un clamor y una llamada a toda la sociedad a ponerse de pie y decir ¡BASTA! ¡ESTO DEBE CESAR!

Carl Dix es un activista afroamericano, natural de Baltimore y organizador y miembro activo de la campaña Stop "Stop and Frisk"(Alto a los registros arbitrarios). En su día fue uno de los primeros soldados de leva que se negaron a luchar en la guerra de Vietnam, por lo cual sufrió dos años de prisión.


[1] Del original "… home of the slave". Aquí hay un juego de palabras a partir de una estrofa del himno nacional que habla del país como "home of the brave", hogar de los valientes. (N. del t.)



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