Los precios del petróleo como arma ¿Son realmente efectivos contra Rusia?

Estados Unidos está enfrascado en actividades más bien dudosas en sus intentos por dañar la economía de Rusia forzando la caída de los precios mundiales del petróleo.

Estados Unidos se ha convertido en el más grande productor de petróleo en el mundo, junto con la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP y Rusia. La nueva tecnología de fracturación es más costosa que la extracción petrolífera por métodos convencionales y no resulta rentable con los precios bajando por debajo de 60-70 dólares por barril. La caída de los precios del petróleo rebaja los precios de las acciones de las compañías. Durante tres meses los precios de las acciones de compañías conocidas por estar manejando vehículos con "revolución energética" han descendido en un promedio de 40 por ciento. Las más importantes, tales como la Apache Corp. (APA); ConocoPhillips (COP); Enerjex Resources Inc. (ENERJ); Marathon Oil (MRO); Continental (CLR); Noble Energy (NBL); Southwestern Energy (SWN); Anadarko (APC); Pioneer Natural Resources (PXD) han visto caer los precios de sus acciones entre 30 y 50 por ciento en comparación con los precios máximos alcanzados a mediados del año pasado.

El proceso continúa, la dinámica de los precios de las acciones parece un globo desinflado. La caída de los precios del petróleo detonó un desplome de casi 40 por ciento en los permisos para pozos nuevos en todo Estados Unidos durante el mes de noviembre en comparación con octubre. El retroceso fue una "respuesta muy rápida" a los precios del crudo en Estados Unidos, dijo Allen Gilmer, Gerente Ejecutivo de Drilling Info. Inc. La perforación costa afuera también está siendo afectada. Transocean, la más grande empresa dueña de la mayor flota de perforación costa afuera en aguas profundas, recientemente tuvo un cargo de 2,76 mil millones de dólares a consecuencia de la sobreproducción.

La política de Washington para bajar los precios del petróleo podría afectar negativamente a la economía norteamericana y hacer que el proceso adquiera una tendencia irreversible.

La caída limita el acceso de las empresas energéticas norteamericanas al mercado de capitales.

Desde comienzos del año 2010 los productores energéticos han elevado en 550 mil millones de dólares en nuevos bonos y préstamos cuando la Reserva Federal mantenía el costo de los préstamos casi en cero, según el Deutsche Bank AG. Con los precios del petróleo en caída, los inversionistas están cuestionando la capacidad de algunos emisores de bonos de alto riesgo (bonos basura) para cumplir con sus instrumentos de deuda a largo plazo.

Existe un círculo vicioso. Una menor rentabilidad reduce la capitalización de una compañía haciéndola vender sus activos para evitar la quiebra. Esto causa pérdidas adicionales bajando la venta de sus acciones y, posteriormente, esto desemboca en la incapacidad de pagar los préstamos debido a la reducción en el precio de las acciones. Las previsiones de la Agencia Internacional de Energía, AIE y la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP para el año 2015 pronostican una menor demanda para el consumo de petróleo en los últimos doce años. Esta noticia envió en picada las acciones causando en una semana la erosión de un millón de millones de dólares en capitalización en los mercados globales.

El aumento en las quiebras de empresas energéticas preocupa a los expertos de Wall Street. Esto podría propagarse a través del sistema financiero y golpear a los bancos. "No cabe duda que para las compañías energéticas con un perfil deudor de alto riesgo, el mercado de deudas de alto rendimiento está esencialmente cerrado en esta etapa", y existen indicios que mayores penurias podrían golpear el sector", lo dice Dan Heckman, alto estratega con ingresos fijos en la Administración de la Riqueza de los Bancos de Estados Unidos. Así mismo agrega que "nos estamos acercando al punto en que esto se torna muy preocupante". Su opinión es compartida por Jacques Sapir, presidente del Centro de Estudios de Modos de Industrialización (CEMI-EHESS) quien declaró a Europa 1 que "la caída de los precios podría tener graves consecuencias para la extracción de gas de esquisto, combustible líquido de esquisto carbonáceo y de las denominadas arenas bituminosas.

Actualmente, la producción dejó de ser rentable.

Los productores han recibido grandes préstamos de parte de bancos norteamericanos. La situación crea las condiciones para que el sector bancario norteamericano colapse.

En consecuencia, esto golpeará los fondos de pensiones, a los inversionistas privados y a los bancos tenedores de bonos especulativos, bonos basura, inversiones riesgosas que tienen el potencial de producir un alto rendimiento, lo cual causaría un efecto desastroso a través de todo el sistema financiero y haciendo inevitable la repetición de la crisis del 2008-2009.

Según un análisis de The Prudent Bear, "Las quiebras en el sector energético –muchas de las cuales ocasionarán que su capacidad productiva sea sacada del mercado—con la consiguiente tercerización de la capacidad manufacturera de uso energético intensivo lo cual causaría un daño que sobrepasaría lejos cualquier beneficio ocasionado por el aumento del consumo. La destrucción de capital a raíz de las quiebras reduce la riqueza de la sociedad al reducir la cantidad de capital disponible para cada trabajador. A su vez, en el largo plazo, reducirá los niveles de vida de los mismos trabajadores y en consecuencia, su capacidad de consumo.

