El análisis de los Comités de Estado de Emergencia en la URSS en 1991 y Rusia en 1993...

Como herramienta de análisis ante la permanente acometida de la derecha nacional e internacional: un esbozo.

 

  La doctrina de Marx suscita en todo el mundo civilizado la mayor hostilidad y el mayor odio de toda la ciencia burguesa (tanto la oficial como la liberal), que ve en el marxismo algo así como una "secta nefasta". Y no puede esperarse otra actitud, pues en una sociedad erigida sobre la lucha de clases no puede haber una ciencia social "imparcial". De un modo o de otro, toda la ciencia oficial y liberal defiende la esclavitud asalariada, mientras que el marxismo ha declarado una guerra implacable a esa esclavitud. Esperar una ciencia imparcial en una sociedad de esclavitud asalariada, sería la misma pueril ingenuidad que esperar de los fabricantes imparcialidad en cuanto a la conveniencia de aumentar los salarios de los obreros, en detrimento de las ganancias del capital.

V.I.Lenin Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo

1917 -Los preparativos de la insurrección no se hacen en secreto. Todo el mundo sabía que se preparaba una insurrección. Incluso, Kamenev y Zinoniev lo denunciaron en la prensa. El Comité Militar Revolucionario, encargado de la defensa de la ciudad, organizó todos los detalles y las fuerzas con las que contaba el Comité Militar Revolucionario no eran numerosas: la guardia roja, los marinos y la flota del Báltico, la guarnición de la ciudad y los obreros. En total, unos 10.000 hombres. Como el 25 (7 de noviembre de nuestro calendario)  de octubre se reunía el Congreso de los Soviets, la insurrección se fijó para la noche del 24. [...] Este Congreso eligió un gobierno revolucionario compuesto mayoritariamente de bolcheviques y eseristas de izquierda y aprobó los primeros decretos del nuevo gobierno. Lenin fue elegido presidente.[1]El primer Estado de Emergencia, Agosto 19 de 1991.

El borracho Yeltsin entra a la escena como un héroe. Las imágenes en la televisión mostraban a los sóviets discutir. Era la tarde del 19 de Agosto de 1991 y se estaba discutiendo en quitar los poderes como sóviet supremo a Mijail Gorbachov para retomar el control perdido durante los últimos años de coqueteo de éste con las potencias primermundistas que, como siempre, prometían flores en los campos grises del espacio soviético. En este caso no eran  los campos grises de algún pais de tercer mundo bajo la influencia de una dictadura derechista el estilo de varios paises de la actual CELAC: Se trataba de la Unión Soviética y de sus paises de influencia. Era Agosto y en ese mismo año Estonia, Latvia, Lituania y Georgia ya se habían declarado independientes, lo que causó cierto furor independentista y molestias y movilizaciones populares que debilitaron el poder popular ya mermado por la burocracia comunista en los últimos años y la premeditada escasez de alimentos y servicios en la URSS desde la llegada de Mijail Gorbachov. Especialmente desde la llegada de Gorbachov (en 1985) había una merma y docilidad hacia EEUU por el podersoviético. La influencia primermundista en las ideas "renovadoras" de Gorbachov, los bloqueos económicos , la falta de libertades públicas y políticas y la separación del partido comunista de la masa popular habían dado las condiciones materiales ya para colapsar el sistema político de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas con la ayuda de Reagan, Bush y del Papa J. Pablo II.  En sus vacaciones, Gorbachov escuchaba de los intentos por retomar el poder de los comunistas; un nuevo cargo, el de vicepresidente de la URSS centraba el poder en Gennady Ivanovich Yanayev ayudado por Valentin Pavlov (ministro o secretario de finanzas),  Oleg Baklanov (jefe del consejo de defensa), Vladimir Kryuchkov (dirigente de la KGB y muerto en 2007, como ya es costumbre en Rusia, por una enfermedad "desconocida" o algo parecido), Dmitry Yazov (de los servicios de seguridad), Boris Karlovich Pugo (Ministro del interior, o sea como ministro del interior, y quien poco después del intento del golpe se suicidó en condiciones extrañas), Vasily Starodubtsev (legislador y representante de productores agrarios. Actualmente tal vez es productor agropecuario y Alexander Tizyakov (director de unión de empresas estatales).  Ellos prepararonun golpe de estado para poner en marcha la reestructuración Soviética mientras Gorbachov se encontraba en vaciones. En el golpe para reestablecer el orden comunista, el primero de todos ellos fungió como presidente. Su suerte ya estaba echada y las manos extranjeras ya tocaban las fibras sociales. Los intentos por declarar el estado de excepción para retomar el control no dieron resultados. Juzgado, Gennady Ivanovich Yanayev fue liberado en 1994.  Cuando Marx dice que hay que centrar todas las fuerzas en un punto y no dejar de golpear hasta que no se consiga el objetivo no es gratis. El intento de reestablecer el orden en la Unión Soviética duró casi tres días. La asesoría del exterior no se hizo esperar y eso lo notamos todos los que recordamos esos días; presentaban a los organizadores del golpe de estado como delincuentes y todo mundo intentaba devolver el poder a Gorbachov. Hasta el mismo George Bush padre condenaba la ejecución del regreso a las leyes anteriores a la aceptación de Gorbachov. El sistema de propaganda internacional y con base en el Báltico y Alemania Oriental generaron un apoyo popular anticomunista que estaba establecido en la médula del resto del Pacto de Varsovia.  Los protectores del régimen de Sóviets ya no estaban en condiciones de reconfigurar el esqueleto soviético hacia las medidas anteriores a Gorbachov, me parece, pero sí hubieran podido detener las medidas de desintegración y disminución del nivel de vida de la esfera soviética.

