Eso es lo que no entiendo

Hay algo que no entiendo.

Podría ser que no lo entienda ya que soy severamente disléxico, y parcialmente diafásico.

La dislexia es la inhabilidad del cerebro de efectivamente relacionar los sonidos del lenguaje con el lenguaje escrito en base a símbolos representando la pronunciación, como por ejemplo, la construcción de palabras escritas en base a sílabas (versus el uso de imágenes para representar pablaras enteras, como en el idioma chino).

El mayor síntoma de la dislexia es la inmensa dificultad para leer.

En mi caso, leo a la velocidad de un niño de 8 años de edad, pero también leo una página de texto (como de una novela por ejemplo) a la misma velocidad y nivel de comprensión que leo una pagina de matemática, entonces, a raíz de esto, casi no he leído novelas o cuentos, donde no aprendo mucho y me demoro mucho tiempo en leer, pero si he leído mucha matemática, ciencia, e historia, donde aprendo mucho en el mismo tiempo que me demoraría leer una novela de equivalente tamaño.

Por ejemplo, me demoro alrededor de 3 años leer una novela de 1500 páginas, o un libro de matemática de 1500 paginas, o un libro de historia de 1500 paginas.

Es una condición médica a veces frustrante, pero a raíz de esta condición, he podido desarrollar otras partes de mi cerebro que normalmente no se desarrollan mucho, como la memoria mnemónica, la memoria o fotográfica, y la capacidad de trabajar escritos y matemáticas complejas en mi cabeza.

Ver: Regla mnemotécnica - Wikipedia, la enciclopedia libre

La disfasia es la inhabilidad de efectivamente expresarse verbalmente, por cualquiera que sea la causa.

A veces puede ser algo bastante severo, como en algunas personas que han sufrido ACVs o traumas cerebrales, mientras que en otros casos no se nota mucho, como en el caso mío, donde se trata de un mal funcionamiento de la parte del cerebro que controla el lenguaje verbal.

En mi caso, la gente piensa que lo que tengo es un acento extranjero.

Me dicen, “Ah, usted no es de aquí, por su acento.”

Trato de explicarles lo que tengo, pero normalmente la gente no entiende, siguen pensando que es un acento extranjero. Es bastante cómico el asunto, ya que cuando hablo ingles con gente de habla inglesa, me dicen la misma cosa, y cuando hablo francés con gente de habla francesa, me dice igual.

No tengo escape.

A veces me siento como si fuera un esquizofrénico ya que ellos normalmente sufren ese tipo de prejuicio, donde la gente en general los juzga sin conocer su condición médica.

La gran mayoría de la gente “normal,” cuando ven a un esquizofrénico caminando por la calle, hablándose a si mismo, o gritándole a personas invisibles, cree que la persona está loca o borracha o drogada, y así lo juzgan, muy erróneamente.

Les menciono todo esto ya que mi inhabilidad de entender ciertas cosas pudiera estar relacionado con la anormal función de mis neuronas en ciertas áreas de mi cerebro.

Un colaborador de Aporrea, una persona muy conocida en Venezuela, me ha sugerido que posiblemente yo sufra del síndrome de Asperger, una forma de autismo, pero ya he vivido con esta condición toda mi vida, y a mi edad ya no importa si sufro o no de alguna condición medica recientemente definida o descubierta.

Entonces, ¿Qué es lo que no entiendo?

No entiendo cómo la gente puede aceptar de trabajar con, contratar, seguir, respetar, admirar, o apoyar a alguien que miente intencionalmente.

Entiendo, y encuentro razonable aceptar que una persona pueda mentir por error, o por miedo, o por estar distraído, o por sentirse inseguro, o para protegerse de algún peligro, o para no parecer ignorante superficialmente, pero no entiendo ni acepto que una persona mienta intencionalmente para engañar, o para ocultar, o para esquivar la verdad, especialmente si se trata de temas de alta importancia que pudieran generar consecuencias de gran envergadura.

Aunque posiblemente sea anormal, mi razonamiento es sencillo.

Si voy a construir una casa, a primera vista, lo más importante es de asegurarme que la fundación y las columnas sean bien construidas, con buenos materiales, porque si no, en algún momento toda la casa se caerá a pedazos.

Esto implica o supone que cuando vaya a comprar el cemento, el cemento sea realmente cemento, y no alguna mezcla rara, y también supone que cuando el albañil venga a hacer el trabajo, que mientras yo no esté allí viéndolo, él no haga una mezcla débil, para poder robarse una parte de mi cemento para construir su propia casa.

En otras palabras, construir algo de calidad, algo sólido, duradero, y fuerte, requiere la confianza, y la confianza absolutamente implica o supone la verdad.

También supone no esconder nada, no ocultar, y no mentir.

