Noticias sensacionales del mundo de las finanzas

Recientemente, el periódico inglés The Guardian y luego la agencia de noticias Bloomberg publicaron noticias sensacionales: Durante la semana del 5 al 12 de marzo recién pasado, las reservas en bonos del tesoro de Estados Unidos depositadas en el Sistema Federal de la Reserva, disminuyeron en 104,5 mil millones de dólares.

De acuerdo con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a fines del año 2013 el volumen total de bonos del tesoro (bonos y otros papeles de la deuda) llegaba a los 12,3 millones de millones. Se trata del 70 por ciento de la deuda total del estado norteamericano. Aproximadamente 6,5 millones de millones de dólares estaban en manos de varios inversionistas norteamericanos, el mayor de los cuales es la Reserva Federal con alrededor de 2,2 millones de millones de dólares en bonos del tesoro en sus balances. Tenedores extranjeros de bonos poseen alrededor de 5,79 millones de millones de dólares, en el primer lugar entre ellos está China con 1,27 millones de millones de dólares y el segundo lugar lo tiene Japón con 1,18 millones de millones de dólares. Rusia figuraba en el noveno lugar con un portafolio de 138,6 mil millones de dólares o el 1,1 por ciento del volumen total de los bonos del tesoro de Estados Unidos.

Parecería que con tales volúmenes de bonos del gobierno de Estados Unidos en el sistema financiero mundial, una baja en las reservas en los depósitos federales se vería insignificante. Sin embargo, todo se ve muy diferente con el telón de fondo de lo que ha estado sucediendo con las reservas de estos bonos en años recientes. Mientras que a finales del año 2013 había 3,020 mil millones en bonos de la reserva en los depósitos federales, para el 12 de marzo estos habían caído a 2.855 mil millones, es decir, cayeron en 165 mil millones de dólares. Además, los dos tercios de esa caída ocurrieron durante la semana del 5 al 12 de marzo del año corriente. El año pasado, la baja máxima semanal se registró a finales del mes de junio (del 19 al 26 de junio) que fue tres veces menor que la actual disminución del mes de marzo recién pasado. Si el retiro de los bonos del tesoro de las bóvedas de la Reserva Federal continúa a la misma tasa que el período del 1º de enero al 12 de marzo y luego en el curso del 2014 las reservas en bonos podrían bajar en alrededor de un millón de millones de dólares.

Ni la Reserva Federal como tampoco el Departamento del Tesoro de Estados Unidos están entregando detalles sobre la reducción en los bonos del tesoro. Pero existen algunas teorías. Casi todos los analistas están de acuerdo en que el retiro de bonos de la reserva desde los depósitos de la Reserva Federal fue hecho por Rusia pero los expertos difieren en sus opiniones sobre el consiguiente destino de los bonos retirados…. Resulta muy improbable que el Banco de Rusia necesitara los bonos para convertirlos en moneda corriente y estabilizar la tasa de cambio del rublo. Si más de cien mil millones de dólares en bonos del tesoro se lanzan al mercado, la reacción inmediata sería una caída en los precios de estos papeles. No obstante, esto no ha pasado.

Por otra parte, los analistas han notado que durante la semana en cuestión (5 al 12 de marzo) se registró una caída en el rendimiento de los bonos del tesoro. Mientras que al comienzo del mes de marzo el rendimiento de los bonos a 10 años plazo era de 2,73 por ciento, el día 13 de marzo el rendimiento fue de 2,63 por ciento. De acuerdo con las leyes del mercado, la liberación de 100 mil millones de dólares en el mercado, debería en sentido contrario, producir un descenso en los precios y un aumento en el rendimiento.

Otra teoría en torno al abrupto descenso en los bonos de la reserva pareciera más plausible: que Rusia haya transferido sus bonos del tesoro desde un depositario en Estados Unidos hacia otro depositario fuera de la esfera de influencia directa de Washington. Los expertos relacionan este retiro con los sucesos de Ucrania y Crimea y esperaban sanciones de parte de Estados Unidos contra la Federación de Rusia. Debemos tener en mente que la Reserva Federal no es el único depositario de bonos del tesoro de Estados Unidos. Esta función puede también (y de hecho lo es) ser realizada por los bancos centrales de algunos países, por el Banco de Liquidaciones Internacionales y bancos privados, incluyendo aquellos en zonas de ultramar.

No existe un cuadro completo disponible en fuentes abiertas sobre la distribución mundial por depositarios de las reservas de bonos del tesoro de Estados Unidos. Existe una información fragmentaria acerca de algunos depositarios alternativos de la Reserva Federal. Por ejemplo, a fines del año 2013 el Banco Central de Bélgica tenía 256,8 mil millones de dólares en bonos en depósito y esta reserva aumentó en el mes de diciembre del año pasado en un 28 por ciento.

Si el retiro de los bonos desde la Reserva Federal fue hecho por inversionistas rusos, uno podría pensar que Rusia no se detendrá allí. ¿Por qué? Debido a que la tenencia de bonos del tesoro de Estados Unidos es algo riesgoso. Washington podría introducir sus propias sanciones contra Rusia y luego obligar a sus aliados (por ejemplo a Bélgica) a unirse a las sanciones. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos organiza la emisión y distribución de los bonos y también toma decisiones para bloquear transacciones con tales bonos. Esto es ejecutado por una división del departamento denominada Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC sigla en inglés). Ante tal situación, el próximo paso de Rusia sería vender los bonos del tesoro de Estados Unidos transformándolos en moneda corriente, preferiblemente no en dólares norteamericanos. Tomando en cuenta la enorme deuda corriente de empresas estadales con no residentes, la moneda corriente podría ser empleada para recomprar activos en la economía rusa en manos de inversionistas extranjeros. También existen otras maneras de utilizar la liquidez monetaria. Mantenerla en depósitos en cuentas corrientes en bancos extranjeros no sería aconsejable en vista de las sanciones previsibles.

No queda claro por qué Estados Unidos permitió ese enorme retiro de bonos del tesoro desde las bóvedas de la Reserva Federal. Aparentemente temió que Moscú tomara medidas que podrían tener consecuencias imprevisibles para el sistema del dólar.

Es bien sabido que Washington ya ha impedido “calladamente” retiros en el pasado. Por ejemplo, luego del desastre de la planta nuclear de Fukushima, Japón necesitó de una gran cantidad de dinero en efectivo para mitigar las consecuencias. Japón planeó retirar una cantidad considerable de bonos del tesoro desde el depositario norteamericano con este propósito, pero Washington bloqueó la operación.

Japón no hizo ningún ruido.

Uno de los mayores tenedores de reservas en dólares es China y está pensando en deshacerse de ellas. En el mes de noviembre del año pasado, el Vicepresidente del Banco del Pueblo de China declaró que ha detenido una mayor acumulación de bonos del tesoro de Estados Unidos. China pasó de las palabras a los hechos. Durante el mes de diciembre del 2013 el Celeste Imperio se deshizo de 47,8 mil millones de dólares en bonos de la reserva, reduciendo su teneduría en un 3,6 por ciento, es decir, quedó en 1,27 millones de millones. Por segunda vez en su historia económica, China vendió una cantidad record de bonos del gobierno norteamericano.

Aunque algunos analistas sugieren que Rusia y China están coordinando sus acciones para reducir sus reservas en dólares, no existen señales evidentes que haya colaboración en esta área. No obstante, ambos países deben inevitablemente actuar con mucho cuidado ya que un súbito colapso del dólar sería también un golpe tanto para China como para Rusia. La diferencia radica en que para Rusia sería menor que para China ya que las reservas en dólares de Rusia son casi diez veces menores que las de China.

Esta no es la primera vez que Rusia enfrenta amenazas de congelamiento o hasta confiscación de sus reservas monetarias en el exterior. Por ejemplo, hace cien años, cuando el olor a pólvora ya se sentía en el aire, el Banco del Estado del Imperio Ruso fue capaz de retirar a tiempo sus depósitos en moneda corriente en los bancos alemanes. Pero en Francia, que se suponía que era aliada de Rusia en la Entente, el gobierno imperial calculó mal. Los franceses congelaron las cuentas corrientes rusas en sus bancos a comienzos de la Primera Guerra Mundial. Otro ejemplo tuvo lugar durante el período soviético de la historia rusa: luego de los eventos de Hungría el año 1956, Washington amenazó con congelar las cuentas corrientes de la USSR en bancos norteamericanos. En el año 1957 todas las cuentas corrientes del Vneshtorgbank fueron trasladadas a bancos de la London City. Este dinero sentó las bases para el mercado del eurodólar y para el renacimiento de la antigua gloria de Londres como centro financiero internacional.

Actualmente, los expertos señalan que la Reserva Federal es un depositario no solo para bonos del tesoro sino también para el oro y otras reservas internacionales de otros países. Según algunas estimaciones, el oro de una docena de países se mantiene en las bóvedas del Banco de la Reserva Federal en Manhattan, Nueva York.

En la medida de los intentos de Alemania por repatriar su oro desde las bóvedas norteamericanas queda demostrado que esto es algo extremadamente complicado. A veces aparece en los medios informativos que también hay oro ruso en las bóvedas norteamericanas. Téngase presente que antes de la Primera Guerra Mundial, Rusia también tenía una cierta cantidad del metal precioso en el extranjero pero que lo había trasladado todo a las bóvedas del Banco del Estado del Imperio Ruso en fecha 1º de agosto de 1914.


editorial@strategic-culture.org

Traducción desde el inglés: Sergio R. Anacona




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