Acciones fascistas en un período histórico de transición al socialismo

Para hablar de un término como el fascismo, no resulta sencillo, no solo por lo polémico sino por las eventuales transformaciones de cada rincón del planeta, que condicionaría las características de un fascismo endógeno; cada país con sus peculiaridades, su cultura y costumbres, su religión, su etnia, su autenticidad, resultan a su vez un reto para los laboratorios transnacionales e imperiales que buscan desmedidamente instaurar desde afuera regímenes fascistas apegados a sus intereses y por consiguiente a los intereses del capital.

Trayendo a colación la cara que dio a conocer el fascismo en el mundo, representado por su creador Benito Mussolini, durante su dictadura desde los años 1922 hasta 1945 en Italia, su trascendencia y adopción ideológica por la Alemania Nazi de Adolf Hitler y sus diferentes manifestaciones que lo han hecho evolucionar o mejor dicho mutar a través de los años; recordando brevemente expresiones importadas concretas del fascismo, ejecutadas en los últimos tiempos en contra de la República Bolivariana de Venezuela, manifestadas más recientemente con la Declaración de éste territorio de paz como "amenaza" para la Seguridad Nacional de Los EEUU; una visión de los escenarios de Guerra de Cuarta Generación como las estrategias de ofensiva que irrespetan la soberanía y autodeterminación de los pueblos del mundo bajo las pretensiones imperiales de dominación y globalización.

Tal como lo menciona Luis Navarrete Orta en "El Fascismo, vanguardia extremista del capitalismo" (2013), "el fascismo… es un modo, un estilo de ejercer el poder y es también, por supuesto, un modo de hacer política…", y en su proceso de reconocimiento se identifican diferentes clasificaciones: la primera clasificación, quizás la cara más visible y evidente que caracterizó a los regímenes radicales del corporativismo mussoliniano y el nacionalsocialismo nazi, ambos regímenes autoritarios, totalitarios e imperiales, los cuales instauraron su liderazgo mediante la violencia e intolerancia entre clases logrando la sumisión de algunos sectores por miedo y la aceptación de otros sectores identificados con las ideas de supremacía. La segunda clasificación, enmarcarían a los partidos fascistas emergentes durante y después de la Segunda Guerra Mundial que intentaron como alternativa llegar al poder democráticamente, partiendo del crecimiento económico, industrial y al pseudo éxito de la Alemania Nazi, así como también, enmarcarían los regímenes o gobiernos que, a partir de ideas antidemocráticas, violan sistemáticamente los derechos humanos y ejercen el poder mediante la aplicación de prácticas terroristas, restando progresivamente la participación de todos los sectores de la sociedad.

Retomando el escenario desarrollado en la Segunda Guerra Mundial y la postguerra, en donde las grandes potencias victoriosas de dicha guerra sacaron provecho de las tecnologías y del capital humano científico para potenciar sus propias tecnologías armamentistas y aquellas que los llevaron años después a la "Carrera Espacial" y a desarrollar la tecnología nuclear, gracias a los aportes científicos del judío alemán Albert Einstein, nacionalizado posteriormente estadounidense, entre otros. De igual forma, nos hace pensar, que dichas potencias de talante imperial, se empoderaron de las prácticas fascistas de los regímenes derrocados, para luego estudiarlos detenidamente y desarrollar formas mixtas a través de los años, estudiándolos en "laboratorios" financiados por las grandes industrias y transnacionales, auspiciados por gobiernos de derecha, de principios capitalistas y pro-imperiales; y así ejecutar estas prácticas en el arte de la dominación a los países que ellos mismos denominaron "del tercer mundo", en especial a los países de América Latina y El Caribe, los cuales acuñaron despectivamente como "el patio trasero de los EEUU".

Resultando curioso además los conceptos de Guerra de Cuarta Generación a finales de los 80´ publicados por William Lind y cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, en el documento "El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación", cuya casual aparición coincide con el resurgimiento del mostro neoliberal en la política, en particular en el gobierno de Venezuela a partir de 1989. Una metodología que busca tal como lo menciona (Rivas, P. 2013,42) "el propósito de esta guerra es quebrantar el sentimiento filial, segmentar grupos sociales y anular los vínculos que una nación necesita para su integración".