El gasto adicional, mucho del cual será empleado en importaciones, no trae ningún beneficio ni siquiera que se acerque al mismo nivel de importaciones." La producción energética de esquistos ha creado nuevos puestos de trabajo.

Los estados petroleros han agregado 1,36 millones de puestos de trabajo desde el mes de diciembre del 2007 mientras que los estados petroleros tradicionales han perdido 424 mil puestos de trabajo.

Concentrados en perjudicar a Rusia, los norteamericanos no se dan cuenta de lo que está pasando en su propia casa.

El 9 de noviembre del 2014 The Guardian escribió (4) que "el Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, supuestamente firmó un acuerdo con el Rey Abdullah en el mes de septiembre a través del cual los sauditas venderían petróleo por debajo del precio vigente en el mercado. Eso ayudaría a explicar por qué el precio ha estado cayendo en una época en que la turbulencia causada por el Estado Islámico en Irak y Siria, normalmente lo habría hecho subir." La conspiración apuntó a debilitar a Rusia y a golpear a Irán. Arabia Saudita necesita que el precio se mantenga por encima de los 90 dólares por barril para equilibrar su economía. Un poco de penuria resulta aceptable. Los sauditas están jugando a que ellos pueden vivir con un precio inferior de petróleo por más tiempo que los rusos y los iraníes y que por lo tanto, la operación sería de corta duración. Pero hasta ahora, esto no ha afectado la política exterior de Rusia ni tampoco de Irán.

Pareciera que los estados del Golfo Pérsico fueran los que más sufren. El costo más bajo de producción lo tiene Arabia Saudita, pero las cosas son mucho peores para sus socios. El pronóstico de la OPEP de fecha 21 de diciembre pasado, señala que la situación del mercado petrolero tomará un giro diferente que hará que los precios del "oro negro" vuelvan a subir. Es evidente que las declaraciones de los productores petroleros están llenas de exasperación.

Arabia Saudita, el principal exportador de petróleo en el mundo, dijo el 21 de diciembre que no rebajaría la producción para sostener el mercado aunque las naciones fuera de la OPEP si lo hagan, cosa que fue una de las señales más fuertes en el sentido que estaba preparada para aguantar uno de los peores desplomes del mercado en años. Hablando durante una conferencia energética en Abu Dhabi, el ministro saudita del petróleo, Alí al-Naimi culpó a la falta de coordinación de parte de los productores fuera de la OPEP –junto a los especuladores y a la desinformación—por el desplome. El ministro señaló que "Arabia Saudita con los países de la OPEP trató de restablecer el equilibrio en el mercado pero la falta de cooperación de parte de los países fuera de la OPEP, agregado a los especuladores y a la diseminación de información diversionista, condujeron hacia la caída de los precios". El ministro del petróleo de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail Mohamed Faraj Al Mazrouet, lo expresó de manera aun más contundente, diciendo que una de las razones más poderosas que condujeron al deterioro de los precios es la producción irresponsable de petróleo de parte de algunas empresas fuera de la OPEP, algunas de las cuales son nuevas en el mercado petrolero.

Es evidente que el ministro se refiere a Estados Unidos como el responsable al aumentar el suministro de petróleo de esquistos durante los últimos años.

Existen razones para creer que mientras abiertamente Arabia Saudita apoya a Estados Unidos, ella hace su propio juego que apunta a desplazar del mercado a los competidores, incluyendo a Estados Unidos. Hace algún tiempo, Riyadh solía decir que los miembros de la OPEP no recortarían la producción aunque el precio del petróleo cayera a 40 dólares el barril. Con la caída de los precios, los productores tradicionales tienen reservas suficientes para transitar un período de frugalidad, mientras que la industria norteamericana de los esquistos recibirá un golpe demoledor del cual no se recuperará.

Las tendencias económicas negativas ya se han hecho visibles en Estados Unidos, mientras que Rusia ni siquiera ha tomado contramedidas en tanto arrecia la guerra económica desatada contra ella. Existe una amplia gama de opciones abiertas para Rusia. Estados Unidos, dejándose llevar por las fluctuaciones de la divisa rusa, no le presta atención a cosas tales como la caída del valor de sus acciones en la bolsa o a la ambigua política de sus aliados.

En esto, uno no puede dejar de estar de acuerdo con las evaluaciones de Marin Katusa, jefe de la entidad Energy Investment Strategist, quien sostiene que "es cierto que las sanciones podrían dificultar a las empresas rusas el acceso a la tecnología occidental y finalmente afectar su producción petrolera. Pero eso solo si ellas se rezagan durante años –lo cual es muy dudoso, dado que el precio que la Unión Europea ya está pagando. Un recorte en la producción mundial de petróleo y un crecimiento global más vigoroso, entretanto posiblemente reequilibrarán el mercado petrolero." Los compradores de petróleo ruso pueden pagarlo en oro, no necesitan billetes verdes.

No es necesario explicar lo que le espera al dólar norteamericano en caso que lo hagan. Los productores petroleros rusos obtienen dólares por sus exportaciones mientras pagan sus impuestos con rublos. Esto significa que no es inminente una caída abrupta en los ingresos fiscales de Rusia. La Federación de Rusia puede también utilizar rublos en sus transacciones comerciales petroleras, lo cual devaluaría al dólar norteamericano al tiempo que estimularía la demanda global de su divisa nacional.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en editorial@strategic-culture.org

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

 



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