De traidores

Aunque previsible, llamó la atención el disgusto que dentro de un sector del chavismo suscitó el encuentro que tuvo Juan Barreto con Lilian Tintori, quienes no tuvieron inconveniente en conversar cívicamente y dentro de los límites de la convivencia democrática y la Constitución. Como consecuencia, dicho  sector se apresuró a calificarlo de traidor a la revolución y al socialismo que, como ya se sabe, no existen en Venezuela. El asunto  ya fue explicado satisfactoriamente por Vladimir Villegas y, al menos de ese episodio, la historia parece que absolverá a Barreto.

A consecuencia de este notable encuentro la alarma cundió y –casi tan rápido como se vacía un anaquel y sin que el Gobierno lo pueda impedir– Diosdado declaró que  el pueblo chavista no está autorizado para reunirse con dirigentes de partidos opositores y pidió que quien sepa de estas reuniones de aviso a los jefes de la organización política. Además recomendó al pueblo chavista estar pendiente y avisarle quienes andan reuniéndose por ahí silvestremente y  sin la autorización del partido. Me acordé entonces de Ameliach y del famoso teléfono y correo que serviría para denunciar a los infiltrados, es decir a los traidores, para que no contaminaran la marcha de la “revolución socialista”.

Aparte de Juan Barreto, para la cúpula del ya paranoico PSUV parece que hay mas traidores e infiltrados; los sienten que  están por todas partes echando a perder la obra de Gobierno. Según la misma,  el portal APORREA es medio traidora, los críticos trasnochados que allí escriben también son traidores, Marea Socialista igual y de esa taxonomía no se salvaron en su momento quienes se negaron a votar por los diputados a la AN postulados por el oficialismo. En los primeros días del duelo post 6D algunas voces emblemáticas de ese mundo culparon de falta de conciencia y de traición a los quienes se abstuvieron y reprobaron duramente el rumbo del PROCESO y sus desviaciones de la revolución y el socialismo.

Precisamente de esto último, de las desviaciones del PROCESO que nunca apuntó ni al socialismo y a la revolución, ¿a quienes reclamar por este desvío histórico? Barreto desde hace tiempo que no forma parte del Gobierno chavista, Marea Socialista, Gonzalo Gómez  y Nicmer Evans tampoco. Si el camino de desvió no será por culpa de los escribidores trasnochados que escriben en las páginas de Aporrea. Los votos que no se lograron se deben a la ineficacia del Gobierno y no a la crítica de los guerreros del teclado. Dentro de las esferas del gobierno de Hugo Chávez y del propio Presidente Maduro hubo y hay de malo y de bueno. Creo que los traidores habría que buscarlos también en los entornos de esos gobiernos si las soluciones que el país reclama en estos momentos cruciales dependieran de la detección y señalamientos de los traidores en la izquierda. Pero no es así, el país requiere urgentemente diálogo y verdaderos estadistas dispuestos a sacrificar privilegios en función del interés nacional.

El Gobierno debería aceptar que la oposición con la cual debe entablar el diálogo no es solo la MUD y el gobierno de los Estados Unidos que solo quieren hacer negocio con la riqueza natural de Venezuela. Afortunadamente, del agujero negro de la polarización que alimentan Gobierno y oposición comienza a perfilarse otra oposición que reclama un cambio de rumbo sin negociar la soberanía con Obama, Donald Trump o Hilary Clinton.



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Oscar Henrrique Fuenmayor Quintero

Licenciado en Educación, mención Matemática y Física, Universidad del Zulia.

 oscar.fmyor@gmail.com

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