Una mutación del fascismo relativamente más contemporánea, la representan las grandes industrias y transnacionales (armamentistas, energéticas, tecnológicas, alimentarias y otras), que con la ambición más desmedida por el capital económico, se alía con las potencias de talante imperial con el fin de sabotear o menguar, directa o indirectamente el crecimiento de los pueblos pro-socialistas, en especial aquellos que por naturaleza divina cuentan con los recursos minerales, energéticos, acuíferos y otros que son esenciales para la vida y para la continuidad de los proyectos de globalización emprendidos por las grandes potencias.

Para el fascismo, prelan los intereses económicos, políticos y de poder, antes que los humanitarios, sociales, axiológicos y de respeto a las diferentes formas de vida, es tan así, que la gran mayoría de proyectos ejecutados por el mercado capitalista en general se basan en estudios de rentabilidad económica, muy pocos son los que muestran preocupación por el impacto ambiental que dichos proyectos pudieran generar.

Resulta entonces, un problema semántico definir al fascismo, conociendo que la realidad en cada país es tan peculiar, conllevando a diferentes escenarios; que gobiernos imperiales han hecho esfuerzos durante años por desarrollar estas formas mixtas; es preciso y necesario establecer las relaciones y vínculos con el fin de reconocer las diferentes y mutadas expresiones del fascismo, desde sus formas más evidentes hasta las más imperceptibles pero no menos significantes. Es así que se hace imprescindible identificar estas prácticas que sutilmente coadyuvan a la dominación (dirigida desde afuera) que buscan los gobiernos imperiales y el aparato transnacional capitalista, incluyendo las diversas "formas de discriminación étnico-racial de los pueblos indígenas, racismos de todo calibre, populismos de derecha y, en fin, todas las familias ideológicas de derecha y ultraderecha para diseminar un nuevo sentido común profundamente marcado por el regreso del monstruo fascista", tal como lo expresa Juan Barreto, en el libro "Fascismo, el rostro oculto de la oposición venezolana", denominado por el autor como microfascismo. Esto permite reclasificar, una vez más, la forma de ver al fascismo separándolo en tres grupos; el microfascismo, el fascismo originario o tradicional y el fascismo transnacional o de cuarta generación.

Amplificando esta denominación de microfascismo y conjugándolo con la expresión hegemónica del capitalismo, se puede vincular con las diversas manifestaciones de racismo, intolerancia de géneros, religión, agresiones psicológicas, morales y físicas en algunos casos, que degradan progresivamente a la sociedad, que son expresadas en diversas formas de "bullying" como anglicismo, en rechazo de quien usa determinadas marcas, usa determinados artículos, tiene o no tiene determinada cosa que sería suficiente para ser excluido de un grupo, prácticas eminentemente materialistas y capitalistas, así como también el hostigamiento continuado a las personas que por una razón u otra no "caminan al margen de lo que la publicidad capitalista y mercantilista permite o los hace estar a la moda", es aquí donde obtiene su título fascista, al degradar a la persona humana; en otro ámbito, se alcanza un escenario en donde se considera peyorativo tener idearios contrarios a los principios del capital, denominándolos "pat´ensuelo", u otras expresiones humillantes. Rememorando el desprecio que caracterizó a la Alemania Nazi hacia los judíos, bajo la estela de la conservación y supremacía de la raza aria.

Ahora, el fascismo originario o tradicional, el cual, es la expresión más clara que se vive en la actualidad, es perpetrado por los representantes de la oposición venezolana, quienes expresan abiertamente su odio, o como lo mencionó el ciudadano Henrique Capriles Radonski "su arrechera", la cual drenan de forma violenta e irracional, que de manera irresponsable lideran grupos radicales con escasos valores de respeto a la vida humana, a la ciudadanía y a la tolerancia, ocasionando en estos tiempos enfrentamientos entre sectores de la sociedad solo por pensar diferente. Acaso manifestaciones ofensivas verbales, de irrespeto y desprecio de un sector de la sociedad que indudablemente piensa diferente y que son llamados por ellos "hordas chavistas" de manera despectiva, acaso la paralización petrolera liderada por una cúpula gerencial apátrida que trajo tanta pérdida económica al país, acaso la planificación y ejecución de las "guarimbas" de febrero de 2014, que trajo consigo lamentables pérdidas humanas, entre tantos otros ejemplos, no son las muestras más claras de los principios ideológicos fascistas de estos grupos opositores radicales…?¡

