Es una cínica, manipuladora y bellaca así se expreso ante los medios Fernando Vallejo, él ilustre escritor y pensador colombiano asilado en México, y veo que no se equivoco.
Después, de ver las declaraciones de la diva política, en cuanto a que iba a demandar al estado colombiano, por la nada despreciable cantidad de seis y medio millones de dólares, me he convencido de esa realidad.
Hay que aclarar, que antes de su mediático secuestro. Ingrid no era más que un cero a la izquierda en la política colombiana, eso si muy frívola y malcriada, en su paso por la política, no se le recuerda ninguna iniciativa, a la que halla que resaltar. Aun en su paso por la cautividad solo recuerdan su arrogancia y malcriadez.
Ahora eso es común en la política colombiana, ese es el talante que caracteriza a la dirigencia colombiana; solo piensan en chupar y llenarse los bolsillos a borbotones, sin pensar en aquellos incautos que depositan su confianza en ellos, que a la final son la gran mayoría.
Ahora, su verdadera personalidad la dio a conocer al regresar a la civilización, hasta le pidió divorcio a su esposo, que la espero como un tonto por más de seis años y hasta tuvo él tupé de mandar a la porra a su compañero política y de cautiverio Clara Rojas.
Es ella una mujer de personalidad inestable y muy voluble y la verdad hace honor a su profesión la política.
Ingrid jamás pensó, que en su puñetera vida la misma le daría tantas sorpresas, fue después de su sospechoso secuestro, que la fama y la relevancia, la acompañarían hasta él punto de convertirse en una figura mediática, todos querían hacerse la foto con ella. Las cámaras de televisión nacionales y foráneas, la convirtieron en un imán todos querían una entrevista. No hubo ni una sola alfombra real que no pisase. Hasta él gigoló de Sarkozy le dijo “pídeme él cielo y te lo doy”, cuando en él elíseo le imponía la más alta condecoración, que otorga él estado galo y hasta pillo un premio príncipe de Asturias en Oviedo etc., que más se le podía pedir al cielo
Ingrid cada vez, que pisaba uno de estos ámbitos de alcurnia, le decía a su hermana y a Yolanda su madre, “Dios que me iba yo a imaginar, que en mi insignificante vida antes de que me secuestraran, tanta alcurnia y sangre azul caerían rendidas a mis pies”. Pero eso es la realidad, ella jamás pensó autografiar libros de su autoría ni nada que se le parezca. No sé si decir, que su secuestro fue un golpe de suerte doloroso e ignominioso.
Todavía recuerdo, cuando ella y su madre decían. Que él tiranillo Uribe no quería su liberación y que este, le ponía palos en la rueda a la misma, pero renglón seguido al verse en libertad, llego a decir que Uribe era él demócrata perfecto y hasta lo llego apoyar en su reelección. Ahí es cuando uno empieza a ver, los verdaderos matices de estos políticos bellacos y manipuladores. Esta mujer, está claro que lo que busca, es un baño de vigencia y notoriedad, ya que desde hace un largo tiempo, a la humanidad se le había olvidado que existía, por lo tanto, como decía Vallejo, me quedo con esa imagen de bellaca, cínica y manipuladora
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