Reflexiones ingenuas: "Por más que se tongoneen..."

La teoría de la objetividad, o neutralidad científica, concebida por el positivismo científico, fue derrumbada por las posiciones científicas que demostraron “que la pretendida objetividad o neutralidad es una falacia, ya que en el proceso de investigación el factor humano interviene de manera determinante por diversos aspectos, entre ellos la imposibilidad de aislar los componentes personales del investigador así como las limitaciones propias que impiden interpretar el objeto en forma aislada”. Esta premisa vale, tanto para las ciencias duras como para las ciencias del comportamiento, siendo estas últimas más susceptibles que la interpretación humana contamine tal objetividad o neutralidad”.

La posición de la neutralidad científica es una concepción burguesa de la ciencia la cual prela al conocimiento científico sobre otros tipos de conocimientos basándose en la pretendida capacidad del mismo, por la utilización de instrumentos que permiten estudiar al objeto totalmente y hacer experimentaciones cuantitativamente comprobables a fin de hacer predicciones exactas.

La objetividad burguesa se extrapola a otras actividades, en especial la ciencia de la información que pretende captar al fenómeno en toda su extensión y explicarlo tal cual ocurre en la realidad, de ahí la pretendida neutralidad de los medios de información al presentar escenas, comentarios, noticias sobre algún suceso de carácter social al hacer el análisis de dicho fenómeno.

Por esa razón, los medios burgueses condimentan, sazonan las noticias propias y extrañas informándolas  de acuerdo a sus intereses  a fin de ideologizar, convencer a los usuarios de la verdad de sus afirmaciones.
Esta tendencia permite que el espectador crítico haga análisis depuradoras de los contenidos tendenciosos, los mensajes subliminales, así como las intenciones de emisor.

En el caso de la situación venezolana, los últimos acontecimientos se vieron preñados de dicha presentación intencional. Incluso los informativos “pretendidos críticos de izquierda” colocaron fotos de los “sucesos” y  análisis con el dejo de la interpretación objetiva, pero subliminalmente mostraron su inclinación por las demandas de la MUD en cuanto a la realización del referéndum, e incluso del golpe de estado en curso.

En situaciones de este tipo vale el dicho “Por más que se tongoneen siempre se le ve el bojote” ya que muchos se proclaman revolucionarios, pero sus intereses de derecha se ven a lo lejos y tal como la tos, son difícil esconderlos”.
Hasta la victoria siempre. Venceremos

 

carrodcas@gmail.com



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Carlos M. Rodríguez C.

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

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