Los acuerdos entre Irán y el G5+1

"Llamamos a todos los miembros de la comunidad internacional a respaldar este proceso, que si permitimos su éxito, pudiera traer un beneficio duradero para todas las partes"

Ban Ki-moon. Secretario general de Naciones Unidas

El acuerdo histórico entre la Republica Islámica de Irán y el G5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania, en la ciudad suiza de Ginebra, el pasado 23 de noviembre se constituye en un acontecimiento de singular importancia para el mundo entero, toda vez que luego de 10 años de infructuosas negociaciones, Irán y las potencias occidentales sientan las bases de entendimiento para superar toda una serie de escollos, abriendo la posibilidad a una próxima negociación definitiva, con lo cual la disipación del fantasma de la guerra y el levantamiento absoluto de todas las sanciones que pesan sobre la nación persa pueda ser una realidad.

Los acuerdos recientes de Ginebra, o acuerdos “interinos”, como se le han dado en llamar, en virtud de que los mismos están dados sobre la base de la demostración absoluta por parte de Irán que su programa nuclear es con fines absolutamente pacíficos, conlleva además a que los EE.UU., y las demás potencias deben paralizar nuevas sanciones, además de permitir el acceso de Teherán a un poco más de 4000 mil millones de euros, una quinta parte de los recursos iraníes bloqueados en bancos occidentales, producto de la venta de petróleo.

Para algunos analistas este entendimiento, es una especie de empate, algo así como “nadie gana, nadie pierde”. Ya el presidente estadounidense Barack Obama dijo que se estaban sentando las bases para frenar el programa nuclear iraní, en tanto que el presidente persa Hassan Rohani consideró el entendimiento como, el reconocimiento por parte de las potencias occidentales que es posible una solución integral (sobre el caso nuclear de Irán), y que todas las criminales sanciones deben ser levantadas, siendo este un gran logro para Irán.

De verdad que ni es un “nadie gana, nadie pierde”, ni el inicio de un camino para que Irán desista de su programa nuclear. A nuestro juicio, más que un triunfo de Irán y del mundo, estamos hablando de lo que acertadamente dijo el presidente Rohani, el reconocimiento al que tiene derecho la república islámica de desarrollar un programa nuclear con fines eminentemente pacíficos y de cuyas resultas surge el acuerdo interino de Ginebra.

A Irán le ha tocado como nadie sortear dificultades, la primera de ellas una vorágine de sanciones internacionales en un intento por arruinar su economía y someter a su población de más de 70 millones de habitantes a un deterioro de su nivel de vida. Afortunadamente, la capacidad de autonomía de los iraníes en determinados rubros industriales y una pujante actividad agrícola y pecuaria le han permitido sortear con relativo éxito tan duro bloqueo.

Irán logra sobre la base de la perseverancia, de su disposición al diálogo y a la concertación, demostrar que más allá de un programa nuclear con fines pacíficos solo hay especulaciones e intenciones de vulnerar la influencia y el liderazgo en la región. Cabe recordar que recientemente el Director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yuquiya Amano, anunció, nuevos acuerdos y disposiciones de cooperación entre Irán y la agencia nuclear, que dan a demostrar que las posibilidades de emprendimiento de un programa nuclear con fines militares es cada vez más remoto.

Irán logra el reconocimiento a su programa nuclear y al enriquecimiento de uranio por debajo del 20 por ciento. Un legítimo derecho, así como el respeto por su transparencia en las negociaciones y sin renunciar a sus principios. Toda una titánica labor emprendida como política de Estado, bajo el liderazgo del su Líder Supremo, Ali Jamenei, de su gobierno encabezado por el Presidente Hassan Rohani, del Presidente del parlamento Ali Lariyani y de excelentes negociadores como el canciller Mohammad Javad Zarif y los viceministros Seyed Abbas Araqchi y Majid Takht Ravanchi. Por supuesto cabe el reconocimiento a todo el equipo de los diversos países integrantes del G5+1 que jugaron a llevar a buen término estas negociaciones.

Solo queda esperar a que pronto se logren los acuerdos definitivos, por lo pronto Irán camina por el sendero del encuentro y la paz, bajo los sabios lineamientos de su Líder Supremo: “Respaldo las medidas sabias y correctas en política nacional y extranjera de nuestro gobierno. No me opongo a los movimientos diplomáticos apropiados, que estén asociados con una flexibilidad heroica, que en algunos casos es buena y necesaria. Igualmente llamamos a todos los países a renunciar a las armas nucleares no por la presión por parte de EEUU y otros países, sino por nuestras creencias".


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Víctor Barráez P.


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