Venezuela 2035-50

Antonio Francés (España, 1944-Venezuela, 2008) conocido analista de la historia inmediata venezolana,  como parte de una contribución  sistemática y hasta académica a la comunidad empresarial o de tomadores de decisiones e inversionistas,  con fines de que pudieran comprender adecuadamente  el entorno donde las empresas desarrollan su accionar. También fue experto en el diseño de juegos de escenarios futuros. Ello de acuerdo al comportamiento de variables intervinientes en el presente que dibujan tendencias.

No por nada fue El Dr. Antonio Francés fue uno de los fundadores del IESA hacia los años de la década de 1980. Si no nos equivocamos. En su  libro “Venezuela posible” (Ediciones IESA. Caracas. 1999) destaca la importancia de proyectar el comportamiento del país y sus organizaciones en el mediano y largo plazo. Por ejemplo, prever cómo será Venezuela en el 2035 o 50, por decir algo, ya que como dice el lugar común, lo que se haga en el presente se proyecta en el futuro. Suponemos que los líderes actuales son conscientes de esa situación, por eso importa tanto quien dirija los destinos de la nación y sus organizaciones empresariales y las instituciones públicas.   

Es un texto interesante donde su autor realiza una lectura crítica de la historia contemporánea de nuestro país desde las perspectivas  liberales. Aquellas tan en boga en las décadas finales del siglo xx que propugnaban y que aún siguen  en ese empeño, MUD mediante o sus adláteres,  las bondades del libre mercado, la competitividad y la calidad total.

Otras teorías de largo alcance discurren, además, sobre los liderazgos corporativos que trazan proyectos a largo plazo. Por eso pareciera que  poco importa quién sea el presidente del Estado-Nación, pero no es así.  Pues lo importante es que quien esté en el Ejecutivo garantice el logro de sus objetivos estratégicos en el tiempo de la mediana y larga duración, de donde se tiene que conviene considerar alguno de esos aspectos.

Esto es, que más allá de las características de la coyuntura actual es muy importante pensar y actuar en función de cómo se va a proyectar el presente en el futuro. Diseñar políticas públicas  que atiendan los asuntos nodales, que no son conchas de ajos, pues.
 Se presenta de allí entonces una disputa entre lo que el Profesor francés da en llamar el liderazgo corporativo-profesional y los liderazgos carismáticos individuales; que  son caracterizados como típicos del caudillismo y el populismo, Perón, Fidel Castro, Chávez, entre otros, habría que agregar. Eso que también Carlos Rangel (Caracas, Venezuela, 1929-idem, 1988) diera en llamar “El tercermundismo” (Monte Ávila Editores. Caracas. 1982).

Más allá que se compartan o no las apreciaciones del referido autor en este u otros tantos libros suyos, (más lo segundo que lo primero), lo importante es comprender que el futuro de Venezuela está en relación a lo que se haga hoy (con perdón de Perogrullo);  pues como cosa natural el presente   se proyecta en el futuro; sobre lo cual sería cuestión de emprender un trabajo de largo aliento para describir y comprender la historia de las ideas a lo largo de uno o dos lustros.

En el marco de lo que algunos han dado en llamar “la década perdida” de 1980 y 90, el liberalismo hizo parte importante de las ideas y modelos mentales bajo los cuales operaron las organizaciones empresariales e instituciones del Estado; muy exitosos, por cierto. Según dicen. Pero que adolecían o adolecen de la práctica concreta de la responsabilidad social empresarial. También llamada RSE. Algo así como el antiguo Dividendo Voluntario para la Comunidad, que al parecer llevó a la práctica ciertas iniciativas interesantes.

Por cierto, en la entrevista a la expresidenta de Argentina Dra. Cristina Fernández, transmitida por VTV el lunes 25 de junio de 2016, aludió ese espinoso  asunto de los liderazgos corporativos y si no recordamos mal los definió como eso que son: las corporaciones privadas son las que imponen los lineamientos al Ejecutivo, de tal suerte que un presidente negro como el actual de Estados Unidos termine siendo una especie de ente controlado y sin mayor autonomía de acción por los pesos y contrapesos formales y no formales del Estado-Nación Norteamericano, así poco importa quién sea la figura que esté allí. En Venezuela, en cambio, sí nos importa quien esté allí, por eso yo defiendo a la Revolución Bolivariana… Y Ud., también, como dice el Dr. Luís Brito García en su spot de VTV, por cierto. 



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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