Llama la atención este cambio radical en la forma de actuar del rey, porque los venezolanos difícilmente podemos olvidar que en octubre de 1986 el entonces Presidente de la República Jaime Lusinchi, realizó una visita oficial a España acompañado de su secretaria privada y amante pero posterior esposa- Blanca Ibáñez (3) que generó indignación en el jerarca, dio mucho de qué hablar, y también mucho qué ocultar por parte del gobierno de Venezuela del momento. En aquella oportunidad España y Venezuela no dejaron de firmar acuerdos económicos y comerciales (4), pero los Reyes le impidieron al Presidente venezolano la entrada a una cena de gala en el Palacio real (5) luego del desconcierto originado por la decisión del señor Presidente Lusinchi de no residir en el Palacio de El Pardo (residencia oficial de los jefes de Estado que visitan España) durante su estancia en Madrid. De esa manera quedó revelado que la razón que dio Lusinchi en el momento era una falsa apariencia de dignidad democrática (alegó que el Palacio había sido la casa del Generalísimo [el dictador Franco] durante cuarenta años), y que por el contrario lo que le interesaba era elegir la suite del Hotel Ritz donde se alojaría su querida (6). Por cierto, el artículo del ABC aquí citado en el que se señalaba que el presidente de Venezuela, de visita oficial a España, había preferido la parda a El Pardo fue confiscado por el muy democrático Gobierno de Lusinchi (7).
Horas antes, los jerarcas españoles habían recibido entusiasmados al hoy en día expresidente Lusinchi y hasta le ofrecieron un almuerzo privado en el Palacio de La Zarzuela (8), ¿qué se iban a imaginar que tendrían que pasar por semejante bochorno? ¿Cómo se habrá sentido la Reina Doña Sofía recibiendo a la querida como si de la esposa se tratase? El embajador de España en Venezuela perdió su cargo por no informar que el presidente venezolano no viajaba acompañado de su esposa, y hasta hubo de anularse la condecoración con la que el Estado español la distinguió, no siendo otra que la Gran Cruz de Isabel la Católica (7).
Cabe destacar que esta nube en la moralidad real no impidió que Venezuela adjudicara un contrato de aproximadamente 15 millones de dólares a las empresas españolas Enasa y Unicar que comprendía el suministro de 100 unidades para el metro (9). El 12 de octubre de ese año, Lusinchi y su cariñosa secretaria regresaban de España a América tras haber dejado un episodio de vergüenza nacional que quedó para la historia y una cuantiosa inversión en el otrora imperio conquistador. Por cierto, ¿Será que el Rey de España piensa contraer nupcias en un futuro con su actual acompañante de aventuras?
(2): http://www.vanitatis.com/casas-reales/2012/08/14/el-rey-juan-carlos-saca-de-paseo-al-fortuna-20137/
(3): http://kosky-a-petrosky.tumblr.com/ [véase Elogio a Blanca]
(4): http://elpais.com/diario/1986/10/08/espana/529110015_850215.html
(5): http://www.analitica.com/bitblioteca/aaranguibel/emperador.asp
(6): http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1986/10/11/016.html
(7): http://www.analitica.com/va/politica/opinion/3343351.asp
(8): http://elpais.com/diario/1986/10/06/espana/528937212_850215.html
(9): http://elpais.com/diario/1986/10/10/espana/529282824_850215.html
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