Mockus: con Uribe o contra Uribe

En el coloquial y actualizado idioma de nuestros jóvenes; en este artículo pretendemos aclarar quien realmente las cago referente a lo que es el cumplimiento de la legalidad: el candidato Mockus o el presidente Uribe e igualmente la real posibilidad de que efectivamente la justicia internacional solicite a Uribe en extradición; el paralelo que lo identifica con el del General Antonio Noriega en su fiel servicio en defensa de los interese económicos y políticos de los EE.UU. la muy posible condena a que sea sentenciado tratándolo sin ninguna consideración como desechable después de haberlo usado y la imperiosas necesidad de organizar el Partido Verde para salir victorioso en el inevitable enfrentamiento que se producirá con la vieja y corrupta clase política.

Es inocultable y nuestra eterna clase gobernante no pueden disimular la frenética histeria que los hace temblar ante el arrollador e imparable respaldo que día a día le dan los ciudadanos colombianos a la candidatura presidencial de Antanas Mockus; por lo que para nadie era una sorpresa la total y agresiva campaña con la que nuestra clase dirigente, atrincherada especialmente en los medios masivos de comunicación arremeten en contra de Mockus para desprestigiarlo (igual que dividieron y desprestigiaron al P.D.A.) al manipular a la opinión pública inyectando falsos positivos informativos. En otras palabras acudiendo a la guerra sucia y el sicarito informativo.

Todos sabemos que el pueblo por medio del engaño y la manipulación es controlado absolutamente por la plutocracia criolla y que a pesar de que en contra de sus verdaderos intereses con su voto elijan a mandatarios que luego desde el poder incumplen las promesas solemnemente pactadas, al mismo tiempo que cual botín se reparten el presupuesto nacional, legislando en contra de quienes votaron por ellos, cargándolos de impuestos, miseria, desilusión y sufrimiento. A pesar de que en cada una de las elecciones el pueblo engañado mansamente se deja arriar al corral que cada 4 años pintan los politiqueros con un color y un cuento distinto; a pesar de todo eso el pueblo en el fondo anhela un cambio político y como un caudalosos e incontenible rio que por más que le atraviesen obstáculos: el pueblo tarde o temprano encuentra su camino al inmenso mar de la esperanza. La anterior afirmación historiadamente se puede comprobar en el caso de Jorge Eliecer Gaitán, el General Rojas Pinilla y Luis Carlos Galán Sarmiento; a pesar de ese férreo control, entre la desorientación y el desespero, muchas veces equivocándose, el pueblo ha buscado quitarse el yugo de la explotación buscando un cambio político. Y no hay que olvidar que cuando esto ha sucedido, nuestra clase dirigente nunca ha dudado en acudir al magnicidio y al exterminio como ha sucedido con Jorge Eliecer Gaitán, Luis Carlos Galán Sarmiento, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro y el exterminio de la Unión Patriótica. Por eso nada de lo que intenten contra Mockus nos debe extrañar y por el contrario debemos estar preparados y no olvidar que ellos no tienen ningún escrúpulo para acudir a los más infames medios para conservar ese poder que legaliza el disfrute de sus privilegios.

Para intentar leer con claridad la realidad política es necesario comprender que nuestra clase dirigente cuando no se siente seriamente amenazada, como vulgares delincuentes se enfrentan entre sí por la tajada más grande del botín que representa la riqueza nacional y en ese sentido los grandes medios de comunicación en su pretensión de conservar el monopolio e impedir la adjudicación del tercer canal de televisión, limitadamente le habrían el acceso a la audiencia a candidatos distintos a los Uribistas para chantajear al gobierno; pero entre la sorpresa y la desesperación que les causa el tsunami que representa la ola verde han optado por unirse y diseñar una estrategia informativa con reportajes minados, en donde camuflan inocentes preguntas fríamente calculadas para enfrentar a Mockus contra el favoritismo que tiene Uribe entre los ciudadanos, pretendiendo retorcidamente como anteriormente sucedió con el Polo; presentar a Mockus como un abominable ateo, repugnante exhibicionista, guerrillero disfrazado de civil para defender la guerrilla, compinche de Hugo Chávez y enemigo de Uribe y su mágica seguridad democrática.

