Parados sobre un gigante mocho

Los grandes hombres de ciencia pudieron ver lejos por estar parados sobre
los hombros de gigantes. Todos se nutrieron con los trabajos y experiencias
de sus predecesores.

Para inventar algo nuevo es imprescindible conocer lo anterior, para no
volver a inventar el agua tibia y para no repetir errores.

Entonces, en nuestra construcción colectiva de un nuevo socialismo, tenemos
que ser permeables a todas aquellas ideas que buscan una transformación
social y la liberación de la humanidad, tenemos que nutrirnos con todas esas
ideas y experiencias sin dejar ninguna por fuera.

En líneas generales siempre han existido dos corrientes del socialismo, la
estatista y la anti estatista; la autoritaria y la libertaria; la
centralista y la federalista; la Marxista y la Anarquista. Si nos quedamos
con una sola opción nos estamos quedando solo con la mitad del socialismo,
si innovamos desde allí nos estaremos parando sobre los hombros de un
gigante mocho y es muy probable que no veamos muy lejos y que volvamos a
equivocarnos.

Lamentablemente hay una tendencia fuertemente conservadora que, atada a
viejos y decrépitos dogmas, pretende imponer su versión de socialismo,
ignorando que en la revolución bolivariana se trata de inventar un nuevo
modelo.

Esa tendencia, la autoritaria, que demostró su fracaso en la URSS pretende
ahora seguir empleando los mismos argumentos que la llevaron al fracaso, los
mismos gastados argumentos de hace 80 años que probaron ser falsos, acusando
de “izquierdistas infantiles” a cualquiera que tuviese otras ideas o
nociones revolucionarias, a cualquiera que quisiese llevar la revolución más
lejos, que quisiese profundizarla o que tuviese críticas o propuestas. Esa
es la enfermedad senil del derechismo en el comunismo.

Este “derechismo” que se ha esforzado por ocultar o tergiversar el
anarquismo y las posturas más izquierdistas dentro del comunismo. Ese
“derechismo” que se esconde en el socialismo autoritario, que no reconoció
nunca la crítica que por más de cien años se le hizo desde el anarquismo y
desde amplios sectores del comunismo mas radical y que ahora, forzados por
la historia admiten algunos de sus errores, pero sin reconocer lo esencial y
ocultando precisamente la existencia de todos aquellos que por años
levantaron esas críticas.

Es ese derechismo que aniquila el “libre examen”, ese derechismo que cree
saber mejor que el pueblo que es lo que quiere y lo que más le conviene,
ese derechismo que construyó un imperio invasor en nombre del socialismo, un
monstruo estatista que probó no tener nada que ver con la liberación de la
humanidad; ese derechismo que tanto daño le ha hecho a todas las
revoluciones, esa es la enfermedad decrépita que quiere secuestrar nuestra
revolucion.

Esa enfermedad senil del derechismo, que quiere que seamos seres pasivos y
no revolucionarios activos, que quiere que seamos simples seguidores
acríticos, que no cree en la democracia ni en la participación, que le teme
al pueblo y a sus poderes creativos, que le interesa conservar la burocracia
y sus parcelas de poder y que se erige como una élite iluminada, Esa
enfermedad senil pretende ocultar y tergiversar ese otro socialismo y que
nos quedemos únicamente con la mitad del mismo, y con la mitad fracasada;
esa decrepitud "socialista" pretende que nos paremos sobre los hombros de un
gigante mocho.

Estudiemos TODO el socialismo, no nos quedemos tan solo con la mitad, no le
temamos a las ideas ni a las transformaciones y tomemos colectivamente las
riendas de la revolución.

¡VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!
¡VIVA EL SOCIALISMO LIBERTARIO!
¡TODO EL PODER PARA EL PUEBLO!

Salud, alegría y Anarquía

Teseracto Bolivariano Anarquista Salom Mesa
http://toparquia.blogspot.com/


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2603 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter