Y ES QUE López Obrador se quedó solo. Una vez que el IFE
dió a conocer el reparto de diputaciones, senadurías, gubernaturas y la
Jefatura del Distrito Federal, los dirigentes y candidatos de los tres
partidos "de izquierda" se dispusieron a repartirse todo el botín
político que era la única preocupación que les quitaba el sueño. La
defensa de López Obrador no estaba en sus planes maquiavélicos de quinta
categoría. Todo habían acordado - y lo manifestaron públicamente - que
acatarían el fallo del Tribunal que se pasó por "el arco del triunfo"
todas las impugnaciones. Era, fue y es la crónica de una traición
anunciada. López Obrador siempre lo supo y muchos de nosotros también lo
manifestamos una y otra vez.
CUANDO SE llegó a la concentración del Zócalo capitalino el pasado
domingo 9 de septiembre, para anunciar la ruta que seguiría la lucha
política contra el PRI y el PAN, ya no hicieron acto de presencia al
lado de AMLO, ni Marcelo Ebrard, ni Manuel Camacho, ni Miguel Angel
Mancera, ni Cuauhtémoc Cárdenas, ni los dirigentes del PRD, PT, MC, ni
cientos de diputados y senadores que ya ocupan sus sillones en la
Cámaras y que ya van a cobrar su primera quincena, ni los gobernadores
electos. El vacío que le hicieron a López Obrador fue impresionante,
pero no sorpresivo. Así tenía que ser, porque la política mexicana no
conoce la moral, ni la ética y mucho menos la honestidad y el
agradecimiento. En ese terreno, esos valores ya son obsoletos.
LUEGO ENTONCES, para Andrés Manuel no quedó más opción que
atrincherarse en su Movimiento de Regeneración Nacional mejor conocido
como MORENA y evitar una desbandada de los ejércitos políticos que aún
le son fieles como lo son los estudiantes, los electricistas, los
maestros opositores a Elba Esther Gordillo, los "atencos" y "panchos
villas", los obreros y campesinos que lo han seguido en su lucha por
muchos años. Y por supuesto, los dos o tres millones que estamos
afiliados y registrados en MORENA. Los que se dijeron sus amigos y
aliados ni siquiera tuvieron la decencia de presentarse a dar las
gracias por los millones de votos que levantaron de cosecha en las
pasadas elecciones, gracias a la incansable lucha de López Obrador.
ES DE suponerse que tal vez cientos o miles de hombres y
mujeres que militan en el PRD, PT, Movimiento Ciudadano, decidan
abandonar esas filas y sumarse al MORENA que López Obrador -también
sorpresivamente- decidió convertir en Partido político. Y ese anuncio
fue el que caló más hondo a sus antiguos aliados. Pero también fue algo
que nadie esperaba. La gran Asamblea había sido convocada para organizar
las acciones de "desobediencia civil" que emprenderían todos los
aliados "de la izquierda". Inesperadamente todo terminó abruptamente en
una Convocatoria Nacional para solicitar el registro de MORENA como
partido político el próximo enero de 2013 y poder participar con
candidatos propios en 2015 y 2018. En ese momento se "desactivó" la
lucha contra el PRIAN.
LA
DECLARATORIA de "no reconocer a Peña Nieto como Presidente" no pasó de
ser un mero recurso político para alentar a los seguidores del "Peje" e
invitarlos a que no lo abandonen, pero ahora en la búsqueda de un
registro condicionado como Partido. No se llamó a grandes
movilizaciones, no se plantearon estrategias de lucha, no se organizó ni
la resistencia ni la desobediencia, ni se pronunciaron los nombres de
los que antes fueron señalados como "mafiosos". En cambio se hizo el
llamado a las asambleas constitutivas en los Estados y en los distritos
de todo el país, para nombrar delegados que van a conformar -otra vez-
la élite política del nuevo partido político de López Obrador. En ese
momento, Peña Nieto y asociados respiraron tranquilos. El detonador de
un estallido social fue desactivado y las alertas rojas se apagaron.
