A sólo diez días de las elecciones presidenciales en Colombia para escoger al sucesor de Álvaro Uribe Vélez, las piezas en el tablero del ajedrez político se mueven con suma maestría. Los grupos económicos nacionales en contubernio con los intereses extranjeros, fundamentalmente de España y de los Estados Unidos apuestan a influir en la conciencia y en la emoción del electorado colombiano para manipular la intención del voto y beneficiar a su candidato que es el hombre de “la camisa negra”, Juan Manuel Santos.

El candidato del uribismo ha incorporado el tema musical de Juanes en su campaña electoral, sin la autorización del cantautor antioqueño que ha vendido más de 15 millones de copias en el mundo de sus cuatro álbumes, se ha hecho acreedor de diecinueve premios Grammy y considerado Embajador de la Paz por sus conciertos en la frontera colombo-venezolana y en Cuba. Juan Esteban Aristizábal denunció el abuso por parte del ex ministro de la Defensa de uno de sus temas preferidos al incorporarlo a la campaña presidencial. En el video “pongámonos la camiseta” difundido por You Tube se percibe el ritmo de “La camisa negra” con la simulada voz de Juanes. “Tengo la camisa puesta, porque yo apoyo a Santos, yo quiero que sea Presidente y gobierne nuestra tierra”. Esto provocó la arrechera del artista colombiano que desautorizó a Santos por el uso indebido de la composición y exteriorizó su molestia en la red social twitter. Juanes no oculta su inclinación por “el profe”, Antanas Mockus, candidato del partido verde.

El ex rector de la Universidad Nacional de Colombia que decidió, en 1993, bajarse los pantalones para mostrarle las nalgas a los estudiantes del auditorio León de Greiff y dejarlos estupefactos, en silencio, es el virtual ganador de los próximos comicios en el vecino país, según los más recientes sondeos de opinión realizados por las empresas de mayor prestigio, aun cuando la firma Gallup coloca a Santos punteando las encuestas con dos puntos por encima de Mockus. Supongo que este estudio se hizo con los activistas del comando de campaña del partido de la U, con la intervención del psicólogo venezolano y especialista en estrategia electoral, Juan José Rendón. Los operadores políticos de la oligarquía colombiana no se han quedado de brazos cruzados Estos actores acaban de montar a través de la cadena Caracol-radio y televisión- en la cual tienen fuerte presencia los capitales españoles del grupo Prisa y editorial Planeta que se articulan con los capitales colombianos de los Santos en el diario El Tiempo de Bogotá el segundo debate entre los candidatos presidenciales para la contienda, en la cual tienen derecho a sufragar casi 30 millones de colombianos que elegirán al Presidente y Vicepresidente de la República con una mayoría simple-la mitad más uno- para un periodo de cuatros años.

Los organizadores de este evento electoral que captó el interés y la atención de miles de personas residentes en Colombia y fuera del país se propusieron no sólo “ranquear” a Juan Manuel Santos frente a sus adversarios políticos y en particular con Antanas Mockus, para insuflarle el último aliento a quien saldrá derrotado en la batalla electoral, a menos que ocurra algún imprevisto que neutralice y saque del juego al Profe, sino que los aspirantes a suceder a Uribe Vélez blindaran a Santos contra las pretensiones de un Juez penal de Ecuador que libró una orden de aprehensión por los hechos registrados el 1 de marzo de 2008, en la provincia de Angostura, cuando se violó la soberanía del país vecino y dieron muerte a veinte personas, entre ellas a Raúl Reyes, miembro del secretariado de las FARC, y el ecuatoriano, Frannk Aisalia, quien fue ejecutado por las tropas invasoras. Aunado a este objetivo subyacía el interés de suscribir un documento para rechazar la injerencia extranjera en Colombia- en particular en el proceso electoral-que apuntaba a colocar el acento en la intromisión del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, quien no ha perdido un instante para golpear en el hígado al candidato del uribismo.

Este última jugada para darle jaque mate al rey se abortó cuando no hubo consenso que mordiera el señuelo de la Cadena Caracol y sus aliados, cuya vocería no se ha pronunciado por la injerencia del embajador de los Estados Unidos en Colombia, William Brownsfield, en la campaña a favor de Santos, ni de los dirigentes del partido popular de José María Aznar. Aunque representantes de las ONG colombianas han advertido las presiones por parte de los grupos irregulares de ese país y en particular de los paramilitares para manipular el voto de la población, bajo la amenaza y el riesgo de sus vidas, todo está listo para propinarle al uribismo su más cara derrota y dejar a su candidato y al presidente saliente a la orden de los tribunales de justicia internacionales por los crímenes cometidos durante su gestión, por la intromisión de los capitales del narcotráfico en la política, el acuerdo con el Gobierno de los Estados Unidos para la instalación de siete bases militares que constituyen un peligro para la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe y, ahora, la presencia del Cuerpo de Paz tras la firma del reciente documento, en Washington, por el canciller Jaime Bermúdez. A escasa horas de que los colombianos le digan ¡chao! a Uribe y a sus aliados, la voz simulada de Juanes se sigue escuchando a los cuatro costados del país: “tengo la camisa….”

marinsjournalist@hotmail.com.

(*) CNP N° 7275