México: ¿atrapado sin salida?

Igual que la famosa cinta de finales de los años 70’s del siglo pasado “Atrapados Sin salidad”, protagonizada por el excelente actor Jack Nicholson, México pareciera estar atrapado en una locura colectiva, en donde los asesinatos selectivos, colectivos e indiscriminados,  han conducido a la pérdida de la capacidad de asombro de una población que, a más de llorar sus decenas de miles de muertos  y desaparecidos, la intentan distraer con pactos de élites con sueños “primermundista” y la persistencia de una programación en sus dos bipólicos canales de television:Televisa y Tv Azteca, que combinan cablegráficas  y afeitados noticieros de sucesos y política y mucho de deporte y farándula, patéticos  programas mañaneros con bailarinas y cómicos y una sucesión interminable  de telenovelas de formato único y un infaltable reality show conducido por Laura, una peruana fujimurista que se auto-exilió después de un juicio por corrupción.
 
La Masacre de Iguala de la Independencia y la posterior desaparición de cuarenta y tres (43) de los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en el  Estado de Guerrero,  no hizo sino elevar  al  nivel de escándalo inescondible e inaceptable, -  nacional e internacionalmente – lo que ya era y sigue siendo una situación permanente y generalizada violencia del binomio Estado-Crimen Organizado,  contras los agrupamientos políticos, sociales y sindicales  que, pese a esa acción represiva, siguen resistiendo en sus espacios una situación de violencia que, en los dos sexenios del ex-gerente de la Coca Cola, Vicente Fox y su delfin, Felipe Calderon y, en lo que va del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, le ha quitado la vida a casi 30 mil personas – sin contar las muertes por otros hechos criminales -  de los cuales, la inmensa mayoría de ellos, no ha sido posible localizar sus cadáveres.
 
Y es que la actual crisis política y criminal mexicana viene de muy lejos, acumula  muchos conflictos sociales y politicos en toda la exten sa geografía mexicana, por lo que ya el acuerdo de las elites y la capacidad del Estado para cooptar  diversos sectores sociales durante los años de “Dictadura Perfecta” del Partido Revolucionario Institucional, PRI, se han agotados y, no existe en la realidad actual ni en el horizonte político cercano, un mecanismo de recomposición de la relación de poder entre los diversos y contradictorios sectores de la sociedad mexicana de hoy, que permita relegitimar el viejo edificio surgido de la Revolución Mexicana de 1910-1917, mitológicamente construida en los caballos  y carabinas “30-30”  del Centauro del Sur, general Emiliano Zapata y, las oleadas de trenes repletos de campesinos-soldados  y sus Adelitas, detras del general Pancho Villa y su División del Norte.
 
Por si fuera poco, a pesar de todo el esfuerzo realizado por las elites del Poder por darle la mayor suma de legitimidad al proceso electoral de Julio 2012, en el cual fue proclamado como vencedor el actual Presidente Enrique Peña Nieto, fue de tal grado escadaloso el uso de  medios no legales de promoción y captación del voto y de la intromision ilegal y parcializada del bipolio televisivo de Televisa-Tv Azteca, que fue necesario que las elites políticas, económicas e institucionales de la República Mexicana tuvieran que suscribir un “Pacto Por Mexico”, con el fin de darle piso social y político  al deteriorado  establecimiento mexicano;  acuerdo que se deshizo en medio  de las contradicciones entre sus firmantes: El Partido Revolucionario Institucional  (PRI-gobierno), el Partido Acción Nacional (PAN- oposición leal de derecha) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD de izquierda reformista) al dividrse sus posiciones sobre la (Contra) Reforma Petrolera, la (Antisindical) Reforma Educativa, la (Reprivatizadora) Reforma de las Telecomunicaciones y la (Empresarial) Reforma Impositiva.
 
Aún con la existencia de un estado emocional y de conciencia impactado por la bestialidad del ataque a los estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, del municipio de Iguala, cometido por agentes de la Policia Municipal, a la cual se le sumo la Policía del vecino Municipio  de  Colula y la terminó - presuntamente-  el grupo-parapolicial de “Guerreros Unidos” y contó con la omisiva complicidad de la unidad del ejercito destacada a solo cien (100) metros del lugar de los hechos, está aumentado la grieta entre amplios sectores de la sociedad y las élites políticas y empresariales mexicanas y, en especial, del gobierno del presidente priista Enrique Peña Nieto, pero ello pareciera insuficiente – salvo algún hecho imprevisto que impacte en la “quilla” del mismísimo  Sistema establecido – que la situación actual de protesta calllejera y movilización social, culmine con una conmoción política que produzca cambios significativos en la actual relación de poder político empresarial mexicana, la cual cuenta para su sostenimiento, además de los poderes fácticos interno ( PRI, PAN, Empresarios, Alto Clero Católico, Fuerzas Armadas, Medios y el Gobierno de su poderoso vecino, los Estados Unidos de América), las cuales son hoy más que suficientes para evitar el descarrilamiento de un proyecto político identificado con el desarrollo de la integración neoliberal  que busca convertir a México, por lo menos, en el instrumento de extensión de la integración neoliberal ALIANZA DEL PACIFICO-TRATADO DE COMERCIO DE AMERICA DEL NORTE, (NAFTA por sus siglas en inglés) y de contención los cambios soberanistas y de Justicia Social que vive América Latina  y el Caribe.
 
Sin embargo, no le será fácil al Bloque de Poder hegemónico en México mantener su hoja de ruta privatizadora, neocolonial y neoliberal en las condiciones de crispación social y política  desatada por el Caso Ayotzinapa, por cuanto un Nuevo “Pacto Por México” es politicamente imposible por la previsible resistencia a todo acuerdo por parte de los antiguos socios partidistas, dado el seguro daño que les causaría en sus bases electorales semejante acuerdo pero, tampoco es posible tales acuerdos cupulares porque, fuera de ese estrecho y agotado espacio de  maniobra, no existe una fuerza propia capaz de instrumentalizar a una población sumida en la mayor incredulidad, rabia e indignación en contra de esa forma bastarda de pactar que sigue teniendo en la Sociedad del Capital.
 
La unica fuerza política con capacidad de movilización y proposición desde el amplio arco social y politico de la disidencia es  el Movimiento de Renovación Nacional, MORENA, liderizada por el  ex-alcalde de  la Ciudad de México y fundador del PRD,, Andrés Manuel Lopez Obrador, quien ya anuncia una propuesta para la  unificación y movilización nacional: la renuncia del Presidente Enrique Peña Nieto  y, comienza a tomar espacio en el cuerpo político de la Nación Mexicana, la idea de la Convocatoria de una Asamblea Constituyente que, como la realizada por las fuerzas de la Revolución Mexicana en 1.917, pueda refundar las bases de la República,  recuperar la eficacia del gobierno, imponer la honradez y la honestidad en el desempeño de la Administración  Pública, descartelizar el conjunto del Estado Mexicano (especialmente sus fuerzas militares y de policía), reivindicar la Soberanía Popular y defender la Soberanía Nacional, incluyendo, derogar  las reformas constitucionales,  las leyes relacionadas con el antinacional “Pacto Por México”,  responsable de la entrega de la riqueza petrolera mexicana  y las tierras campesinas, a las corporaciones petroleras  de los Estados Unidos de América y de los otros países del centro capitalista mundial. Amanecerá y veremos.


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Yoel Pérez Marcano


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