Quienes controlan el poder político y económico han iniciado una cruzada contra la educación pública y los derechos laborales de los trabajadores de la educación. Con la modificación al Artículo 3 de la Constitución se pone en riesgo la existencia del Sistema Educativo Nacional y se daña en gran medida el bienestar de los trabajadores de la educación en específico, la de los docentes.
Puesta en duda su capacidad en el ejercicio de la didáctica, la mal llamada “Reforma Educativa” promueve la “profesionalización” del servicio docente, invalidando, o en todo caso, ignorando que quienes ejercen el magisterio son en su gran mayoría egresados de instituciones de educación superior, que en su gran mayoría acreditaron un examen de ingreso y otro de egreso. Qué son titulados y que llevaron a cabo prácticas profesionales. Qué un número considerable de ellos, concluyó estudios de posgrado o bien, se encuentran en constante actualización por medio de diplomados y cursos.
Ignorar lo anterior, para justificar la “profesionalización del docente” es dar una bofetada a las instituciones de educación superior. Es un golpe a la educación escolarizada.
Otra de las medidas tomadas por la “Reforma Educativa” se basa en la “constante evaluación” de los docentes, para la permanencia en el ejercicio profesional. Pero no explica cómo serán las evaluaciones.
En sí, la medida del Gobierno de Enrique Peña Nieto es cumplir con los designios establecidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), en ningún caso su objetivo son las necesidades de los escolares. Es en su totalidad la medida, una subordinación a los intereses hegemónicos, al Imperialismo y sus grandes transnacionales, a quienes solamente les importa crear seres acríticos que se sometan a sus mandatos.
Ese es el verdadero rostro de la Reforma Educativa, un rostro criminal. Por eso, Peña Nieto y su flamante secretario de educación Emilio Chuayffet (Implicado en la matanza de Acteal) tuvieron que incluirla en el “Pacto por México” farsa de la clase política mexicana para justificar sus medidas antipopulares y neoliberales.
Por qué la Reforma Educativa es cobijada con regocijo por la burguesía y los poderes fácticos. Así lo manifestó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Veracruz el pasado 17 de enero, en reunión con los potentados de la costa mexicana. Otro ejemplo es la intervención de Marinela Servitje hija del potentado Lorenzo Servitje, militante la organización secreta “El Yunque” y dueño del emporio panificador BIMBO, quien el 12 de octubre de 2012 en conferencia de prensa mencionaba: ““Es necesario que confiemos en las escuelas, en los directores, que se les transfieran recursos, que puedan innovar y puedan tener mejores resultados con sus alumnos”. Curiosamente, Marinela Servitje solicitaba al Estado precisamente lo exigido por la OECD y recientemente aprobado en la “Reforma Educativa”, con el nombre de “autonomía de las escuelas”.
Al igual los empresarios, la Iglesia es otro de los impulsores de la criminal reforma, la Dimensión Pastoral Educativa de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hablaba que México pasaba por una “emergencia educativa” y que era necesaria una reforma educativa en el país para que los estudiantes "aprendan a pensar, a ser críticos y no sólo a cumplir determinados objetivos", así mismo el máximo organismo eclesiástico nacional criticaba la educación de la enseñanza pública: “"aunque la educación formal ha sido capaz de abrir sus puertas a casi todos los niños y jóvenes, al ofrecer una educación de poca calidad no ha podido asegurar la permanencia de los educandos".
No hay duda, que la reforma aprobada impulsada por el Gobierno Federal, es acorde a los intereses de los poderosos. Pensar que dicha reforma cambiará la actual crisis educativa y mejorará el panorama nacional para un desarrollo sostenible es ridículo.
Su único interés es socavar la educación pública. De lo contrario no se entiende que el gobierno se interese por mejorar la educación y por otro lado disminuya el presupuesto en 7% al del sexenio anterior para ese rubro. No se entiende que la “Reforma Educativa” tan paladeada en los grandes consorcios mediáticos no tenga como propósito combatir los 6 millones de analfabetos en el país, tampoco elevar el deshonroso 14% de estudiantes de bachilleratos que se matriculan en nivel universitario.
Esa es la infamia llamada “Reforma Educativa. Ante tal afrenta a la sociedad, empiezan a darse las resistencias. Por lo pronto los profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) mantienen un plantón indefinido frente a las oficinas de la Secretaria de Educación del Estado de Oaxaca.
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(*) El autor es Licenciado en Docencia en Lengua y Literatura por la Universidad Autonoma de Baja California.
