Perú": “Zapatero a tus zapatos”: Banco Central y Educación. (2 de 4)

Esta es la segunda parte de un largo artículo, en cuatro partes, escrito para el Perú a raíz del panegírico de un economista para su colega ministro de educación de este país. Sin embargo, las reflexiones que hago pueden ser válidas para otras realidades de América latina y el Caribe, principalmente. En esta segunda entrega me refiero a las alusiones que el economista de marras hace al Banco Central de Perú; a la educación; los maestros mal pagados; a la infraestructura, el soporte pedagógico, los profesores idóneos.

Banco Central

Refiriéndose al Banco Central del Perú el economista dice, tratarse de una institución de “clase mundial”. No sé si porque sus funcionarios son digitados por el FIM y/o el BM, o porque supone que la agencia peruana está al mismo nivel que la dupla a la que obedece y sirve.

 

En cualquier caso, ¿alguien puede suponer que algún banco central de un país sometido tiene “capacidad mundial” porque lo que hace es instrumentalizar la política “monetaria” que imponen esas instituciones para asegurar sus propios intereses y los de la empresa privada? ¿Puede alguien con un sol peruano, cuya emisión la tiene el BCP, comprar un alfiler en alguna parte del mundo fuera del Perú? ¿Presta el BCP dinero a las empresas privadas del mundo?

 

Los bancos centrales son instituciones subsidiarias que conforman la mafia tecnocrática del FMI y del BM para arruinar las economías nacionales. Las mafias del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal de los EEUU, conjuntamente con esa dupla de la ONU, lo son de la ruina de la economía europea y norteamericana con sus políticas de estabilidad monetaria y austeridad que generan desocupación y despojo de la seguridad social de los trabajadores. En Perú, de esto se ocupa el BCP. Hace lo mismo que hacen las grandes mafias del control monetario. Esto, ¿le otorga “capacidad mundial”?

 

No confundamos el servilismo de una institución y la genuflexión de sus funcionarios con “capacidad mundial”. El Banco Central de Reserva del Perú, tiene “capacidad mundial” porque sirve eficientemente a los organismos mundiales que generan hambre, desocupación, analfabetismo, ignorancia, guerras interétnicas, invasiones, bio-terrorismo, crisis ambientales, despojo y usurpación de territorios, migraciones forzadas, “desapariciones”, crimen organizado, inseguridad, mercenarismo, sicariato, prostitución…En suma,  “Estados fallidos”.

 

Educación

“…Una mirada al sistema educacional nos revela una carencia absolutamente incompatible con el concepto de país desarrollado”. Dice el economista.

 

Suponer esto es doblemente erróneo: primero porque asume una lógica al revés; segundo, porque el concepto de “país desarrollado” alude a una deformación histórica.

 

No se trata que el sistema educativo peruano se adecúe a un “concepto de país desarrollado”. Lo que se quiere es que el sistema educativo responda a la realidad. Esta no es sólo una exigencia para el Perú, sino para la mayoría de los países de América latina, del Caribe y del mundo. Implica, independencia económica y soberanía política. La lógica que subyace a lo que el economista dice, es la lógica del BM y de todos los organismos de financiación y cooperación. Tienen un “concepto de país desarrollado” e imponen que la realidad se adecúe a éste.

 

Lo que ocurre es que el Perú es una neocolonia o mejor aún, no ha dejado de ser una colonia. En otros términos, es un país ocupado, anómico. Un “Estado fallido”. Su educación responde a estas circunstancias.  Y, como colonia,  país ocupado y Estado fallido, tiene la educación impuesta por la institucionalidad que lo gobierna.

 

Uno puede encontrar los conceptos a los que la educación debe adecuarse en los documentos del BM. Estos se editan para cada cambio de gobierno. Para los dos último periodos presidenciales son, por ejemplo:

 

2012: ¿Está el piso parejo para los niños en el Perú?: medición y comprensión de la evolución de las oportunidades. (Encargado al actual ministro de educación del Perú).

2010: Perú en el umbral de una nueva era: lecciones y desafíos para consolidar el crecimiento y un desarrollo más incluyente, marzo 2010.

2006: Perú-la oportunidad de un país diferente: próspero, equitativo y solidario.

2006: Un nuevo contrato social para el Perú: ¿Cómo lograr un país más educado, saludable y solidario?

 

Se trata de documentos que el BM encarga a sus escribientes de todas las nacionalidades (incluyendo peruanos). El BM se reserva los derechos y usando un eufemismo suscribe: “los resultados, interpretaciones y conclusiones expresados ‘no necesariamente’ reflejan la opinión de los directores ejecutivos del Banco Mundial o de los gobiernos que representan”.

