Más allá del discurso bravucón en contra de los estadounidenses

Desde este espacio aprovecho para repudiar cualquier intromisión foránea en los asuntos nuestros, y más si viene de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), una nación que en materia de su política internacional ha sido, desde tiempo atrás, irrespetuosa y criminal hacia los pueblos del mundo. Quién ponga esto en dudas es realmente una persona ignorante y arrastrada, ya que se puede estar en contra de la dirigencia que actualmente gobierna el país, pero de allí, a estar a favor de una intervención gringa en territorio venezolano, quién piense eso como solución, es alguien con la cabeza bien vacía. Si bien los EEUU no han declarado formalmente la guerra a Venezuela, no podemos banalizar sus señalamientos y recordar como empezaron las intervenciones en Afganistán e Irak, generando a través de lo mediático la justificación de una acción bélica para erradicar la amenaza que representaban para el mundo ambas naciones.

Por lo tanto, debemos estar muy atentos a los acontecimientos que se desarrollen de aquí en adelante ya que la posición fijada desde Washington pudiera venir acompañada de otras medidas. Sin embargo, considero que también es muy importante tener mucho cuidado con esos discursos bravucones y no dejarnos llevar por “lideres” que a fin de cuentas no resultan ser coherentes con lo que pregonan y hacen. Si tienen dudas de esto, volteemos la mirada a los hechos del 12 y 13 de abril de 2002 ¿Cuántos dirigentes que hoy están retando a los gringos que de pisar territorio venezolano serán acabados no se escondieron el 12 y 13 de abril y dejaron solo al pueblo? ¿Cuántos fueron a esconderse a sus residencias ubicadas en zonas no tan populares mientras el pueblo no dudó en salir a las calles a defender la revolución? Pero ahora intentan ponerse como salvadores al hacer creer que ellos se fueron a los barrios a organizar al pueblo, cosa que es falso y de ser así porque no encabezaron la lucha en la calle. Ninguno de ellos fue visto, fíjense que en el documental “La Revolución No Será Transmitida” al momento que Aristóbulo y Willian Lara entran al Palacio Presidencial, luego que las ratas fascistas huyeran, desconocían el paradero del entonces Vicepresidente Diosdado Cabello y empezaron a hacer llamadas para intentar localizarlo para que viniera a juramentarse mientras llegaba el Comandante Chávez.  

Otro caso, fueron las pasadas güarimbas, dónde mucha gente del pueblo salió a repudiar las acciones de ese sector disociado de la oposición y puso su sangre para defender este proceso, y allí jamás vimos a estos dirigentes bravucones al frente de la batalla o a un hijo o hija de estos dirigentes poniendo su sangre para defender la revolución. En esto debemos estar muy pendientes porque a veces, lamentablemente, caemos en pasiones para finalmente servir a los intereses de los que se disputan el poder y sencillamente terminamos siendo  utilizados para poner la sangre, como históricamente, la han puesto los humildes.

En este contexto, quisiera saber que garantía tendremos como pueblo, que en caso, de una invasión de los gringos cuantos de los voceros o voceras en funciones de gobierno saldrán al frente y no se esconderán con sus familiares en alguna embajada o en sus casas como muchos lo hicieron el 12 y 13 de abril de 2002, claro, no por ello nos rendiríamos en la lucha, pero sí sería bueno saber quiénes estarían resteados en el combate a la hora de enfrentar una acción de la magnitud que representa todo conflicto belicista. Porque, resulta muy fácil hacerle ver al pueblo que en caso de una intromisión gringa, éstos saldrían con las tablas en la cabeza pero a la hora de la verdad estos alentadores no los vemos por ningún lado.

De tal manera, que, ante un hipotético escenario de una intervención militar extranjera, deberá entender esta dirigencia que los liderazgos que quedan marcados en la memoria de los pueblos son aquellos que lo dan todo por el beneficio de las mayorías excluidas en cualquier escenario que se les presente. En este caso, será muy importante la coherencia con la que se actúe bajo la lógica anti imperial y anti capitalista, y entender que más allá de las palabras y fuertes discursos son las acciones finalmente las que determinan una realidad.

Así que, si quieren aprender a ser verdaderos líderes con acciones coherentes deberán empezar por revisar al mismísimo Comandante Chávez, y hacer serios análisis de su coraje y firmeza en los casos: del 4 de Febrero de 1992, que a pesar de haber fracasado los objetivos trazados por ese movimiento militar, dio la cara ante el país y no fue a esconderse en algún sitio para salvar su pellejo; del 11 de abril de 2002, que pese a la presión de la burguesía nacional apoyada por Washington, el Comandante Chávez se mantuvo en el Palacio Presidencial y no se doblegó ante nadie ni salió corriendo a una embajada buscando que le garantizaran su vida; y por último, la batalla del 7 de Octubre de 2012, dónde a pesar de sus problemas de salud venció las adversidades y de manera admirable no se dejó dominar psicológicamente por la enfermedad ubicándose al frente de ese momento político, eso muchos lo han banalizado,  pero allí es donde resulta importante entender el tipo de enfermedad que padecía el Comandante, la cual se caracteriza no sólo por debilitar físicamente a las personas sino además emocionalmente.

¡Ni injerencia imperialista Ni reformismo social-demócrata! ¡Sólo revolución y Socialismo para salir de la crisis!

alvarezramon7010@gmail.com



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Ramón Álvarez


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