Sacándole provecho a la ingenuidad de Mockus referente a la bajeza de los métodos de guerra sucia usados en su contra; declaro sin dimensionar el efecto que le darían que: si la ley lo exigía, extraditaría a Juan Manuel Santos y al Propio presidente Uribe. Y armaron la escandalosa tormenta en contra de Mockus.

Es necesario señalar que este en apariencia insignificante episodio refleja el infinito abismo que separa y que debe separar de las corruptas y decadentes organizaciones delictivas disfrazadas de partidos políticos que respaldan al presidente Uribe, de toda organización política que tenga dentro de sus postulados un mínimo de ética y decencia política en el ejercicio y cumplimiento a la ley.

Si con la llegada de Mockus a la presidencia, “la justicia sigue siendo para los de ruana”; acaso no sería una traición y un engaño mas a la sed de justicia del pueblo.

Y en el hipotético caso de que Uribe y Juan Manuel Santos después de un justo proceso sean sentenciados por delitos de lesa humanidad, ¿porque a ellos no se les puede extraditar? O es que por el solo hecho de creerse que son “una inteligencia superior” como lo proclama José Obdulio para ellos solo opera ¿”la justicia divina”?

La verdad es que esa emboscada fue cuidadosamente preparada para sobre un hecho hipotético, obligar a condenarse sin ninguna alternativa al candidato Mockus, ya que si contestaba que como presidente no extraditaría al ex presidente Uribe Vélez; estaría incumpliendo con la ley que juro cumplir y seria descalificado por eso y si decía como efectivamente lo dijo que si lo extraditaría seria condenado ante la opinión pública por traición a la patria; como si la patria fuera Uribe.

El candidato Mockus al emitir sus conceptos políticos, prudentemente ha evitado dejar el más mínimo margen que le permita a los medios masivos de comunicación manipularlos para presentarlos a la opinión pública como radicalmente opuestos al presidente y a sus políticas de gobierno. Pero la verdad que si el pueblo vota por Mockus es porque desea un cambio político de fondo; por lo que pasadas las elecciones, en el desarrollo de la actividad política, inevitablemente el gobierno de Mockus se verá en el dilema de enfrentar como mínimo la cultura política heredada del Uribismo o copiarla para caer en el fango del continuismo ejecutando una infame traición a la confianza depositada por el pueblo colombiano.

El solo hecho de pretender que la decencia impere en cada una de las decisiones del gobierno, implica abrir un frente de batalla para destruir la estructura corrupta que endémicamente controla y hace parte del aparato la estructura y la infraestructura del estado colombiano.

En cuanto a la extradición del presidente Uribe, Antonio Caballero en un artículo de prensa afirmo que quien someta y se monte en un tigre es un verraco, pero el problema es que luego no puede bajarse puesto que el tigre lo devora.

Ese era la verdadera hecatombe que con tanta histeria proclamaba Uribe. Por eso después de encaramarse en el poder estaba obligado a seguir 4-8-12…años; no podía bajarse so pena que lo devore el tigre del estado que representa la corrupción política y económica, el vinculo con las hordas paramilitares, los falsos positivos, las chuzadas del Das, la impunidad que le garantizaba la fiscalía y la procuraduría, los abusos de poder.

Es tan cierto lo que estoy afirmando que en el pleno ejercicio del poder, ya sus cómplices empiezan correr la cortina de la impunidad, señalando a la casa de Nariño no solo como el beneficiario, sino como el lugar de origen en donde se emitieron la ordenes y a donde informaban el resultado de sus actividades criminales. Es más sin haberse realizado aun las elecciones, ya el gobierno de los EE.UU. al remover al embajador William Brownfield con el que trabajo uña y mugre; empieza a dejarlo solo, eliminando todo vinculo que lo comprometa con los delitos por los que se condenara a Uribe. El trato que empezó a darle los EE.UU. a Uribe es el mismo que atreves de la historia le ha dado a sus cómplices como Nicolae Ceausescu en Rumania, Sadan Husein en Irak, Manuel Antonio Noriega en Panama y no hay que ser adivino para pronosticar que en el futuro el sueño de Uribe de ser el soberano absoluto para toda la vida se cumplirá en una estrecha celda a la que la justicia internacional lo condenara por crímenes de lesa humanidad.

