Las medidas de Maduro

Existe una gran preocupación en la colectividad, incluyendo a revolucionarios, por la espiral saboteadora, acaparadora, especulativa e inflacionaria que se viene agravando en este 2016 y cuya intensidad crece desmesuradamente, sin contemplación alguna de parte de los importadores, industriales y comerciantes a todos los niveles, desde los mayoristas hasta el detallista en un supermercado, abasto, bodega farmacia, quincalla, ferretería, carnicería, pescadería barbería, peluquería, librería, papelería, etc.

Esta situación anómala perfora el presupuesto familiar y lleva a la comunidad a niveles alto de desesperación al sentir menguado sus ingresos, sin poder satisfacer las necesidades habituales, especialmente cuando se tienen niños pequeños, ancianos y personas con discapacidad.

Muchos piensan que a esto se le ha dado mucha larga, que desde el comienzo se ha debido actuar con la fuerza del Estado obligando a los grandes monopolios a normalizar los precios, incrementar la producción, normalizar las presentaciones, y regularizar la distribución a fuerza de multas, detenciones, intervenciones forzadas de empresas y nacionalización de algunas de ellas, incluso eran las medidas que ellos esperaban se les aplicara sin embargo, no fue así y se quedaron como pajarito en grama, viendo para los lados sin entender que pasa.  
El Ché Guevara dijo en su momento “no podemos construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”

Los correctivos antes mencionados los aplicó el neoliberalismo puntofijista por décadas para sancionar o sacar de circulación a un transgresor de sus propias entrañas que jugaba en contra de los grandes monopolios pero nunca se aplicaron para corregir los entuertos que ellos mismo promovieron, incluso, los llego a utilizar el mismo Presidente Maduro en la intervención de varios comercios dedicados a la  venta de electrodomésticos entre ellos la famosa cadena DAKA sin resultados satisfactorio.

De haberse insistido en aplicar las recetas punitivas de la burguesía, (las armas melladas del capitalismo), nos hubiésemos quedado estancados como el agua en un pozo, ellos hubiesen continuado especulando y pagando multas, presos y a los días sueltos por el derecho a ser juzgado en libertad y las dificultades jurídicas para demostrar responsabilidades en un encadenamiento de entuertos donde hay responsables en cada eslabón, locales cerrados por un máximo de 48 horas porque, en primer lugar, así lo establecía la ley que no debe ser violada por un gobierno socialista auténtico y en segundo lugar por las faltas de pruebas jurídicas concluyentes que justificaran su cierre definitivo.  

En cambio y a favor de ellos, la represión del estado era, es y seguirá siendo un argumento favorable a la burguesía para acusar nacional e internacionalmente al Gobierno Revolucionario de REPRESOR, DICTATORIAL, HEGEMÓNICO Y TRANSGRESOR DE LAS LEYES DEL

LIBRE MERCADO.

Había que buscar entonces estrategias dentro de los marcos del socialismo para revertir esta pesadilla y lograr arrebatar a la oligarquía, parcial o totalmente, los mecanismos de distribución y comercialización de mercancías, única alternativa para salir definitivamente y para siempre de esta pesadilla. Por esa vía es que ha estado y está transitando el Presidente Nicolás Maduro junto con su equipo de gobierno y muy buenos asesores de países amigos.  

La problemática es complicada, no es fácil. El poder financiero, industrial y comercial que la  burguesía criolla acumuló durante casi 200 años ha conformado un entramado sólido y complejo en estos segmentos de la economía que no se derrumba de la noche a la mañana.

Lo que si debemos tener claro, sin alterar el juicio y la sindéresis, es que en la medida en que reconozcamos la dimensión del problema, su origen, sus autores, las intenciones y el objetivo final que persiguen, tendremos éxito si y solo si apoyamos, sin demora ni condicionamiento, las políticas del Gobierno Revolucionario articuladas para combatir este flagelo como única alternativa efectiva dentro del campo socialista, creando un sistema financiero, industrial y comercial mas amigable con la comunidad, que si bien, podrá ser o no único, al menos le quite el monopolio exclusivo a la burguesía parasitaria en la importación de materias primas y productos terminados, fabricación nacional de alimentos de la dista básica, fabricación e importación de fármacos, fabricación de productos básicos del hogar y uso personal.

Lo contrario, atribuirle la culpa de todo a la Revolución y pensar que el Presidente Maduro no está haciendo nada por resolver el problema, nos conducirá al desastre final con un triunfo inevitable de la derecha maltrecha y consecuencialmente la intromisión inmediata del imperio yanqui en nuestros asuntos domésticos con la seguridad plena como la luna llena de que, a partir de ese momento no habrá paz para el pobre y la clase media baja venezolana que se verán sometidas a los mas feroces ataques sin penas ni contemplaciones. Ejemplos? Sobran.   

