Después de la disolución de la Unión Soviética, el sistema mundial cayó en predominio casi absoluto del imperialismo norteamericano, constituyendo de esta forma lo que se conoció en la década de los 90, como el sistema unipolar. En este período el sistema internacional fue dirigido por las estrategias norteamericanas, fue un período donde observamos el crecimiento de la Organización del tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el modelo neoliberal se fue imponiendo en el mundo, fue la época en donde el Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) fue elaborada como propuesta, y el plan de Cavallo era la receta de oro a seguir. Se hablaba del fin de la historia, gracias a las teorías de Fukuyama, según las cuales la democracia de libre mercado, era el sistema perfecto que el hombre fue buscando y construyendo en el transcurrir de las épocas. Estos fueron años de victoria para el capitalismo.
A finales del siglo XX y en el inicio del nuevo milenio, las fantasías sobre el alcance del sistema político perfecto fueron desvaneciéndose; el modelo neoliberal en Argentina cae en el fracaso y lleva a la quiebra a este país. Se produce la crisis de los tigres asiáticos y el descontento por la miseria y el hambre que el libre mercado fue sembrando por el mundo se hizo cada día más indiscutible. Estos fueron años de debate, ¿llegó en verdad el fin de la historia y sólo se está produciendo una etapa de reajuste? o ¿será que la historia más bien está iniciando una nueva etapa de construcción? Las contradicciones se hicieron cada vez más visibles, las bondades de la globalización estaban perjudicando los esfuerzos que las naciones realizaron para alcanzar su independencia y soberanía. Fue una década de búsqueda de soluciones y nuevos caminos.
Ya entrado el siglo XXI, las alternativas para el mundo se fueron definiendo. Las recetas que la Casa Blanca predicaba ya no eran el remedio predilecto para aplicar. Los pueblos y las regiones fueron construyendo su propio destino. El llamado a la multipolaridad fue la solución que se perfiló para la búsqueda de la estabilidad internacional a fin de garantizar la paz y el progreso justo. El modelo neoliberal ya no contenía la gloria que tras la disolución de la URSS adquirió, y la constitución de una nueva forma de cooperación y desarrollo se fue gestando en cada nación, en un nuevo paradigma basado en los principios de solidaridad, intercambio, complementariedad y respeto a la soberanía. Gracias a esta nueva visión, el predominio unipolar norteamericano ha decaído, sumado al despertar de Rusia y el levantamiento fuerte y sostenido de China. Estos son años de encuentros y construcción.
Esta evolución nos demuestra que la historia no ha finalizado. La unipolaridad no ha terminado y la multipolaridad no se ha consolidado. Eso lo vemos cuando la superpotencia de los Estados Unidos de Norteamérica, pasa por encima del concierto internacional para invadir a un país sin una justificación clara y al final falsa, pero de igual forma asistimos al resurgir ruso y chino que ha impedido que EEUU incremente sus esferas de influencia, además los éxitos de modelos como el cubano y el venezolano, que ya sirven como ejemplos a estudiar y a seguir por el mundo, respetando por supuesto las particularidades.
Las contradicciones y debates que se presentan en el mundo han permitido la renovación del socialismo, demostrando que la disolución de la URSS no significó la derrota del mismo, sino que fue una experiencia que permitió la construcción del modelo ideal para el desarrollo humano. El capitalismo ha llegado a una etapa de insostenibilidad y la miseria que ha ocasionado en decenas de países lo ha convertido en un modelo que siembra dudas sobre su efectividad. Es por ello que vemos la búsqueda de un nuevo modelo que tome en cuenta lo social, cultural, económico y político, y solo el socialismo con sus principios de equidad, justicia social y participación, se perfila como el adecuado para construir las naciones que soñamos.
Transcurren tiempos interesantes, pero las batallas y obstáculos estarán entre los protagonistas en esta etapa de definición para un verdadero equilibrio internacional.