 

Aquí, ‘no necesariamente’, quiere decir que los conceptos se traducen en políticas y estrategias que el Banco impone a los gobiernos obsecuentes en otro documento que se titula “Estrategia de asistencia por países”. El BM entrega a cada presidente electo su respectiva “Estrategia” para su estricto cumplimiento durante “su mandato”. Para el caso del actual gobierno en el Perú, el documento se llama “Alianza estratégica con el país para la República del Perú- Ejercicio 2012-2016”. Aquí se condensan los objetivos estratégicos del BM para lo que debe hacer el gobierno durante su gestión. Igual hubo para uno para los gobiernos anteriores.

 

Todos los documentos se elaboran en base a las “lecciones aprendidas” durante el ejercicio gubernamental precedente. Estas “lecciones” no dan cuenta de cambio alguno; ni de efectos o impactos. Eso sí, de “avances importantes, pero insuficientes”. Lo que advierte la urgencia de más “ayuda externa”. Esto es, más deuda, más ocupación militar latente, más corrupción, más anomia.

 

Las otras instituciones financieras (BID, USAID) también tienen sus “Estrategias de asistencia por países” concordadas con las del BM. Es en base a estos documentos que cada institución financiera convoca a sus “socios inversionistas” extranjeros y nativos. Lo hacen a través de documentos que se titulan: “Haga negocios lucrativos con…”, el BM, el BID, USAID, según corresponda. El Perú es la segunda economía de América Latina con el mejor clima para hacer negocios, según el ranking de Doing Business (DB) 2015 del Banco Mundial (BM). Todos se felicitan por esto. Empezando por la “Primera dama”.

 

Maestros  mal pagados

Otra de las apreciaciones que hace el economista se refiere a “los maestros mal pagados”. Reiterando su equívoco, aquí también alude al efecto pero no dice nada de la causa. Tal vez una lectura de las políticas de ajuste y de las específicas del FMI-BM para el sector educación podrían ayudarle a cimentar sus sesgos.

 

¿Por qué pagarles mejor a los docentes si desde Jomtien, Dakar y París todas las “reformas” impuestas (incluyendo la “revolución educativa” del actual gobierno peruano) están orientadas a mediocretizar la educación pública para hacer más rápida su desaparición y su reemplazo por variadas formas de privatización?

 

En las conferencias mundiales de Jomtien y de Dakar quedó claramente establecido que había que asegurar la masificación de la matrícula escolar en primaria y secundaria, y asegurar que los estudiantes “aprendan” a leer, escribir, calcular, “tenga valores” y se “formen” en ciudadanía. Para esto no se necesita maestros bien pagados. Gastar en pagarles a los maestros (sólo lo que les  corresponde por el trabajo que realizan) afecta el “equilibrio fiscal”, la “austeridad”, que imponen el FMI y el BM y ponen en práctica el BCP, el ministerio de economía y el de educación, en este caso.

 

Lo que hay que asegurar son las ventas millonarias que los mercaderes socios del BM, del BID o de USAID, y de sus bancos asociados, le hacen al ministerio de educación en materiales, equipamiento, mantenimiento, asesorías y otros servicios. Los “socios inversionistas” tienen que concretar sus “lucrativos negocios”. Para eso los apalancaron.

 

Lo que el Estado tiene que hacer es comprar equipos, materiales y otros insumos, aunque no se usen, pero que se renueven. El Estado tiene que “invertir” en capacitación docente, sin importar su sentido y significado. Lo que cuenta es que se diga que se hace para elevar la “calidad” de la educación. En general, todo lo que se malgasta es para “mejorar la calidad”. Esa “calidad”, cuya definición “más clara y entendible” acuñó UNESCO: “adecuación del ser y el quehacer a su deber ser” (¡!).

Yo recuerdo, con lástima, lo que sobre la calidad dijera la que por obra y gracia de USAID fue ministra de educación, antes del actual: “la calidad son las escuelitas ‘marca Perú’ en los lugares más alejados de la geografía de este país; un ‘combo’ de local, materiales y profes; o la educación en clave de gestión: tiempo, plata y equipos”.

 

En efecto, esta ministra fue una eficiente administradora de los negocios de los mercaderes de la educación. Durante su gestión, se produjeron y repartieron materiales y equipos para la gran “revolución educativa” que la ministra y sus asesores bautizaron como “Rutas del Aprendizaje”. 