Se acabarán las colas pues no tendrán dinero para comprar nada al no tener trabajo y de tenerlo, el exiguo sueldo que devengarán les limitará a adquirir lo mínimo necesario.

Todos los beneficios contractuales del trabajador y la trabajadora conseguidos en Revolución por sus luchas en las discusiones de la contratación colectiva y especialmente por lo contemplado en la Ley del Trabajo, tales como: bono de alimentación, primas por hijo, primas por parto, bono vacacional, bono navideño, permiso remunerado pre y postparto, primas por productividad, pagos de horas extras, pagos dobles en días feriados y triples en días feriados festivos, etc., se irán desmontando progresivamente o serán  escamoteados al trabajador.  

Con el pasar de unos pocos años, cuando se sientan consolidado en los ámbitos: político, económico y militar, el pago por jornada será sustituido por el pago horario, por lo que toda la masa trabajadora será contratada las horas mínimas necesaria para desempeñar una determinada labor. Por ejemplo si para limpiar un local se estiman  cuatro horas por jornada, usted sería contratado por cuatro horas diarias.

El trabajo de cajera en un supermercado se contrataría por turno de trabajo de 6 horas. Los cajeros de bancos sería contratados por turnos de 4 horas. Lo maestros de escuela por turnos de 5 horas y los profesores de liceos y universidades por turnos que irían de 1 a 4 horas dependiendo de la materia, los obreros fabriles y de la construcción en turnos de 6 horas, los obreros agrícolas por “tareas” encomendadas, etc.

Este cambio en el salario conducirá a muchos trabajadores a buscar dos o tres empleos al día para poder compensar en algo sus gastos lo que lo llevaría a un corre y corre diario de un sitio a otro de la ciudad en metro, bus, mototáxi o a pié. Esta situación es común en la tierra gringa razón por la que vemos sus calles permanentemente ocupadas por ingentes muchedumbres que caminan apresuradas porque salen de un trabajo para llegar pronto al otro.

Los contratos colectivos irán siendo eliminados a su vencimiento como consecuencia del cambio de la jornada de trabajo.
Volverán los supermercados a ser de uso exclusivo de la clase media y alta por cuanto los elevados precios de los productos impedirá el derecho de admisión al pobre.

Las grandes cadenas de supermercados florecerán nuevamente y se impondrán en esa línea de comercio por cuanto los pequeños supermercados, especialmente los ubicados en urbanizaciones de clase media baja y en los barrios quebraran y tendrán que cerrar debido a precios de productos tan elevado y un poder adquisitivo tan menguado que les imposibilitará comprar en esos comercios.

Resurgirán las bodegas de barrios con ventas de presentaciones de bajo contenido para facilitar al humilde trabajador su “derecho” a la vida.

Por ejemplo, en Colombia, Hondura, Guatemala y sur de Méjico se venden producto como: café, azúcar arroz, granos y harinas, muchas veces contaminados y adulterados, en la llamada «papeleta» una presentación “económica” con un contenido neto de 50 y 100 gr. Pero hay más, es normal también adquirir en tarantines callejeros y bodeguitas de barrio media cebolla, medio tomate, medio plátano por ejemplo y la otra mitad se lo  llevará otro menesteroso que venga más atrás y si no, se guarda para el día siguiente cuando medio descompuesto se vende con descuento y hay quien lo compre.  

Florecerán de nuevo los hurgadores de basuras en la vía pública en busca de restos de comida preparada o frutos y hortalizas con partes aún comestibles a los cuales se les retira lo dañado para reunir una porción que sirva para preparar una comida que mitigue el hambre del día.  

Renacerán las ventas de ropa usada y los zapateros remendones para remediar los elevadísimos precios que alcanzarían esas vestimentas nuevas, impagables  para un pobre de solemnidad.

Reaparecerán los niños de la calle “cuidando carro”, los huele pegas y los vikingos con “carterita” de ron en una mano y su cama de cartón bajo el brazo,   

Se acabará “el rebusque” del pueblo con la venta de empanadas, café, dulces, galleticas, caramelos y otras chucherías que se venden en una mesa o un tarantín frente a la casa o en una esquina, pues se impondrá el criterio burgués del “orden comercial” en donde, para vender alimentos en la vía publica se necesita disponer de un local, registro de comercio, permiso sanitario y otros trámites burocráticos que lo que busca sencillamente es “ordenar” el paisaje sacando de la vía pública a tantos tarantines horribles e insalubres que “afean la ciudad”.

Los camiones que se paran a un lado de las calles de nuestras ciudades para vender plátano, patillas, jugo de naranja, huevos y hortalizas serian sacados de circulación por las mismas razones señaladas en el punto anterior.   

