¿A dónde más enviarán soldados alemanes?

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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Una conferencia acerca de la política exterior y de seguridad de Alemania se llevó a cabo a fines del mes de marzo en el Municipio de Konigsronn en Baden – Wurttemberg al sur de Alemania. El evento fue organizado por la Asociación Bundeswehr Alemana, por la Asociación de Reservistas de la Fuerzas Armadas Alemanas y por la Academia Federal para la Política de Seguridad. La conferencia de Konigsronn es un evento donde los temas tratados en la conferencia de seguridad de Munich son discutidos de una manera más formal. A diferencia de Munich, no hay invitados extranjeros. Volker Wiecker, Jefe de Estado Mayor (lit. Inspector General) de la Bundeswehr, fuerzas armadas alemanas, el Dr. Gerd Müller, Ministro Federal para la Cooperación Económica y el Desarrollo, el Presidente de la Conferencia sobre Seguridad de Munich, embajador Wolfgang, el representante del Bundestag ante la Bunderwehr, Helmut Kenighaus y Henning Otte, vocero de la política de defensa de la coalición Unión Demócrata Cristina y Unión Social Cristiana (CDU/CSU) en el parlamento alemán, estuvieron entre los que hicieron uso de la palabra. Ellos se refirieron a la creciente amenaza de conflictos armados en el mundo y la manera de evitarlos y controlarlos.

Debido a razones históricas, el empleo de las fuerzas armadas es un problema especial en la agenda de seguridad alemana. Durante setenta años Estados Unidos ha estado monitoreando de manera estrecha el cumplimiento de Alemania respecto de las restricciones impuestas a sus fuerzas armadas. Durante la Guerra Fría se crearon las fuerzas armadas de Alemania más bien como una fuerza sujeta al comando de la OTAN, como un "elemento de fuerza de choque" en Europa. Solo después de la unificación de Alemania los militares alemanes fueron enviados para participar en misiones de mantenimiento de la paz. La primera misión en el extranjero de la fuerza alemana fue en la operación de pacificación de la ONU en Cambodia durante el período 1992-1993.

Durante los años 1990, los políticos alemanes solemnemente prometieron que soldados alemanes jamás tocarían un territorio pisoteado por la bota alemana de la Wehrmacht.

La OTAN atacó a Yugoslavia el año 1999. Los alemanes recordaron sus "deberes para con los aliados."

Luego, el Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joseph Fischer, dijo que harían que los serbios "caminaran sobre sus rodillas."

Luego pasó un tiempo. El año pasado, en Alemania se reinició la discusión en torno a la posibilidad de enviar paracaidistas a Ucrania. Ni siquiera un solo político alemán recordó que los militares alemanes no deben ir a los países donde la Wehermacht de Hitler cometió tantos y sangrientos crímenes.

Poco a poco Alemania está dejando atrás las restricciones y las prohibiciones. Por ejemplo, el año pasado Alemania no cumplió su palabra y envió ayuda militar a los kurdos que combaten al Estado Islámico, elementos que incluían lanzadores de granadas, ametralladoras y fusiles de asalto. Al escuchar a los participantes en los recientes debates de Konigsronn, una cosa resultó notoria, ellos compararon al Estado Islámico con los "separatistas" del sureste de Ucrania.

En realidad, algunas restricciones todavía están vigentes. Por ejemplo, Alemania se negó a vender el tanque de combate Leopard a Lituania cuando esta tomó la decisión de modernizar sus fuerzas armadas con el telón de fondo de la "amenaza proveniente del este." Pero justo después de eso, el embajador lituano en Alemania fue invitado para dirigirse al Parlamento alemán de manera que él pudiera expresarse en torno a la amenaza contra la "democrática Ucrania" por parte de los "agresores rusos". Alemania decidió quedarse con los tanques.

