Los países del Caribe Oriental han entrado en un nuevo período histórico de consolidación y profundización de su relación estratégica con el ALBA, como consecuencia del triunfo electoral del pasado 13 de diciembre del líder del Partido Laborista Unido de San Vicente y las Granadinas ( ULP por sus siglas en inglés), Ralph Gonsalves, y las victorias electorales del pasado año 2009 alcanzadas por Baldwin Spencer, en Antigua y Barbuda y Roosevelt Skerry, en la Mancomunidad de Dominica, desafiando toda la ofensiva de calumnias y mentiras difundidas por los medios de la desinformación al servicio del imperialismo que, de esa manera, buscan mantener a los hermanos pueblos del Caribe Oriental en un estado de subordinación colonial al servicio de la estrategia de reconquista y recolonización que desarrolla el imperialismo norteamericano en todo el planeta Tierra, con el fin de garantizar su hegemonía unipolar e imponer su bestiales políticas económicas y militares que salven al sistema Capitalismo de la profunda crisis en que se encuentra sumergido.
El encuentro entre el ALBA y estos países del Caribe Orientales deriva, entre otras circunstancias, de las gravísima crisis económica que se vienen desarrollando en los principales países capitalistas del planeta, de cuyas economías han dependido históricamente y, al surgimiento, en el Caribe Oriental, de una corriente soberanista, antimperialista, popular, al servicio de la Justicia y el Bienestar de sus pueblos, que reclama su derecho a romper las viejas cadenas impuestas por el imperialismo inglés en la región y construir una nueva realidad que unifique a todos los pueblos del Caribe Oriental y de la fachada noreste-atlántica de Suramérica, con el fin de integrarse colectivamente con América Latina: el único espacio geoestratégico en el cual será posible el verdadero desarrollo y bienestar luego de haber sido sometidos, durante 300 años por el imperialismo inglés, al genocidio del pueblo caribe, la esclavización africana y a la explotación de sus trabajadores y trabajadores.
El ALBA ha abierto a
nuestros hermanos pueblos caribeños la posibilidad de beneficiarse
de los programas de salud, educación, desarrollo agrícola y apoyo
financiero ventajoso que, unido al programa de soberanía energética
de PETROCARIBE, ha permitido atender las necesidades sociales más importantes,
adquirir mayor autonomía financiera frente el FMI y el Banco Mundial,
superar los desequilibrios financieros provocados por los efectos de
los crisis Capitalista sobre su sistema bancario e iniciar, un proceso
de cambios en sus economía para hacerlas más diversificada y volcada
a la atención de sus problemas estructurales de generación de empleos,
formación profesional y acceso de los servicios de calidad, a los
sectores menos favorecidos de sus poblaciones.
Para transitar este camino de soberanía popular e independencia política, los nuevos liderazgos del Caribe Oriental han mantenido posiciones de dignidad, frente las presiones políticas de las viejas y nuevas potencias coloniales y la falta de conciencia nacional y visión estratégica por parte de importantes sectores económicos y sociales que se encuentran atrapados en sus viejas relaciones de subordinación colonial; cuyos partidos y líderes pierden cada vez más el apoyo de la mayoría del pueblo, que siente que, solo con la unidad fraterna y solidaria con los países de ALBA y con la integración con América Latina, será posible superar la situación de marginación y atraso en la que el colonialismo los ha mantenido a lo largo de toda su historia.
Por su parte, los países latinoamericanos integrados al ALBA ( Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela) y su sistema de integración, han confirmado sus definiciones de amistas y solidaridad con los pueblos y gobiernos de Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas, manteniendo un respeto irrestricto a su soberanía nacional y independencia, con base a los principios de Igualdad Jurídica de los Estados, No Intromisión en los Asuntos Internos y Autodeterminación de los Pueblos, promoviendo diversas iniciativas que confirman que la integración y la unidad es el único camino posible para alcanzar la verdadera independencia frente a las viejas y nuevas pretensiones colonialistas e imperialistas que amenazan nuevamente la unidad de Nuestra América.
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