Crecía un clamor, derrumbo fronteras y emergió cual grito libertario: Por la libertad de los 5 antiterroristas cubanos, desde todos los rincones del planeta surgieron voces invocando justificadas razones. Los comités de solidaridad de aquí y allá enarbolaron la foto de los 5 hombres presos desde 1998 en las entrañas del monstruo imperialista, así les conocimos sus rostros y así prendimos la esperanza que a veces se convertía en desesperanza al no verlos de nuevo en la Cuba por ellos anhelada. Un final feliz ha llegado con el retorno de estos 5 hijos de la revolución, Cuba celebra su victoria, una explosión de júbilo ha recorrido las calles barriendo las tristezas y mostrando cuan fuerte es el alma colectiva que se ha tejido desde hace más de medio siglo en los ideales que gestaron la revolución cubana, esa conciencia histórica continua viva en las fibras de niños, jóvenes, viejos, hombres y mujeres que hacen parte de un pueblo que enfrento la tiranía para seguir el sueño de Martí, el sueño emancipador en busca de su propio destino.
En sincronía con este hecho se restablecen las relaciones diplomáticas entre el poderoso y sanguinario imperio y la pequeña isla caribeña que ha tenido que afrontar sus garras inclementes. La política norteamericana de criminal bloqueo atormentando la revolución cubana se consumó con una bárbara agresión económica que no pocos estragos le ha causado –dícese que “representan una pérdida para el país antillano de más de 95 mil millones dólares”- con una política comunicacional mediática y sicológica para aislarla y denígrala, con una política para asfixiar no solo su economía, sino sus sueños de volar como país libre y soberano, con agresión directa y múltiples intentos de asesinar a su máximo líder Fidel Castro, esa, la vil política pretensiosa de USA para retomar el control de la Cuba indómita y llevarla a la órbita de su hegemonía. Pero ocurrió, lo que ocurrió, el pueblo cubano no sucumbió, mantuvo dignamente su carácter independentista y socialista con pertinaz resistencia y el país del norte tuvo que admitir el fracaso, pues paradójicamente pese a su enorme poderío y dólares en vaivén, no logro sus nefastos propósitos. Y es ello y no otra cosa lo que explica el viraje encarnado en el presidente Barack Obama. Que nadie de las y los nuestros se engañe, no se nos pasa pensar que “un gobierno como el de los EEUU, pueda generar estabilidad internacional y/o regional”, tampoco es un acto de cortesía, mucho menos de bondad del país que hace pocos días no podía ocultar las atroces torturas que desde la CIA infringían en los cuerpos de nuestros herman@s de lucha y del país que mantiene en Guantánamo la más oprobioso desdicha. Un cambio de táctica, otra estrategia y el mismo objetivo, así lo dijo Obama en su discurso: “Después de todo, esos últimos cincuenta años han demostrado que el aislamiento no ha funcionado. Es tiempo de adoptar un nuevo enfoque".
Y desde la isla caribeña ¿qué podría motivar hacerse a relaciones diplomáticas, de distensión y de básicos mecanismos económicos? es que acaso el gobierno y particularmente quien dirige el proceso revolucionario hoy, -Raúl Castro-, ha-n declinado sus principios y convicciones y piensa-n en el poco a poco ceder y lanzarse a las fauces del modelo neoliberal y del capitalismo salvaje? No habría de plantear tan disparatada idea, de no ser por haberla visto expresada de alguna forma, una y otra vez en algunos artículos sobre el tema ¿Por qué dudar, de quien se ha mantenido firme y leal a su causa por más de medio siglo? porque juzgarlo de antemano por una medida en la que no compromete ningún principio ni hace concesión alguna?, Porque cerrarse a opciones que introduzcan algún cambio en el sufriente acecho del bloqueo?, Tampoco se está planteando una alianza estratégica con profundos objetivos comunes, ni se trata de que Raúl Castro y Barack Obama se hayan vuelto los mejores amigos. Resistir medio siglo en medio de las condiciones adversas que ha generado el bloqueo y no morir en el intento requiere férrea convicción y todo compromiso revolucionario, Cuba ha mostrado seguir firme en su proyecto, no hay ningún hecho que demuestra lo contrario, “hombres de poca fe”, porque dudáis del país que ha mostrado el más férreo antiimperialismo? Se trata de distensionar las relaciones y con ello abrirle un boquete al bloqueo, así dice en su discurso el presidente Raúl Castro: “Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto. El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar”
Los pueblos de América latina han tenido como referencia a Cuba en sus anhelos libertarios, ese, el sino antiimperialista de Cuba y la conciencia histórica que le guía es el bastión que hará de esta nueva etapa, una batalla más para seguir construyendo la patria socialista, nos resta unidad y solidaridad para que otra victoria sea posible.
