Escalada en Ucrania puede convertirse en guerra

Los últimos acontecimientos registrados en todo el este de Ucrania, en donde como se hacía venir, han proclamado su independencia las ciudades de Donetsk, Járkov y Lugansk, han puesto sobre el tapete la posibilidad de una intervención armada por parte de la Federación de Rusia, aquí analizaremos la razón.

Geopolíticamente hablando, el este de Ucrania ha sido área de absoluta influencia de Moscú, los habitantes de la Región son de mayoría eslava con afinidad política con la metrópoli, además la dinámica económica de la región ha sido desarrollada por capitales rusos y por su élite oligarca que ha acumulado exorbitantes fortunas, vamos a pasar analizar en datos aproximados, los recursos inherentes en juego.

Donetsk con mas de 1.100.000 habitantes es capital del Oblast del mismo nombre y quinta ciudad mas poblada de Ucrania, en donde la mayoría de la población son pro rusos, tendencia que se evidenció en el rechazo de la Revolución Naranja en 2004, en esta ciudad nació Víctor Yanukóvich, así mismo es de hacer resaltar que la región es centro de la producción de Carbón, así como la siderurgia, con salida al Mar de Azov. Járkov, segunda ciudad más grande de Ucrania con 1.400.000 personas y la cual es el centro de la producción de maquinarias y armas, sede de compañías fabricantes de componentes esenciales de reactores nucleares, así como sede de los holding: Bureau de Diseño Morósov y Málysev productores de tanques de guerra. La tercera ciudad Lugansk, capital del Oblast del mismo nombre con unos 600.000 habitantes, y más oriental región de Ucrania, limita al este directamente con Rusia, la región es fabricante de equipos de minería y ferrocarriles, es además productora a gran escala de carbón mineral. La unión de los tres Oblast o regiones suman unos 85.000 km² y la asombrosa cantidad de casi 10 millones de personas.

Como vemos, es el este ucraniano productor de manufactura especializada y muy ligada a los centros de desarrollo económico en Rusia, así como productora de estratégicos yacimientos de carbón, los cuales de estar en manos de Moscú, indudablemente les daría sobre el resto del territorio un control no solamente de su industria sino de su energía.

De materializarse la división del este de Ucrania alineado con Rusia, prácticamente el resto de lo que quedaría del territorio se encontraría dependiendo de la venta de hidrocarburos provenientes de Siberia, así como de la industria intermedia rusa. En estos momentos en que la élite ucraniana del poder juega a ser un portaviones de la OTAN en Europa del este, las implicaciones económicas de tal decisión serían cataclísmicas para ese incierto país en el futuro, de darse una Ucrania dentro de la Unión Europea y la OTAN, entonces ¿cómo sería ese país hipotético?.

Los acontecimientos en la Plaza de la Independencia de Kiev, han conllevado a hechos que han desembocado en la asunción al poder de una élite gobernante fascista, antidemocrática, anti rusa y pro occidental; que quiere integrarse contra natura en la Unión Europea, así como una futura membresía en la OTAN, cosa que aparentemente no va a tolerar el gobierno encabezado por Vladimir Putin, sin embargo, las declaraciones oficiales de la Cancillería, con Sergei Lavrov a la cabeza en los primeros días de abril de 2014, han demostrado su intención de diálogo con las partes adversas involucradas, se ofreció como salida a la crisis, una reforma constitucional en la que se establecían tres regiones conformantes de la República de Ucrania, por ende el federalismo como basamento de organización del Estado, en donde la cultura y el idioma se respetarían en las regiones autónomas.

La respuesta fue negativa y adversa al proyecto, por ende los caminos de diálogo y de concertación se han disminuido, hasta el extremo que ya la población ruso parlante del Este y Sur de Ucrania, se han declarado en abierta rebeldía, por lo tanto el país está de facto dividido y el plato servido para una confrontación armada de gran magnitud.

¿Porqué llegamos a esta desastrosa conclusión?, en razón que la élite gobernante en Kiev, no quiere llegar a un acuerdo con la administración Putin, y cree que con un plumazo se van alinear con occidente, sin tener en consideración a un factor importantísimo de la población como son los rusos que habitan en el País, todas las políticas que han tomado han ido en función de agravar mas la crisis, como la prohibición del ruso como idioma; por ende los habitantes de las regiones de Donetsk, Járkov y Lugansk, al proclamar su independencia, no hacen mas que estar en desacuerdo con lo que se está decidiendo en Kiev, es por ello que la división del País está planteada y casi consumada, se tiene previsto para este 11 de mayo de 2014 un plebiscito separatista.

Por otra parte, la Ucrania que se integraría en la Unión Europea sería el oeste del país, ¿como entonces podría mantener la unidad una entidad con esas características?, la primera y mas lógica opción sería aceptar el plan de Lavrov, de hacer una federación de estados como ya lo hemos dicho antes y convertir a esta creación en un “Estado Tapón” entre la OTAN y Rusia, sin embargo ya occidente ha mentido al Kremlin en cuanto a la extensión de la OTAN, al albergar varios estados que conformaban la Unión Soviética, por ende los Rusos no se contentarán nada mas con otra promesa, harían presencia en el terreno militarmente hablando, bien sea instalando una base militar o bajo algún calificativo de misión de paz, protectora de ciudadanos o simplemente tendrían en la frontera una fuerza capaz de intervenir en cualquier momento, lo que no ayudaría para nada a la normalización.

La segunda de las opciones y mas gravosa sería obligar por la fuerza a las regiones separatistas a integrarse a una Ucrania pro occidental, cuestión que agravaría el conflicto a una intervención directa por parte del Ejército Ruso para proteger a sus connacionales, dando como resultado una guerra abierta al estilo de Osetia del Sur, con el rompimiento definitivo entre Kiev y Moscú con la división del territorio y posterior anexión como en el caso de Crimea, en vista que el gobierno instalado en Ucrania no está en condición de enfrentar a Rusia militarmente hablando y la OTAN no está en condiciones financieras, materiales, ni morales de enfrentar a un enemigo dotado de capacidad nuclear y mucho menos al arsenal estratégico de la Federación Rusa, el advenedizo Arseniy Yatsenyuk se convertiría en el Mijail Saakashvili ucraniano con mucha probabilidad.

La élite fascista gobernante de Kiev, no es un actor legítimo para ser neutral en una futura Federación de Ucrania, mas al estilo de Finlandia en lo atinente a su política exterior y de defensa, que a un acercamiento a la OTAN al estilo de Polonia, como se ha manifestado hasta el momento; por ende el cambio de gobierno mas de centro que radical en cualquiera de sus extremos, es una posible salida. Sin embargo las pretensiones de Julia Timoshenko a la presidencia, hace entender que las posturas anti rusas y pro-occidentales se agravarán más de lo que están, por lo que la división y la guerra están a la vuelta de la esquina. El diálogo, la diplomacia y la negociación certera y sincera podría frenar la división de Ucrania, así como una guerra sub regional o continental, por ello es menester mas que definir el futuro de Ucrania, ir a la mesa de diseño y visualizar el futuro de Europa, así como se sentaron en 1944 en Yalta para repartirse el mundo.


Abogado

Investigador en Derecho Internacional

elgranmillan@hotmail.com


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Jesús Millán Alejos


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