El desempleado, jubilado o pensionado con carro propio que necesite hacerse de un dinero para llevar algo de comer a su casa o que aspire mejorar sus ingresos para ayudarse en los elevados gastos médicos suyos y de su pareja no podrá ahora salir a la calle a taxiar, es decir recoger pasajeros porque la burguesía monopolizadora en su “orden social” se lo prohíbe pues para desarrollar esa actividad comercial es necesario disponer de un vehículo nuevo, registrado en el Ministerio de Transporte como taxi, con placas especiales, logos de identificación, de un color llamativo y uniforme para todos que permitan identificarlos a distancia, (en Nueva York son todos amarillos), taxímetro, radiotransmisor, uniforme, gorra y dotado de un carnet visible al público usuario como medida de “seguridad”.

Las mototáxi serán prohibidas por razones de seguridad. La mayoría de los mototaxista a juicio de la derecha maltrecha son malandros, atracadores,  secuestradores y asesinos por encargo por lo que serían sacados de circulación además, consideran el servicio de taxi en motos riesgoso para los usuarios por lo accidentes frecuentes con estos vehículos.         

Los comerciantes asiáticos serán deportados poco a poco pues la burguesía criolla discrimina a la comunidad asiática a la que considera rezagada pero además, muchos dirigentes políticos y empresariales sostienen la tesis de que mas de 300.000 hombres jóvenes provenientes de la China continental, Vietnam, Laos y Corea del Sur actualmente en nuestro país representan un ejercito encubierto en espera de instrucciones y armas para actuar en defensa de la Revolución Bolivariana. Estiman que en un lapso de cinco (5) años, de asumir ellos el poder, queden unos pocos seleccionados por condiciones económicas y nivel de compromiso. A partir de esa decisión los chinos que conviven con nuestro pueblo en barrios y caseríos de nuestra querida Venezuela serán perseguidos y deportados sin contemplación.
Los metros y los servicios de transporte con autobuses yutong pasarán a ser de uso exclusivo de la clase media por cuanto el precio de los pasajes hará muy oneroso este servicio para el pueblo trabajador

Los mecánicos de calle, tan frecuentes en nuestra Revolución, aquellos que reparan vehículos en el frente de su casa, recostados a la acera de un paredón o en una calle ciega, con lo cual consiguen resolver su economía doméstica y a su vez representan una solución para los trabajadores que viven del 15 y último también desaparecerían pues por lo ya dicho del “orden comercial” deben disponer de un local apropiado, con registro de comercio, cursos de mecánica automotriz, dotación de herramientas y equipos mínimos necesarios para garantizar una excelente reparación, y vestirse con una braga apropiada para el trabajo mecánico.

La educación se privatizará en todos sus niveles, En primaria habrá que pagar una cuota de inscripción que estimada al tiempo actual no bajaría de 10.000 Bs., en secundaria 50.000 y en las universidades sería variable de acuerdo a la carrera pero en general se estimaría en 200.000 Bs por semestre.

La salud correría el mismo camino por lo que los servicios médicos en los CDI, Ambulatorios, sillones de odontología, SRI y CAT, serían valorados a una tarifa menor a los centros privados como una “beneficio al pueblo pobre”.
Instalarán a la entrada de sus lujosos centros comerciales y negocios de “prestigio” las placas colocadas a la entrada con la frase “SE RESERVA EL DERECHO DE ADMISIÓN” y por lo tanto sacaran a la “chusma” de los grandes Centros Comerciales a donde asisten gracias a Chávez pero con la intolerancia, hasta hoy, de los propietarios e inquilinos. La vigilancia privada será instruida para no dejar pasar a chancletuos y mal vestidos.
Esta la deje de último:

La persecución de chavistas será inmisericorde. No tendrán piedad de nosotros, seremos perseguidos como delincuente. Los grandes líderes serán desterrados, encarcelados, desaparecidos o asesinados. Los líderes locales identificados, reprimidos y controlados y la gran masa de chavistas, entre los que me ubico, castigados con la eliminación de beneficios tales como: becas, cursos, ayudas médicas, ayudas sociales, pensiones, jubilaciones, alimentos subsidiados, medicamentos gratis o subsidiados, etc., sin aviso y sin protesto. Los activistas y sindicalistas que trabajen en la administración pública y en la empresa privada serán botados sin beneficio alguno y los chavistas pasivos deberán guardar silencio sepulcral so pena de seguir el mismo destino.      

Cuando nuestros descendientes vivan en ese infierno del cual les será difícil salir y en el cual los enterrarán por siglos, recordarán tardíamente las palabras de Neruda referidas en el “Canto a Bolívar” cuando Bolívar responde despierto cada cien años cuando despierta el pueblo y nos recriminarán por dejar perder esta oportunidad. Lamentablemente  ya será tarde y tendrán que pasar varias generaciones para volver a experimentar.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA, una de las últimas proclamas del Presidente Eterno Comandante Hugo Chávez tiene una enorme vigencia en estos días de compromiso revolucionario.    

 

romeroalberto73@yahoo.com



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