Honduras, el sitio más oscuro del patio trasero

Honduras, durante la década de los ochentas y sobre todo durante la nefasta gestión de Reagan en la casa blanca, se erigió, como el centro de operaciones regional para combatir a los movimientos insurgentes surgidos en las hermanas repúblicas del El Salvador y Guatemala; y, como cuartel general estadounidense, en la tupida batalla contra la revolución Sandinista que triunfó en Nicaragua en 1979. Para esta misión se exportó sin escrúpulos de ningún tipo, la famosa y abyecta operación "Charlie", que consistió en poner en práctica toda la experiencia de las dictaduras Chilena y Argentina en guerras de baja intensidad, contrainteligencia, terrorismo de estado, desapariciones forzadas, torturas y asesinatos selectivos. Es fácil inferir a partir de estos hechos antes descritos, que Honduras ha sido tradicionalmente un territorio de mucho interés para el gigante del norte y que siempre ha tenido una influencia notoria y descomunal en los asuntos del estado catracho.

En los últimos días, se ha anunciado que Estados Unidos ampliará su presencia militar en Honduras con el envío de 250 marines, helicópteros y un catamarán de alta velocidad que formarán parte de una unidad especial para "operaciones de colaboración"; también, en su momento, se filtraron rumores de que en territorio catracho se iba a construir la base norteamericana más grande de la región. A medida las tensiones militares y diplomáticas entre Rusia, algunos miembros de los BRICS, y Estados Unidos se sigan incrementando, la potencia del norte seguirá recurriendo a sus viejos aliados para estar preparado militarmente para cualquier acción en cualquier región en caso de ser necesario. En Tegucigalpa, el partido Nacional que gobierna hace 5 años el país centroamericano- después de obtener el triunfo dudosamente en los últimos dos comicios electorales-, se ha plegado irrestrictamente a las órdenes emanadas desde Washington y el comando sur, siendo fiel, a la lúgubre tradición de la clase política hondureña caracterizada por el servilismo y sumisión con que se doblegan a los designios del pentágono. Juan Orlando Hernández, actual Presidente del país catracho, ha seguido una política exterior bastante pusilánime y carente de dignidad, en su momento, inclusive, ha coqueteado con los gobiernos progresistas del sur, sin embargo, ante el in crescendo de las tensiones entre los bloques alineados y no alineados, ha optado por siempre doblegar las rodillas, ante las órdenes desde el norte.

De esta manera, parece ser que Honduras vuelve a su infame papel de obediente satélite la maquinaria imperial anglosajona, mientras que, su población se debate en temas de mayor trascendencia y urgencia como ser la seguridad, falta de empleo, desnutrición, miseria y pobreza que abate a más del 65% de la población Hondureña. Hernández anunció el 26 de Marzo del presente, que abriría una licitación para que la base militar Estadounidense y aeropuerto Palmerola, pase al control civil y se convierta en el próximo aeropuerto internacional del país centroamericano; sin embargo, evidentemente, este anuncio se contradice, con el refuerzo de tropas americanas en Honduras, y es muy probable, dadas las circunstancias, que esta medida jamás se llegue a concretar en el corto plazo.

La oposición política integrada por los partidos mayoritarios del país, incluyendo al partido Libertad y Refundación(izquierda), se han estado uniendo paulatinamente en el congreso nacional de la república para frenar la maquinaria institucional nacionalista que controla prácticamente todos los poderes del estado; ante este panorama, es seguro que la casa blanca, tratará de evitar a toda costa que una coalición liderada por las fuerzas progresistas del país llegue al poder- considerando justamente la azarosa circunstancia geopolítica- es muy probable que Washington despliegue todos sus recursos en apoyar un continuismo nacionalista o colocar en el poder, a alguna fuerza política que no ponga en riesgo la hegemonía yankee sobre su tradicional cuartel de operaciones en Centroamérica.

En definitiva, ante el inminente incremento de hostilidades a nivel mundial entre los bandos en pugna, es muy probable que la política interna de Honduras sea influenciada de mucha mayor forma de lo que ha sido hasta ahora, por el pentágono y sus secuaces; y, por ende, se avizora con acendrado repudio, que Honduras vuelva a convertirse, en el sitio más oscuro del patio trasero Estadounidense.

México, Distrito Federal

 



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