Aparte que nadie los entiende porque, para empezar, no son “rutas” sino “herramientas”, estos materiales “adecúan” la realidad educativa peruana a lo fue decidido en Jomtien y Dakar por el BM, UNESCO y la OCDE. Son un monumento al despilfarro. Uno más, de los muchos impuestos por la “ayuda externa” y ejecutados por el ministerio de educación. Nada hace suponer que el despilfarro del actual ministro sea menor y de igual o mayor inutilidad. Ayer fue el turno de USAID con sus “Rutas”, ahora es el del BM con algún otro “combo”.

¿Por qué están mal pagados los maestros? Porque lo  que importa no es la realidad que representa la educación pública en el Perú, ni el trabajo y las necesidades de sus docentes. Importa cómo “adecuar” la educación a la empresa privada y cómo hacer que el tránsito sea rápido pero suave. “Adecuar” el hambre de los maestros, y la de sus familias, al concepto sagrado de “disciplina presupuestal” impuesto por el FMI, es una forma.

Infraestructura, profesores idóneos, soporte pedagógico

En otro apartado, el “economista” dice: “Hoy la cuarta parte de los peruanos (7.5 millones) asisten a un colegio. Pero, ¿contamos acaso con una mayoría de profesores idóneos, soporte pedagógico adecuado, o infraestructura apropiada? La respuesta es no. No sorprende, entonces, que los escolares peruanos exhiban uno de los niveles de desempeño más pobres del mundo, muy por debajo del de nuestros pares en Latinoamérica”.

Otra vez, un juicio falaz. El “economista” no da cuenta de las causas de esta situación. Las reemplaza por un “no”, e inmediatamente sentencia el efecto: “pobres niveles de desempeño”.

No sé a qué se refiere cuando dice “niveles de desempeño”. Podría asumir que comparte el disparate difundido por la Cátedra Delors de UNESCO sobre “saber hacer”, o el otro sobre “competencias”, que se han afanado en instrumentalizar esa institución de la mano con la “Fundación mundial para la naturaleza” (WWF). De cualquier forma, dejo esto aquí, sin antes decir que por ahí “anda” un artículo mío sobre UNESCO y el currículo por competencias. Y, subrayar dos cosas:

Uno, los estudiantes obtienen aprendizajes. Unos mejor que otros. Unos los obtienen significativos y la mayoría, inútiles; que no les sirven para nada.

Dos, no conozco nada científico que afirme o haya demostrado que “profesores idóneos, soporte pedagógico adecuado, o infraestructura apropiada” procure, asegure, garantice, la posibilidad de obtener aprendizajes. El profesor, pedagogo y con sólidas bases científicas, creo que es, no sólo ineludible sino imprescindible. Pero un profesor “idóneo” es el que le gusta al BM, al BID o a  USAID, porque es el que se “adecúa”. Y el profesor que se adecúa impone aprendizajes inútiles, que entorpecen y alienan.

Dejando de lado esto, lo que importa decir es que si uno sigue el “razonamiento” del economista caerá en la cuenta de que lo que se necesita para contar con “profesores idóneos, soporte pedagógico adecuado, infraestructura apropiada”, es mayor inversión. Y para esto, están el BM, el BID, USAID, sus grupos de bancos, sus socios inversionistas, las ONGs. Está la “iniciativa privada”. Pero a esta, lo que menos le importa son los aprendizajes. Le interesa el negocio. Lo pueden hacer a través de “Obras por Impuestos” (OxI) o de las Alianzas Público-Privadas (APP), donde lo privado “se engulle” lo público.

En efecto, las APP han sido establecidas para las grandes concesiones de hasta 99 años. En educación se pueden concesionar instituciones educativas, Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL), Regiones de Educación para “dotarlas” de infraestructura, materiales, equipos, servicios, profesores idóneos. Igual como ocurre en Salud, donde la ex-ministra funcionaria de USAID entregó en concesión, a la empresa privada, los servicios hospitalarios del país. Todo, para “mejorar la calidad de la atención”. En cualquier caso, recuerde que no es cualquier empresa privada. Son los socios inversionistas del BM, del BID, de USAID.

Entender por qué el Estado no, pero sí la empresa privada, tiene que ver con la situación del Perú como país anómico, ocupado, fallido. Igual que Chile, Colombia, México: Los cuatro socios de la Alianza del Pacífico.

www.alizorojo.com



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Rubén Ramos Alizorojo

Sociólogo y educador peruano, postdoctorado en Filosofía, Política e Historia de las Ideas en América latina por la universidad del Zulia-Venezuela

 ruby_7872@yahoo.es

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