Venezuela en la mira del imperio: no se deje distraer compañero Maduro

No cabe duda de que el proceso bolivariano está en la mira del imperio, por múltiples razones de sobra conocidas y que no vale enumerar aquí. El objetivo no es un secreto para nadie: Washington desea ver regresar al Palacio de Miraflores un Jefe de Estado con una política que este más en acorde con sus intereses. Sin embargo resulta imprescindible comprender cuál es la estrategia implementada por el enemigo para alcanzar ese objetivo. De lo contrario se corre el riesgo de desarrollar una estrategia de contrataque equivocada, y por lo tanto de abrirle el camino al enemigo hacia la victoria. Nunca está de más volver a leer el clásico Arte de la Guerra de Sun Tzu, cuyos planteamientos estratégicos siguen siendo de actualidad aún 2500 años después de haber sido escritos.

Los asesores del Presidente Maduro parecen desconocer tanto la forma de actuar del enemigo como los fundamentos básicos de la estrategia. En el caso venezolano, tres postulados me parecen de suma importancia.

Primer postulado: el arte de la guerra está basado en el engaño.

El engaño es la base del Arte de la guerra, pues el que logra engañar a su enemigo lo pone en una postura de debilidad dado que éste no sabrá por qué lado le llegarán los golpes, y menos aún el golpe de gracia. Confundir al enemigo acerca de la estrategia seguida lo obliga adoptar una estrategia de contrataque errada y por lo tanto ineficaz.

Partiendo de este principio, todos los actos del enemigo deben ser analizados con la finalidad de descubrir cuál es la verdadera intención que esconden.

Ahora bien, al escuchar las recientes declaraciones del Gobierno bolivariano, pareciera que aún vivimos en plena época de las doctrinas Monroe o del Gran Garrote. ¿Será que los analistas, diplomáticos, estrategas y miembros del Alto mando militar que rodean y aconsejan al compañero Presidente realmente consideran la posibilidad de que los Estados Unidos despliegue su poderío militar y lance un ataque para invadir el territorio venezolano? ¿Realmente contemplan la posibilidad de que los sitios estratégicos de la capital y del territorio nacional sean bombardeados por aviones de caza, cruceros, destructores de propulsión nuclear y submarinos de los EE.UU? ¿Acaso creen realmente que los EE.UU van a enviar a sus paracaidistas sobre Caracas?

La probabilidad de que esta opción sea realizada es inferior al 1%, pero no cabe duda de que alguien sale ganando cuando el Gobierno bolivariano cree y advierte a diestra y siniestra que va a ser atacado por los EE.UU: ¡los propios EE.UU!

En efecto, no cabe la menor duda de que el escenario de la invasión norteamericana no es más que una distracción, elaborada y alimentada por los propios Estados Unidos con el fin de desviar la atención del Gobierno venezolano y atraerlo a una trampa empujándolo ingeniosamente a tomar medidas contraproducentes.

Segundo: Conocer al enemigo: ¿cómo funciona el Imperio?

Resulta imprescindible conocer el funcionamiento y el modo de actuar del Imperio para poder pretender resistir a sus embistes. La política exterior estadunidense actual no es la misma que la que utilizó en los siglos pasados, y los EE.UU. no están interesados en conquistar territorios sino mercados, a los cuales acceden gracias a gobiernos aliados que les abren las puertas a sus inversionistas. El objetivo de la política imperial estadunidense ha sido entonces promover el acceso de sus aliados políticos a las más altas funciones de los gobiernos que tiene en la mira.

Con más de 60 años de experiencia, la CIA es experta en poner y deponer gobiernos a su antojo, pero es necesario tomar en cuenta que sus técnicas han ido evolucionando: el tiempo de los operativos tipo PBSUCCESS -que sirvió para deponer al presidente guatemalteco Jacobo Arbenz Guzmán (1954)- quedó atrás, una acción militar directa es impensable dado el contexto geopolítico actual (la última invasión en el continente remonta al año 1989 con el derrocamiento de Noriega en Panamá) y el método más efectivo hoy en día es la transición democrática implementada por medio de las “revoluciones de color”.