Boris Yeltsin estaba en la casa blanca de moscú (sede del soviet supremo) y con un avanzado apoyo popular logró salir victorioso del castigo impuesto por los organizadores del golpe de estado, o Estado de Emergencia. Como sea, Boris Yeltsin logró convencer a los diputados sóviets y a la cúpula militar de que la democratización tenía que pasar por poner nuevamente a un representante de un gobierno debilitado o tal vez cómplice de la desaparición de la URSS. Era el 20 de Agosto de 1991 y la revolución de Lenin y Trotsky estaba dando no dos, sino mil pasos hacia atrás llevando una doble responsabilidad: 1) Un retroceso social que sustituiría a una potencia por un pais corrupto de tercer mundo y 2) Romper la esperanza de la construcción de la sociedad nueva donde habría nuevos seres humanos en el mundo.  En la casa blanca moscovita la gente estaba lista para morir por mantener el camino hacia el American way of life. EEUU-Europa ya tenían la moral de la sociedad en sus manos, Boris Yeltsin había ganado las elecciones generales meses antes y su oficina estaba en la casa blanca moscovita también. Como era de esperarse, el mentiroso de Yeltsin salió a "proteger la democracia" con la gente que igoraba que todo estaba por terminarse, y así fue. Los estilos de vida, anterior y el nuevo, ya tenían destino: las estatuas, el Capital de Marx, los libros de texto de las escuelas que serían prohibidos desde Rusia hasta la Alemania Oriental, la provocación de los medios de comunicación para incitar grandes migraciones hacia el oeste ya estaban funcionando. Yeltsin se apropió de la movilización anticomunista y condenó enérgicamente el golpe que comenzaba a estar en las calles y en muchos militares. Yo sé que es muy extraño que un sistema militar con tanto centralismo como lo era el Ejército Rojo, simplemente de la noche a la mañana, traicionen los principios marxistas-leninistas dando paso a que sus enemigos sean dueños del gobierno. Un caso de esto es, a mi parecer, que el gobierno ruso no da paso integral a la salida de Snowden de Rusia y menciona que debe tener cierto control de la información que libera. Esto me suena consistente con que la caida de la URSS fue planeada desde alguna oficina de la OTAN y esos documentos pueden existir. No me parece que a los Ucranianos o Rusos les dé gusto saber que podrían seguir siendo parte de la URSS, pero que sus compatriotas soviéticos se vendieron por unas monedas para dar paso a esas Revoluciones Naranjas, que eran barcos sin vela; dando lugar a esos paises fallidos dejando sus intereses de clase en un basurero.  Decíamos que gran parte de las fuerzas armadas estaban también con Yeltsin, situación que creo debería ser de estudio por estar directamente relacionada con la corrupción actual. Esto es, todos los héroes prosoviéticos, el partido comunista, los comités soviets, etc., estaban completamente abandonados a su suerte. Era una segunda involución después de la primera, consistente en la llegada de Gobachov como soviet supremo, pero ahora era en el mes de agosto. Como dice el máximo científico social de todos los tiempos, Carlos Marx, la historia se repite (Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte). El resultado lo tenemos ahora a la vista.