PEÑA NIETO puede estar tranquilo. Su toma de protesta que
incluye la banda presidencial no será tan violenta o accidentada como la
de Felipe Calderón que tuvo que colarse por una puerta trasera a la
Cámara de Diputados. La "liberación" de los diputados del PRD, PT, MC
del "liderazgo" de López Obrador, les permitirá comportarse "muy
institucionales" y aplaudir comedidamente cuando el nuevo Presidente
Electo se apersone en el recinto parlamentario para "rescatar" el
Palacio Nacional de las manos "limpias" que sólo lo pudieron retener 12
años y ahora -nos da la impresión- que lo regresan hasta con cierto
gusto, no importa que para ello hayan sacrificado a una mujer en lo alto
de la pirámide política de éste pueblo mexica que nunca ha renunciado a
las ofrendas sangrientas del Poder.
DOMESTICADOS cientos de diputados y senadores de la mal llamada
"izquierda" mexicana que además fiel a su pasado histórico se ha
organizado en lo que ellos mismos llaman "tribus", MORENA se convertirá
en un partido más de los ya existentes para competir en 2015 y 2018. ¿
Era eso lo que buscaba López Obrador o las circunstancias lo fueron
empujando a tomar decisiones políticas en esa dirección ? ¿ Era un
objetivo político encubierto ó es parte de una negociación con el el
Presidente Electo y su equipo ? ¿ Se convenció López Obrador que es
mejor andar solo que mal acompañado ? ¿ O ya fatigado por el intenso
golpeteo político de todos los poderes fácticos decidió buscar un
refugio para sus últimos años en la arena política de México
?....Alguien debería preguntarle esto y más al buen Andrés Manuel.
UNA VERDAD de a kilo es que con el mismo IFE y el mismo
Tribunal Electoral "controlados" totalmente por el gobierno en turno,
nada bueno se puede esperar en futuras contiendas. Con las mismas leyes y
códigos vigentes, los resultados siempre serán los mismos: Derrotas
electorales fundamentadas en recovecos legales y marrullerías ignoradas.
No vemos por qué habría de ser diferente el comportamiento de quienes
dicen ser árbitros "imparciales". Los sueldazos justifican todas las
indecencias. Y para ellos y otros sigue siendo válida la célebre frase
de "vivir fuera del prespuesto es vivir en el error". Y es que el santo
que más les acomoda es San Gonzalo N. Santos, célebre cacique de la
huasteca potosina apodado "El alazán tostado" quién al ser interrogado
sobre lo que para él significaba la moral cínicamente dijo "la moral es
el árbol que da moras". La frase debieran inscribirla en las paredes del
Tribunal que dió por válida la elección presidencial.
DESPUÉS DE la matanza de Tlatelolco en 1968 por órdenes
del priísta Gustavo Díaz Ordaz, el también priísta Luis Echeverría
decidió incorporar a su gobierno a muchos de los "líderes" de la
revuelta que está por conmemorarse el próximo 2 de octubre. Hace 44 años
muchos de esos jóvenes eran idealistas y combativos; luego cientos de
ellos -con muy honrosas excepciones- pasaron a ocupar un puesto en la
burocracia gubernamental y un buen número se convirtieron -al paso de
los años- en destacados funcionarios de primer y segundo nivel o han
formado parte del Congreso en buen número de legislaturas. Los sueños de
libertad y justicia social los guardaron en los cajones de sus amplios
escritorios o debajo del asiento de sus cómodas curules.
ESPEREMOS QUE al paso de los años, los hoy combativos e
indomables luchadores sociales de nuestra época, no terminen enganchados
a las nóminas del gobierno o de un partido político se llame como se
llame. Peña Nieto y López Obrador ya pueden dormir tranquilos. Ya tienen
lo que siempre anhelaron. Vale la pena repetir lo que dijo AMLO en el
Zócalo: "Estamos a mano". Mi Padre diría "Tanto brinco para caer donde
mismo".
LO INVITO a que nos
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nuestro programa de Radio por internet "El Observador Político" en el
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