La ministro de la defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, recientemente ordenó cancelar la anterior decisión de dar de baja los anticuados tanques Leopard. Podría suponerse que los anticuados vehículos serían enviados a Ucrania. El ministro de hacienda de Alemania, Wolfgang Schauble, quien se había referido a la reducción del gasto militar, señaló hace un par de semanas que el presupuesto de la defensa sería incrementado a partir del año 2017.

El ex ministro de la defensa, Thomas de Maiziére, solía quejarse acerca del pacifismo alemán. Su sucesora, Ursula von der Leyen, supo lo que tenía que hacer. A partir del año pasado, ella comenzó a decirle a los alemanes lo mal equipada que estaba la Bundeswehr (fusiles que se recalentaban, barcos que no navegaban, etc.). Ahora ella tiene la seguridad que los alemanes han comenzado a darse cuenta que no hay tal cosa como pasajes gratis y que la seguridad es algo por lo cual hay que pagar. A ella le gusta citar a Henry Kissinger que una vez dijo que Alemania no podía deshacerse de la carga de responsabilidad.

¿Cómo podría Alemania demostrar que es responsable e independiente? ¿Permitiendo que los nuevos tanques norteamericanos lleguen a Bavaria? Una figura prominente como Franz Josef Strauss, presidente de la Unión Social Cristiana, miembro del gabinete federal desempeñándose en diferentes cargos y durante largo tiempo ministro-presidente del estado de Bavaria, no le gustaba el hecho que las fuerzas de ocupación estuvieran desplegadas en territorio alemán. Han pasado 27 años desde su muerte. Nada ha cambiado. El armamento nuclear norteamericano sigue estando estacionado en Alemania, a pesar que en el año 2009 el acuerdo de la coalición firmado por ambas partes incluye de manera específica conversaciones con la OTAN y Estados Unidos para retirar tal armamento.

De una manera u otra, la campaña propagandística del ministerio de la defensa ha producido sus resultados. Según recientes sondeos de opinión, entre 30 y 40 por ciento de la población apoya el incremento en el gasto de la defensa. El gobierno, por su parte, continua con el esfuerzo. Vale la pena notar que unos 400 políticos, oficiales militares, expertos y periodistas unos 300 ciudadanos participaron en los debates de Knorgsronn, además de unos 100 estudiantes. La campaña propagandística para aumentar el apoyo popular de incrementar el poderío militar, también apunta hacia la juventud alemana.

Al dirigirse a la conferencia en Konigsronn, el capitán Andreas Steinmetz de la Asociación Alemana de la Bundeswehr, señaló que esta "debe estar preparada para actuar". El Teniente General, Richard Rossmanith, comandante del Alto Mando Conjunto Multinacional con sede en Ulm, Alemania dijo que el mundo se estaba sumiendo en un gran desorden y que eran los alemanes quienes tenían que cambiar la tendencia. ( ¡! ).

Europa debería conocer qué palabras se están pronunciando actualmente en Konigsronn, ciudad natal de Johann Georg Elser, miembro del gabinete, quien planificó y llevó a cabo un elaborado intento de asesinato contra Adolfo Hitler y otros líderes nazis de alto rango. El día 8 de noviembre de 1939 en el local de la Bürgerbräukeller, una enorme cervecería frecuentada por los nazis en la ciudad de Munich. Una bomba de tiempo oculta en un pilar detonó durante el discurso del putsch de Hitler en la cervecería ese día 8 de noviembre de 1939. Hitler había abandonado el local 13 minutos antes de la explosión. Elser fue detenido por la Gestapo en la frontera suiza. Se le mantuvo detenido sin juicio como prisionero especial de Adolfo Hitler durante más de cinco años hasta que fue ejecutado en el campo de concentración de Dachau el día 9 de abril de 1945. Hoy en día en que el mundo celebra el 70º aniversario de la Gran Victoria sobre la Alemania Nazi, este hecho es silenciado en toda Alemania.

Esta actitud hacia la historia actualmente prevalece en toda Alemania. Los jóvenes alemanes llegarán a ser adultos, pero entonces ¿llegarán a saber quién fue Johann Georg Elser y por qué entregó su vida?

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