Ya lo había dicho la estigmatizada senadora Piedad Córdoba “todos los caminos conducen a Uribe”

He ahí la razón por la que apelando a las más sutiles estrategias, los medios de comunicación intentan arrancarle a Mockus una declaración en donde lo comprometan con la no extradición de Uribe y a cambiar en la forma y no en el fondo las estructuras políticas, económicas, sociales y culturales ejecutadas por el estado en los últimos 500 años.

En fin: si hacemos un rápido análisis; la cruda realidad nos demuestra que hace unos pocos meses nuestro futuro presidente era un político más y las diversas tendencias de la corrupta mafia política nucleada en el llamado Uribismo; como resultado de la manipulación mediática y guerra sucia practicada por los organismos de inteligencia del estado contra los partidos de oposición, estaba tan absolutamente convencida de que nadie ni nada amenazaba el total control que ejercían sobre la mentes y el escenario político nacional; que competían encarnizadamente entre sí, acusándose y sacándose descaradamente los trapos al sol.

En ese predeterminado y codificado escenario de instintivos y egoístas intereses político; una jugada inesperada destruyo los soportes de ese manipulado orden. Fajardo quien en la encuestas se beneficiaba de la mayor favorabilidad en la intención de voto después de Uribe; apoyo a Mockus hasta ese momento un candidato del montón y se produjo la hecatombe Uribistas, el tsunami, la ola verde que está destruyendo el imaginario paraíso que nos ofrecía una seguridad democrática que jama alivio el estomago de los hambrientos, que aniquilo la oportunidad de darle un empleo al desempleado, un salario digno al trabajador, que al contrario de devolver la tierra a los desplazados legitimo el despojo; que ante el clamor de justicia de las víctimas de los falsos positivos y los crimine de estado les impuso la impunidad.

En conclusión: hace unas pocas semanas la mayoría de los buenos ciudadanos no apoyábamos a Mockus porque la manipulación mediática nos impedía verlo como el líder que con energía y determinación nos guiaría a la lucha contra el continuismo, la corrupción, la decencia, la paz, la tolerancia, la defensa de la naturaleza y el bien común.

Pero nadie puede ignorar que en ese inesperado tsunami político, aprovechando la ingenuidad de gran cantidad personas partidarias de un verdadero cambio económico, social, político y cultural; buen numero de instituciones económicas y curtidos politiqueros mimetizando sus egoístas intereses están provechando el suceso para discretamente acomodarse en la cresta de la ola verde y apoderase del reconocimiento y la dirección política del movimiento.

También es de esperar la inevitable y violenta reacción de las poderosas fuerzas políticas y económicas derrotadas para impedir los más mínimos cambios a ese estatus que le garantiza el disfrute de enormes privilegios a costas del sufrimiento de las grandes mayorías. Porque hay que tener presente que el efecto de toda ley beneficia a unos en detrimento de otros.

Teniendo como principio jugárnosla toda por el proceso político y no por el sujeto político, sin caer en la idolatría debemos rodear a Antanas Mockus de una poderosa fuerza política que le garantice la gobernabilidad ante los intentos de desestabilización por lo que ante esa realidad es urgente y fundamental que todas las tendencias que defienden honestamente el interés lo popular, busquen los canales de comunicación, discusión y acuerdos para lograr defender y aplicar el programa político que guie esta nueva oportunidad y trasforme en realidad el general deseo de cambio y justicia social.

Siendo consciente de lo anterior, simultáneamente es imperativo al calor de la contienda electoral adelantar la campaña de organización del partido. Porque la organización lo es todo.

Un árbol puede ser muy grande y frondoso pero si tiene escasas raíces, cualquier tormenta lo tumba o cualquier sequia lo seca; pero al contrario puede que un árbol no tenga muchas ramas, pero si tiene fuertes raíces resiste a las más severas sequias y a las más violentas tormentas. En referencia a un partido político de carácter popular, esa fuerte raíz es la organización. Entonces trabajemos con mucha mística por nuestro candidato y por la organización.

(*) Comité Antanas Mockus Piedecuesta.

asopiten_ascopi@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1980 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter