A las puertas de un golpe militar

Bajo ladridos de conspiración en Colombia

En nuestra patria la cabalgata por la paz viene creciendo con pasos agigantados provocando revuelo y desconcierto en aquellos que parecieran "perros" enemigos de la misma que ladran porque sabe que estamos cerca de un nuevo amanecer para la vida nacional.

En Colombia se dice que tenemos una tradición democrática quizá la más antigua de Latinoamérica, esto no ha querido decir que haya dejado de vivir peligros para sí misma los cuales han estado enmarcados dentro de gobiernos autoritarios y eclesiales como los gobiernos conservadores cuyo despotismo incendio conflictos, también estos peligros para la "democracia" o más bien el intento de democracia que se vive en Colombia se han desenvuelto en la era de la constitución de 1991 que es la que estamos viviendo; no obstante en nuestra vida republicana ha habido procesos de interrupción democrática enmarcados en los gobiernos militares, en nuestra historia moderna después de la pérdida del hoy seudoestado de panamá tuvimos dos gobiernos militares uno el presidido por el Teniente general Gustavo Rojas Pinilla quien llego el poder por un golpe de estado que puso fin a la dictadura elegida de Laureano Gómez y el segundo la junta militar que lo sucedió antecesora al frente nacional.

Desde entonces los militares no han detentado el poder, pero esto no ha querido decir que sus intenciones de tomarlo y los ruidos de sables se hayan esfumado y por ende hayan dejado de existir fracasadas intentonas golpistas como la que sufrió el gobierno de Alfonso López Pumarejo, como la que iba a suceder en el gobierno de Guillermo León Valencia cuando el general Álvaro Valencia Tovar se vio llamado a calificar servicios tras verse involucrado en ruidos de sables, posteriormente ya en épocas cercanas durante el gobierno de Ernesto Samper hubo un deliberado plan que pretendió llevar al poder a una junta cívico-militar para deponer al gobierno que se vio salpicado por el escándalo el proceso 8000 tras comprobarse que dineros del narcotráfico lo ayudaron a ser elegido, este golpe de estado fue abortado el día en que se iba a llevar a cabo tras el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, asesinato que no se sabe hasta hoy si fue perpetrado por los militares leales al gobierno Samper o por los militares conspiradores tras desacuerdos en cuanto a la composición de la junta cívico-militar que iba a tomar el poder y tras la falta de apoyo de los norteamericanos hacia el golpe militar; También en el gobierno de Pastrana hubo ruido de sables por el malestar que produjo en el estamento castrense el proceso de paz del Caguan.

Llama la atención que en el golpe militar de Rojas pinilla y en el que se iba a dar contra Samper, las condiciones eran bastante similares: El alegato de crisis institucional por ilegitimidad del gobierno, el temor suscitado del fortalecimiento de grupos alzados en armas, la percepción aparente de inseguridad, y la más "charra" excusa la del avance del comunismo en el país; estas mismas características se vienen generando en otro contexto histórico pero bajo condiciones similares.

En la actualidad el Gobierno de Juan Manuel Santos ha venido adelantando un proceso de paz con la guerrilla de las FARC-EP y acercamientos con el ELN, lo cual ha provocado que sectores reaccionarios adictos a la guerra y sus títeres estén llevando a cabo una campaña militar, mediática, política y hasta populista para frenar el avance de los diálogos de paz; y en esta formas de combinación de todas las formas de lucha, los sectores detractores del proceso de paz generan terror con vagos argumentos como el de vaticinar un crecimiento bélico de unas guerrillas que hoy están intentando buscar el cese del conflicto, también el de generar rumores en los cuarteles de que los reinsertados van a ser incorporados en la fuerza pública, de que van a liquidar gran parte de la misma, y hasta de que van a afectar de manera salarial a los uniformados activos y retirados; a eso sumémosle que en las pasadas elecciones presidenciales varios militares y policías realizaron bajo cuerda campaña hacia la candidatura de Oscar Iván Zuluaga, y también agreguémosle los rumores que aseguran cizañeramente que con un gobierno más del neoliberal y antipopular Santos triunfaba el castro-chavismo en el país.

Todo lo anterior busca crear desazón en la opinión pública y hacer creer la supuesta ingobernabilidad de Santos, eso es lo que ha calado en el imaginario colectivo y llama la atención cala con mucha fuerza en el estamento castrense activo el cual tiene un profundo sentimiento de malestar en su interior hacia el gobierno actual y cala con bastante fuerza en las asociaciones de reservas de la fuerza pública que hoy se encuentran en diferentes espacios "reclamando sus derechos", de allí que dichas asociaciones en concurso con sus compañeros activos añoren con sádica nostalgia los tiempos "hermosos de la fuerza pública" de la era Uribe Vélez.