Por lo tanto, la estrategia favorita de la CIA –y la que más efectiva puede resultar en Venezuela- es la técnica de la desestabilización. ¿Por qué? Porque a largo plazo la desestabilización puede traerle a los EE.UU. beneficios mucho más importantes que cualquier intervención armada (cuyas consecuencias negativas son tan numerosas que, repito, ese escenario no es digno de ser tomado en cuenta seriamente).

No debemos olvidar una realidad: Estados Unidos tiene a su alcance derrocar al gobierno venezolano sin siquiera mandar un solo soldado ni disparar una sola bala.

Tercero: El maestro de la guerra somete a su enemigo sin luchar

Es interesante comprender la estrategia del bloqueo contra Cuba, implementado para provocar condiciones de vida insoportables para los cubanos con el fin de incitarlos a exigir un cambio de gobierno. El Secretario de Estado asistente Lester Mallory redacta en 1960 un documento en el que se instruye la política a desarrollar por las administraciones norteamericanas para liquidar la Revolución, indicando textualmente:

“ La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (…) No existe una oposición política efectiva (…) El único modo efectivo para hacerle perder el apoyo interno (al gobierno) es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (…) Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica (…) negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

La desestabilización que vive Venezuela hoy en día -en sus vertientes políticas, económicas y mediáticas- no tiene otro fin que “provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria” de las bases populares que son la principal plataforma del electorado chavista.

¿Por qué Estados Unidos atacaría Venezuela pudiendo muy fácilmente continuar con su estrategia de desestabilización, provocar la insatisfacción del electorado, favorecer la victoria electoral del sector político más afín a sus intereses y así obtener la llegada de un nuevo gobierno amigo en el Palacio de Miraflores?

Conclusión

El mayor peligro para la Revolución bolivariana no es una invasión yankee, es no poder lidiar con el descontento de su población y perder un referéndum revocatorio. Vale la pena recordar el pequeño margen de diferencia con el cual el Presidente Maduro llegó al poder en el 2013.

Llama la atención que según una encuesta publicada por GISXXI el pasado mes de febrero, los principales problemas del país según los venezolanos son:

1- El desabastecimiento /escasez de alimentos (26%)

2- La inseguridad (24%)

3- La inflación / costo de la vida (19%)


Estos tres temas suman cerca del 70% de las opiniones. Siguen asuntos como “otros problemas” (6%), “desempleo” (5%), “asistencia médica” (4%), “los servicios públicos” (4%), “división política” (3%), “mal gobierno/mala gestión” (2%), “corrupción” (1%), “educación” (1%).


En ningún momento aparece el tema de una “invasión imperialista”.

Compañero Maduro, no se deje engañar.

La estrategia del Imperio no es atacar a Venezuela. La estrategia es seguir desestabilizando.

No se descuide por declaraciones agresivas o intentos de golpe cuya única finalidad es perturbar la acción de su gobierno.

No se desgaste tanto por el enemigo del exterior y preocúpese por el enemigo interior. No se deje distraer de las verdaderas necesidades y preocupaciones del pueblo. No se distraiga ni desgaste su imagen con discursos anti-imperialistas, mejor enfoque su acción política hacia hechos concretos para favorecer el socialismo y el bienestar del pueblo, con medidas en contra de la escasez organizada, de la especulación, del contrabando, y del peor acto contra-revolucionario que es el de la corrupción dentro del chavismo.

Ya sabe Ud que cuenta con un pueblo que no permitiría ni un ataque del exterior, ni un golpe de Estado.

La mejor forma de combatir el Imperio es construyendo un socialismo eficaz, que sea un ejemplo para los demás países y muestre el camino hacia un mundo mejor.

la.reygada@gmail.com


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