«Para controlar a Venezuela es necesario ocupar militarmente a Colombia», palabras del senador republicano Paul Coverdale, primer ponente del Plan Colombia en el Senado de los EE.UU.
Se desgastaba el año 1.988 cuando se expresaron estas lúgubres palabras. Actualmente las bases militares de Cartagena, Malambo, Palanquero. Apiay, Bahía Málaga, Tolemaida y Tres esquinas son controladas por los invasores yanquis, con la venia del «inefable» Álvaro Uribe Vélez. Estas bases, poco a poco se han ido consolidando como focos subversivos contra Venezuela, con la excusa de luchar contra el narcotráfico.
Recordemos que, hace pocos días, visitó a Colombia el candidato majunche y cobero, Enrique Capriles Radonsky junto a su lugarteniente Leopoldo López, donde recibieron apoyo para sus planes de desestabilización en Venezuela, los cuales esperamos para la noche del 7 de Octubre.
Este escenario hoy se combina con el nuevo proceso de paz iniciado por el gobierno colombiano y las FARC, asunto que sólo puede despertar esperanzas moderadas, vistas las múltiples amenazas que asechan a la paz en esta tierra.
Abrigamos la esperanza de que en la persona del presidente Juan Manuel Santos haya anidado el deseo de trascendencia histórica y vea la hermosa oportunidad que se le presenta para llevar la paz a esta hermana república tan golpeada por el terrorismo de estado, el narcotráfico, la intervención gringa y la guerra civil.
Deseamos de todo corazón que Santos tenga patriotismo, equilibrio y firmeza para lograr la paz y recuperar la soberanía de Colombia que tantos sacrificios costo al libertador Simón Bolívar.