En cuanto a la estrategia política llama la atención que los sectores enemigos de la paz se hayan organizado en torno al frente antiterrorista que más tarde paso a ser el puro centro democrático, el cual logro aglutinar las fuerzas más reaccionarias del país e incluso disidentes de izquierda como la nueva democracia moirista y algunos sectores traidores al M-19, que sumándose a esta manguala maquiavélica sostienen una campaña de terrorismo político encaminada a fortalecer la oposición al proceso de paz envenado sectores de la burguesía nacional y algunos transnacionales que hoy le apuestan a la paz porque se han dado cuenta que es más rentable que el conflicto, también dicha estrategia busca desprestigiar a la Marcha Patriótica, a la Unión patriótica y a varios sectores de pensamiento izquierdista o pensamiento amplio; señalándolos de ser el colchón político de las insurgencias, dicha charlatanería es reproducida tal cual balbuceos lora vieja por parte de las "sufridas" asociaciones de reservas de la fuerza pública que al interior de su relacionamiento umbilical con la fuerza pública activa empieza a victimizar de manera excesiva y empalagosa a sus miembros con el fin de genera lastima social haciendo el teatro de héroes victimizados haciendo ver una "cara amigable" de los sufridos proletarios y/o obreros de la guerra, a esos sumémosle el hambre de protagonismo de los líderes de dichas asociaciones que manipulando las necesidades del pueblo uniformado y sus familias han ido tomando la vocería política y en aras de reivindicar sus derechos han caído en la prostitución política e ideológica al no tener unidad de criterios y al "abrirle las piernas de sus causas" a cantidad de politiqueros de todos los pelajes, eso lo prueba como en las pasadas elecciones parlamentarias en vez de tener un candidato propio y apoyarlo para construir poder político lo que hicieron fue dividirse apoyando diferentes campañas políticas vendiéndose a sus mejores postores; también lo evidencia la doble cara de varias asociaciones que en su vida se han incluido de manera parasitaria en los movimientos de izquierda buscando protagonismo y financiación de sus luchas con su discurso pero con sus actuaciones y lenguaje militarista caen en ser títeres de la extrema derecha a la cual estuvieron subordinados en tiempos de su actividad la misma que prometiéndoles el cielo y la tierra los endulza y sabe utilizarlos electoralmente manipulando su dolor y el abandono en que el estado los ha tenido sumidos, basta con mirar como critican de manera envidiosa los procesos de reinserción de grupos irregulares pero no lo hacen como el legítimo derecho que tienen para ser reparados en igualdad como excombatientes sino como un vasto reflejo inusitado de un complejo de inferioridad que se expresa en su reiterada auto victimización tras proclamarse héroes y mártires superiores al resto de colombianos; es más varios de los líderes de asociaciones de reservas en especial las de oficiales han planteado de manera chiflada y deliberada la necesidad de remover al actual presidente y de instalar un nuevo gobierno de transición para convocar en un breve tiempo a nuevas elecciones, esto pretende crear sensacionalismo y tras crear base social con las reservas y sus familias se pueda lograr que se genere presión contra el proceso de paz y una oposición más fuerte al proceso de paz. Dicha idea ha sido maquinada en varios cocteles, reuniones y comitivas que se llevan a cabo en clubes militares, agreguémosle a esta esta estrategia política la asquerosa campaña de desprestigio contra los gobiernos progresistas del continente y el argot de pregonar como pitonisa descachada la profecía de que el castro-chavismo se está tomando la patria.

En cuanto a la estrategia militar está enmarcada en seguir asediando, persiguiendo, asesinando, desapareciendo e interceptando la vida misma de quienes están trabajando por la paz incluso al mismo gobierno de allí los escándalos de las chuzadas ilegales relacionados con las fugas y el tráfico de información que de parte de sectores de la fuerza pública llegaron a manos de la campaña de Zuluaga y de varios enemigos del proceso, otro de los puntos esta en manipular el dolor de los uniformados caídos y lisiados en combate para generar exacerbación de la muerte y la sangre y por ende generar un odio visceral colectivo hacia la insurgencia que también ha puesto sus muertos en el conflicto no sobra decir hasta sea capaces de fabricar atentados para culpar a la insurgencia, también está en los altos mandos el de sostener con mayor fuerza la ofensiva contra regiones donde hay recursos estratégicos, como también el disimulado descalificamiento institucional, el señalamiento de los movimientos sociales y populares como títeres de lo que ellos llaman narcoterrorismo; no obstante la campaña militar no es solamente lo anterior, está enfocada en hacerse los de la vista gorda ante el desbordado crecimiento del crimen y el narcoparamitarismo, también en ganar adeptos dentro de las tropas vaticinando el auge y crecimiento de unas guerrillas las mismas que dicen que están cogiendo fuerza pero que paradójicamente con suma contradicción afirman el mismo tiempo el "fin del fin" de las mismas, esto a fin de que ante un eventual golpe de estado o pronunciamiento militar que haga presión al ejecutivo, los sectores oscuros tengan capacidad de chantajear y presionar un posible nuevo gobierno que sería legitimado por movilizaciones sociales por parte de sectores afines al militarismo y descendientes del mismo, lo que generaría que con el apoyo de varios organismos de control sea removida la rama ejecutiva y ante el vacío del poder el congreso sea vea obligado o a nombrar un gobierno interino o puede en su defecto llegar a ser clausurado por el nuevo gobierno de facto que no dudaría por hay derecho en aplicar el mismo chantaje a la rama judicial, ello provocaría un ascenso político de elementos conspirativos que para controlar la situación no dudarían en declarar un estado de excepción como desayuno de una voraz represión, los mismos que se vanaglorian de la supuesta derrota de las guerrillas, y que con amplio despliegue se han dado orgasmos políticos con la seguridad democrática, la cohesión social y la confianza inversionista.

