La libertad de Venezuela

("Virgen Divina Pastora, corrige la doctrina del obispo López Castillo")

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) en su artículo 1° establece que somos un país "… irrevocablemente libre e independiente y que fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en el adoctrina de Simón Bolívar, el Libertador". Pero de ello parece que el obispo de Barquisimeto Antonio López Castillo no se ha dado por enterado.

En la misa de despedida de la imagen de la Divina Pastora, aparte de exigir la libertad de los "presos políticos" (entre ellos "El jefe", Leopoldo López cuya esposa estaba ahí presente; rogó también a Dios, por intercesión de la virgen, que "libere a Venezuela". Aunque no dijo de qué; debe ser de la especulación, el acaparamiento de los sectores privados venezolanos, la falta de honradez en la administración pública y en general corrupción de las conciencias.

También sospechamos que este obispo cree que estamos en una dictadura horrible, como la Pérez Jiménez en 1957 y pide que el presidente Maduro abandone el cargo, de acuerdo a los deseos de la Asamblea Nacional, dado que su actual presidente es un teólogo de mucho vuelo, así como es el deseo de cierta parte de la oposición venezolana, golpista contumaz y a cuyos militantes acompaña la jerarquía eclesiástica.

La libertad de Venezuela es la que queremos todos, sobre todo de influencias extranjeras. En particular de potencias como Estados Unidos. Pero todos sabemos que este obispo no hace sino instrumentalizar una amplia manifestación religiosa a favor de la MUD, como un militante más; aspecto por demás muy deplorable, sobre todo porque mucho militante chavista también es cristiano católico y siente que su obispo no es ecuánime.

Eso sin embargo, parece que no tiene solución. Toda la alta jerarquía católica, incluyendo al obispo de San Cristóbal don Mario Moronta y la mayoría del clero, congregaciones y órdenes religiosas, son militantes de la MUD; de tal manera que asocian una procesión religiosa con una manifestación política, eso al menos desde que el fallecido Cardenal Castillo Lara tergiversara la misa de recepción de la imagen de "La Doña" en la Catedral de Barquisimeto.

Ya eso parece que no extraña a nadie, ¿será que todos vamos a aceptar pasivamente esa manipulación burda de la jerarquía eclesiástica?



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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