Yo pienso que la burocratización del partido de clase y su lejanía de las masas son la fuente principal del problema, lo segundo es la poca preparación política de los soldados soviets. Supongo que hasta los marineros del Acorazado Potemkin se retorcían en sus tumbas de celuloide. Yeltsin tenía ya la marca liberal de prohibir el sistema colectivista soviético, como el partido comunista de los sóviets lo había coordinado desde el gobierno de Lenin. Buscando en las referencias de wikipedia pude leer que grandes sectores de obreros, especialmente de minas de carbón, realmente no apoyaban el gobierno de Yeltsin e hicieron huelgas que llevaron a la URSS en transición a problemas energéticos. Otro factor condicionante pudo ser el inicio de internet como medio de propaganda burguesa, la clase media sin preparación política y la inexistente traición marxista del ejército. La traición del ejército queda demostrada en que no intentan restituir el poder ni siquiera a Gorbachov o defender la constitución soviética, sino omitiendo y en ocasiones hasta defendiendo a Yeltsin.

En noviembre de ese terrible 1991, y para la navidad de ese año, la gente de clase media y rica del mundo, así como los mandos militares de derecha del mundo, recibían el mejor regalo que hubieran podido recibir en sus mediocres vidas: La potencia llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que había perdido 25 millones de vidas por detener a la maquinaria NAZI en la segunda guerra mudial había perecido. La gigante revolución que muy bien describe Friedrich Katz  y que cautivó a John Reed que fue formada gracias a la Revolución de Octubre de 1917, había dejado de existir, dando paso a bucaneros de la peor estirpe como subsecuentes presidentes, candidatos, gobernantes y representantes en todas las exrepúblicas soviéticas y del pacto de Varsovia. En el cadáver de este sueño descansa el cúmulo de movimientos de izquierda en el mundo. Desde el gobierno del actualmente ausente, pero ejemplar, Hugo Chávez hasta los Maoistas Nepalíes. En este juego nadie queda afuera, pues la movilización o la apatía son factores también de movimiento, de choque, por paradójico que suene pero la misma dialéctica es así. Las fuerzas políticas se mueven constantemente y es en el choque donde se da el desarrollo pero desde dentro de una revolución sigue habiendo contradicciones que en base a la discusión interna y a la administración económica enfocado al desarrollo popular, de defensa nacional y local tiene que abrírsele camino. De no ser así, como ya está demostrado, las masas se organizarán para encontrar ese camino; aunque no sea el adecuado. Lenin describe muy bien los pilares del estado en "Sobre el Estado" [2]. Ahora tenemos claro que el capitalismo de la OTAN destruyó al bloque socialista para abrir sus mercados, sin importarle los intereses materiales de la gente, y que tal vez elementos del gobierno actual y anterior del señor Vodka (Yeltsin) vendieron sus almas a la OTAN, y por eso hay reticencia para dejar salir, o en otras palabras, controlar, los potenciales informes de las goteras actuales de los servicios secretos del Olimpo. Volvamos a 1991. En ese momento ya se sabía relativamente bien lo que iba a ocurrir al descalificar la capacidad represora soviética que fue usada muchas veces contra su pueblo, y aunándose a esto, el importantísimo sistema de propaganda imperialista diseñaban el fatídico resultado que vemos hoy. Ahora mismo se habla en muchos periódicos por todo el mundo que la gente de los paises de Europa Oriental están descontentos con las administraciones que tiene por que toman como ejemplo a sus amos de los paises ricos. Lech Walesa declaró últimamente que fue gracias a la debilidad de Gorbachov que se pudo lograr el cambio. El cambio generó la desintegración de Yugoslavia y las guerras en esta región.