En cuanto a lo populista combinado con lo mediático la estrategia está enmarcada en ambientar la sensibilidad colectiva atizando las acciones de las guerrillas, esto a fin de generar más odio y resentimiento hacia dichos ejércitos irregulares insurgentes, pero a su vez atenuar las acciones de las ONTP(organizaciones narcoterroristas paramilitares) mal llamadas BACRIM que no es más que el narcoparamilitarismo desconfederado, por consiguiente y como elemento agregado está el de vincular a la población civil habitan de áreas en conflicto como población civil subversiva para que la comunidad al sentirse estigmatizada no se organice ni se movilice, de igual manera buscan ganar simpatía buscando el respaldo de varios sectores agrarios, empresariales, industriales, comerciales apoyando o sumándose a movilizaciones y expresiones como las "dignidades" de allí las coincidencias amoldadas del uribismo y la extrema derecha con los paros pero no es un apoyo directo como tal es nada más y nada menos que la búsqueda de apoyo social de manera tácita para sus fines desestabilizadores acercándose a los gremios golpeados por los tratados de libre comercio gestionados por ellos mismos, es también bastante preocupante que sectores de las reservas de la fuerza pública que apoyaron a Uribe ilusionados con la derrota de la guerrilla en dos años, ensalzados con supuestos beneficios prestacionales y salariales integrales que en su defecto les fueron recortados sean hoy los mismos que hoy caigan en manipulados por la extrema derecha que pretende rebajarlos a su máxima expresión convirtiéndolos en indigentes políticos haciendo que estos le pasen la cuenta de cobro de su desventura que viene de tiempo atrás al gobierno actual, y a este sancocho de cosas agreguémosle la actuación de sectores voltearepas del partido de la U y cambio radical que cacaraquean junto a los anteriores supuestas crisis de poder, de que la guerrilla se está tomando el país, que va a repartirle la burocracia, que el castrochavismo conspira contra el país entre otras afirmaciones demenciales.

Todas estas acciones combinadas nos dan a entender que existe una campaña soterrada e integral que procura revivir con amplia nostalgia tiempos en que la intimidación, la persecución, y demás improperios eran muy bien vistos y hasta aplaudidos por la sociedad, la verdadera conspiración contra Colombia busca desalentar a los colombianos en su anhelo por una paz estable y duradera, y la lucha clandestina y apátrida de los enemigos de la paz trata de imponer su visión que no es tan delirante si nos damos cuenta que se trata de la visión de delirantes de la guerra.

La pipa de la paz reposa en las manos de todos los colombianos, no en el gobierno ni en las insurgencias, por eso es importante que encendamos la yerba de la paz y nos trabemos con realismo fortaleciendo espacios como los frentes amplios por la paz exigiendo así que ni el gobierno ni la insurgencia se paren de la mesa, de ese modo podemos hablar con más claridad de un fin del conflicto el cual es muy importante ratificarlo exigiendo una asamblea nacional constituyente para que los acuerdos dados en las negociaciones sean en verdad herramientas para construir una paz con justicia social, tenemos que frenar el avance de esa mano negra que lucha tal cual vampiro de la guerra que combinando todas las formas de lucha es capaz de lograr un alzamiento militar y potenciar un gobierno de facto legitimándolo con descaro y hasta apoyo popular, en manos de nosotros como pueblo está el de acabar con siglos de desesperanza e injusticia, de terror y de incertidumbre, tenemos las herramientas incluso para hacer que se conviertan a esta fe y comunión por la vida y por la paz, aquellos enemigos de esta nueva Colombia que desde los albores y confines de la patria se está construyendo, es hora de frenar la ofensiva contra la principal víctima del conflicto que es el pueblo colombiano, ofensiva que se viene gestando desde el vientre y las entrañas del oscurantismo y el militarismo colombiano en total contubernio paternal del narcoparamilitarismo.

 



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Manuel Andrés Ibarra Gutierrez


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