Imagínense si el albañil no me dijera que a dos de las cuatro columnas, mientras que echaba el concreto, le cayeron dos grandes iguanas a cada una de las dos columnas, y no pudo sacarlas a tiempo, y allí quedaron las iguanas, sin que yo lo sepa.

Bueno, en algún momento mi casa va a oler algo terrible, y al construir el segundo piso por encima de esas dos columnas, se caerá parte de la platabanda sobre la cabeza de mi vecino que vino inocentemente a ayudarme, matándolo.

Entonces, no entiendo cómo una persona, particularmente una persona que se dice chavista, puede seguir apoyando a Nicolás Maduro.

Entiendo que los chavistas, seguidores de Chávez y de la Revolución, hayan votado por Maduro porque Chávez nos pidió que lo hagamos, y entiendo que hayan chavistas, como yo, que apoyaron a Maduro durante un tiempo, pero en algún momento hay que ser realista, y hay que proteger a la Revolución más que proteger a una persona en particular, en este caso Maduro.

Ahora, si Maduro no mintiera, no ocultara, y no esquivara la verdad, entonces, aun con todas sus debilidades, yo seguiría apoyándolo, y trataría de contribuir de manera positiva a resolver y ayudarlo a Maduro, pero este no es el caso.

Se supone, o yo supongo, que para construir una Revolución de calidad, humanista, duradera, y sólida --- una Revolución que no se nos caiga a pedazos sobre las cabezas de inocentes --- hay que siempre basarse en la verdad, y nunca se debe ocultar nada, ni esquivar nada.

Es imposible construir una Revolución sólida si se permite la mentira.

Ahora, en las últimas semanas he recibido correos de personas que dicen ser chavistas, donde me han estado insultando, llamándome traidor, porque no apoyo a Maduro, ¿como si para ser chapista debo apoyar a Maduro?

Eso es ridículo, es irracional.

Sí, es verdad que no apoyo a Maduro, por nada, pero las personas que apoyan a Maduro están apoyando la mentira, es decir, están apoyando a una fuerza muy negativa, la cual llevará la Revolución al desastre (ya está en camino al desastre).

¿Prefieren ellos proteger al elemento destructor de la Revolución, o proteger la Revolución como tal?

¿Prefieren proteger a un individuo, o a toda la humanidad?

Considero que mi papel en Revolución es decir las cosas como son, o como las veo.

Eso dicho, quiero aclarar una cosa.

Puedo soportar insultos, gritaderas, y acusaciones infundadas de cualquier tipo, pero hay una cosa que no agradezco por nada, y eso es que me digan mentiroso, o que me pongan palabras en la boca, palabras y cosas que yo nunca dije, torciendo mis palabras para la conveniencia de algún argumento, o para tratar de justificar algún punto de vista ajeno al contexto de mis escritos, o que me acusen de haber dicho algo que nunca dije, en base a las arbitrarias suposiciones del lector, acusándome de decir cosas indirectamente, o subversivamente, es decir, como si yo hubiera dicho algo de manera engañosa, intencionalmente.

Bueno, no soy así, y no escribo así.

Soy muy directo, y sencillo.

Esa miserable actitud de algunos supuestos chavistas, particularmente unos académicos que se creen superiores a todos los demás, es totalmente inaceptable para mí.

Es más, es un comportamiento que se basa en suposiciones, y eso no es muy racional.

Cuando escribo, escribo precisamente lo que quisiera decir, y a menos que cometa un error de contexto o contenido al escribir --- lo que a veces ocurre --- nunca escribo con doble sentido, o con innuendos, o insinuaciones, siempre escribo exactamente lo que quisiera decir, nada más, nada menos, y no agradezco por nada los posos lectores que me acusan de utilizar el idioma escrito para ocultar intenciones, o para engañar, o manipular.

Si yo quisiera decir que Maduro debería renunciar, diría:

”Maduro debería renunciar.”

No voy a escribir algo al estilo:

“En tal caso, si uno se pone del lado del espejo o del enemigo común, y aunque caiga lluvia o granizos sobre las playas de nuestra tierra, el gran jefe, así le dicen algunos, debería pensar en divorciarse de su segunda mujer.”

Bueno, finalmente, todo esto fue para decir que no entiendo cómo alguien puede apoyar a alguien que miente intencionalmente.

Eso es lo que no entiendo.

N.B. Soy seguidor de Chávez, soy chavista, pero no soy ni seguidor ni miembro de ningún partido político, porque no creo en la política al estilo occidental. No apoyar a Maduro no significa que soy opositor o que apoyo a la MUD, no señor, estoy totalmente en contra de ellos, y nunca los apoyaré en nada. Apoyo la Revolución de Chávez, y si hay que protegerla al denunciar elementos destructivos internos, lo haré, y lo hago.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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