El Segundo Estado de Emergencia, Octubre 4 de 1993

Este estado de emergencia, o de excepción, es muy extraño para analizar y debo decir que la explicación tampoco es trivial. Boris Yeltsin gobernaba y al mismo tiempo el Sóviet Supremo, que era la asamblea constitucional que daba las órdenes a Yeltsin. El Soviet Supremo era uno de los órganos de mayor representatividad, no una persona, pero todavía con el sistema administrativo soviético, lo que contravenía los intereses liberales de Yeltsin, de los militares y de una cúpula de ricos inversionistas rapaces que ya comenzaban a enriquecerse con la carne podrida de la maquinaria soviética, que dicho sea de paso había comenzado su descomposición en la planeada caida de la producción (tal vez con fines desmoralizantes) del gobierno de Gorbachov desde los años ochenta. El papel de estos inversionistas es muy importante pues dio lugar en la práctica al neoliberalismo que en Europa oriental fue llamada terapia de choque y que consiste en privatizar todo lo público y repartir publicamente las deudas y fiascos capitalistas. Es el capital mismo.

Para esta altura el Soviet Supremo había visto los cambios hacia la economía de choque, e intenta dar vuelta atrás en la historia de la que ellos habían sido responsables parcialmente. La opinión pública también había notado la realidad putrefacta del capital, como el deterioro político y económico; como lo vemos ahora en todo el expacto de Varsovia. En esta ocasión en octubre de 1993, los soviets intervendrían para intentar detener ese deterioro, principalmente ejecutado por los poderes extraordinarios tomados unilateralmente por Yeltsin consistentes en no reconocer la constitución soviética de 1978 y extendiendo otros poderes del ejecutivo, o sea él. Alexander Ruskoy fue puesto presidente provisional aunque Yeltsin no reconoció ninguno de estos cambios violando así las leyes todavía soviéticas. La televisora Ostankino proclamaba permanentemente la legalidad del gobierno de Yeltsin y sus intereses con llamados a la democracia y a defender las libertades. Este fenómeno donde la televisión juega permanentemente en la política es visto en muchos paises, incluido nuestra CELAC. De ahí la necesidad de ampliar los recursos a televisoras, radios, páginas de internet con intereses realmente populares y sociales.

Volvamos. El 4 de octubre, en sesiones muy largas, los soviets discutían qué medidas tomar para impedir la permanencia del ya expulsado golpista Yeltsin y su bandera con el simbolo de dólares y vodka; ya estaban bajo el acecho de los traidores, sin agua ni electricidad, en la llamada Casa de Blanca de Moscú (palacio legislativo) el ataque no se hizo esperar.

Los que en el año de 1991 habían salido a las calles para proteger a Yeltsin y la nueva democracia, y no fueron atacados por el Ejército Rojo, estaban ahora poniendo las banderas soviéticas en las barricadas deseando no haber protegido al borracho golpista años antes. Ahora, viendo como el pacto de Varsovia era comido por el capitalismo, que despreocupado se comía las fábricas, el trigo sarraceno (grechca), y las universidades, y los transportes que las obreras y los obreros habían construido a lo largo de casi todo el siglo XX, antes y después de la gran guerra (la Segunda Guerra Mundial), sóviets o no, pero sí Marxistas-Leninistas. Estas luchas tuvieron en general el objetivo de construir el socialismo en el planeta pero ahora veían como todo se acababa rápidamente. Platicando una vez con un colega que participó en las manifestaciones de 1991 para proteger a Yeltsin me dijo No sabíamos que iban a destruirlo todo en 1993; no sabíamos que realmente querían eso.

Las balas se llevaron cerca de 2000 vidas y la aviación deshizo la figura del edificio donde estaban los sóviets (Casa Blanca de Moscú) como si Pinochet trabajara para el también remodelado Ejército Rojo. Los datos no están ciertos por razones obvias de secrecía del gobierno actual y de ahí la importancia de preservar programas como wikileaks y los que vayan adicionando información para entender más nuestra historia y de donde provienen realmente nuestros gobernantes. 

Los poderes internacionales no hicieron esperar su respeto y cooperación hacia Yeltsin ni sus compromisis económicos con los paises del Este de Europa. El apoyo fue total.

En mi opinión, la construcción del socialismo está en marcha hoy más que en los años ochenta debido a la existencia de desabasto de Gorbachov. O sea aunque en ese momento existiera la  URSS, realmente estaba yendo en picada, mientras que ahora en el mundo los movimientos sociales van hacia arriba. Un matemático lo expresaría en términos de pendientes, o sea, de derivadas, como: en 1985 la pendiente era negativa, ahora la pendiente es positiva.

No hay tiempo que perder. El camino parece muy largo, y aun más largo en otras partes de nuestro dolido, contaminado e injusto. Donde la ultraderecha tomó el poder como en México o Colombia parece una tarea imposible la organización, pero existe la tradición revolucionaria. Todos tenemos que tener a la mano una organización donde participar colectivamente en paros y marchas y otras formas de lucha. Es importante la escritura y la divulgación de ideas para coartar a los enemigos de clase, y sus secuaces, en su camino. Es nuevamente el momento de Marx, de Rosa Luxemburgo, de Lenin. Es momento de afrontar la realidad; Nuestra América, América Latina, paso a paso, sustituyó el papel mundial de influencia de la URSS para mostrar la necesidad de tranformación hacia la sociedad socialista. Eso depende de nosotros. Es de vital importancia no desdeñar ningún tipo de lucha e integrarse a alguna. Es nuestro momento, tener una organización a la vista, a la mano, y acompañar cada uno de sus movimientos y aportar nuevas ideas que hagan que las mujeres y hombres del mundo, calle por calle, participen en la construcción de una sociedad ecológica, libre, socialista, basada en los principios socioeconómicos del marxismo-leninismo. Dar luz a lo ocurrido en la destrucción del pacto de Varsovia es importante para ver los mecanismos complejos que el poder internacional usa para vencer a sus enemigos anticapitalistas, aun siendo superpotencias con un amplísimo margen de acción como la URSS y el pacto de Varsovia. Tenemos que aprender de la historia y el materialismo para que ésta se repita, no, en el sentido que favorezca al socialismo y a sus fuerzas y no como una vulgar tragedia de gente vulgar como pasó con la URSS. Lo que todavía es una verdadera tragedia. 

alexhbarbero@gmail.com

Referencias [1]http://www.geocities.com/CapitolHill/Lobby/9332/revrusa.htm [2]http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/11071919.htm

http://redaccion.nexos.com.mx/?p=3361

http://hist243.blogs.wm.edu/2012/11/26/the-1993-russian-constitutional-crisis/

http://www.aporrea.org/actualidad/a4833.html

http://web.archive.org/web/20090628013626/http://www.ibiblio.org/pub/academic/com

munications/logs/report-ussr-gorbatchev



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