Estado Islámico y Al Qaeda es lo mismo

Una pieza clave en la propaganda que apoya a los planes de Washington
y la OTAN encaminados a derrocar al gobierno sirio y a su Presidente
democráticamente electo, es etiquetar a la provincia siria de al-Raqqa
como base de operaciones de Estado Islámico.

Un artículo, apoyado con un video, publicado por el Wall Street
Journal de Nueva York sobre, “cómo se vive dentro de de la base del
EI”, describe a esa organización como un oscuro grupo que apareció de
la nada, atacó y tomó la ciudad siria de al-Raqqa y la convirtió en
"su base de operaciones."

Aunque sea cierto que al-Raqqa fue atacada y ocupada por el EI, su
base real no está en Siria ni en cualquier lugar de Irak u otro país
en el Medio Oriente.

El propósito de domiciliar a Estado Islámico en Siria no es otro que
propiciar a Estados Unidos un pretexto para agredir y ocupar ese país,
objetivo que se le ha hecho difícil por diversos de factores entre los
cuales han pesado sobremanera las objeciones de Rusia y China. A estos
obstáculos, Washington pretende superponerse mediante la estratagema
de atacar a un enemigo de todos que es de su propia creación y está
bajo su control.

Desde tan temprano como 2007 Estados Unidos ha estado armando,
financiando y apoyando la Hermandad Musulmana y a diversas
organizaciones terroristas para derrocar al gobierno de Siria, luchar
contra Hezbolá en el Líbano y socavar la influencia de Irán en la
región.

Miles de millones de dólares en efectivo ha canalizado a manos de
grupos terroristas, muchos de los cuales ha creado como en un juego de
guerra digital. Otros han surgido como por generación espontánea o
producto de intereses de otras potencias regionales o europeas con
intereses geopolíticos en el Medio Oriente.

Estado Islámico fue albergado en territorio controlado por la OTAN,
armado y financiado por agentes de la CIA estadounidense con dinero en
efectivo y armas aportadas por los sauditas, qataríes y la OTAN. A
cargo de los estadounidenses y británicos quedó la "ayuda no letal",
incluyendo los medios de transporte.

La naturaleza sectaria del genocidio que se avecinaba fue predicho
por funcionarios actuales y retirados del Pentágono entrevistados en
2007 por el veterano periodista Seymour Hersch ganador del premio
Pulitzer de periodismo, cuando escribió que:
“Para debilitar a Irán, que es predominantemente chiita, la
administración Bush ha decidido… reconfigurar sus prioridades en el
Medio Oriente. En el Líbano, la administración ha cooperado con el
gobierno de Arabia Saudita, que es sunita, en operaciones clandestinas
destinadas a debilitar a Hezbollah, la organización chiita que está
respaldada por Irán. Estados Unidos también ha participado en
operaciones clandestinas contra Irán y su aliado, Siria. Subproducto
de estas actividades ha sido el afianzamiento de los grupos
extremistas sunitas que propugnan una visión militante del Islam y son
hostiles a Estados Unidos y simpatizan con Al Qaeda”.

Estado Islámico, o como los queramos llamar, es el producto de una
conspiración de la OTAN y el Consejo de cooperación del Golfo (GCC)
cuyo origen remonta a 2007, cuando las autoridades de Estados Unidos y
Arabia Saudita intentaron encender una guerra sectaria en toda la
región para purgar el arco de Medio Oriente de la influencia de Irán
que se extiende, desde sus fronteras, a través de Siria e Irak hasta
el Líbano y la costa del Mediterráneo.

Podría decirse que la base operacional de EI está en Langley,
Virginia, en Estados Unidos, y sus bases de sustentación en
Washington, D.C., Londres, y en otras capitales de países de la OTAN
que proporcionan los fondos, las armas e influyen en ciertos aspectos
de sus estrategias y tácticas. Es una creación de la OTAN, que
mantiene bajo control de la organización atlántica.

Pero es preciso tener en cuenta que Estado Islámico (EI), Al Nusra,
Al-Qaeda, Emirato islámico de Irak (IEI), Emirato Islámico de Irak y
el Levante (IEIL o ISIL), Al Qaeda en Irak (AQI), y Estado Islámico en
Irak y Siria (ISIS) son la misma cosa, dependiendo la denominación de
las circunstancias tácticas en cada momento, disputas políticas
internas o disímiles influencias políticas occidentales.

También es básico recordar que al-Qaeda fue creado por Occidente en la
década de 1980 con el fin de sacar a los soviéticos de Afganistán y
otras metas geopolíticas en el Medio Oriente y globales, la más
memorable de las cuales fue sin dudas su participación protagónica en
el atroz acto terrorista de septiembre 11 de 2001, en New York y
Washington D.C.


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Manuel Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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