El Fascismo Transnacional o de Cuarta Generación, es probablemente la forma del fascismo más compleja o más elaborada, en donde se unen los factores transnacionales de mercado, la extrema derecha radical capitalista de talante imperial (desde el exterior) así como los núcleos opositores en el país con ambición de poder y con los mismos valores de aquellos quienes los financian, sumándose también el aparato comunicacional y las formas de fascismo "importados" tales como el sicariato, el paramilitarismo que tuvo su auge durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, como Presidente de la hermana República de Colombia en la primera década del siglo XXI y que en la actualidad se han transformado en lo que se conoce como "bandas emergentes o bandas criminales" (BACRIM), que corresponden a los intereses de extrema derecha, al mercado negro, al narcotráfico, entre otros. Resulta notablemente complejo tan solo pensar como el entramado macabro de todos estos actores, de un origen tan diverso uno con otro, ejercen su accionar en contra del proceso que se inició en Venezuela a partir del año 1999 bajo el liderazgo del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y que hoy continua el Presidente Nicolás Maduro Moros, de postura de izquierda y pro-socialista. En todo caso, la mejor manera de derrotar al fascismo es ganar la batalla de las ideas; tal como lo menciona Luis Navarrete Orta, considerando que este escenario nos hace imaginarnos una guerra asimétrica, en donde nos toca identificar todas estas formas mixtas de fascismo para poder neutralizarlas y ganar las batallas actuales y las que quedan por venir.

Los medios audiovisuales y comunicacionales juegan un papel muy importante en las batallas de cuarta generación, si analizamos un poco las películas estadounidenses, no hay ninguna en la que se omita su bandera nacional ondeando en una o varias de sus escenas, o el himno nacional de fondo, u otro símbolo característico, que si bien es un ejemplo de "patriotismo" digno de ser emulado, va cavando en las mentes más débiles de las personas en los países consumistas de todo este mercado, al igual como ocurre con los incesantes bombardeos subliminales de Adidas, Nike, Pepsi, entre otras, que poco a poco se van mesclando en la vida diaria de las personas en los países en desarrollo y pueblos originarios provocando su transculturización. Hasta este punto, pudiera no considerarse fascismo, sino como tácticas de marketing y a ego nacionalista; la trascendencia ocurre cuando se inician las prácticas microfascistas como se señalaron anteriormente, a través de "bullying" y otras manifestaciones humillantes y degradantes para el ser humano que de alguna forma los obliga a adaptarse a este medio para ser aceptado.

En el fascismo originario o tradicional, es distinguida fácilmente la cultura que los identifica, la cultura de la muerte, por su aspecto literal en donde se manifiestan abiertamente las expresiones de odio, con fusilamiento de aquellos que son catalogados traidores, con las tácticas de represión y ejecución del enemigo, con el fin de sembrar el miedo e instaurar su poder; en el microfascismo, es un poco más en el aspecto figurado, ya que la muerte es ocasionada a la cultura natural de los pueblos originarios, a la autodeterminación, al derecho de autenticidad de los hombres, al autoestima y a la dignidad de las personas. En el fascismo transnacional o de cuarta generación es una combinación de ambas. Las prácticas fascistas son la alternativa desesperada del capitalismo por intentar sentar sus bases; siendo en esta situación donde el fascismo es capaz de mostrar su rostro más nefasto.

Para León Trotsky "el auge de un movimiento fascista de masas constituye una especie de institucionalización de la guerra civil en la que, no obstante, ambas partes tienen objetivamente una oportunidad de vencer", es a este escenario, que los gobiernos pro-socialistas deben evitar a toda costa. Actualmente, los laboratorios fascistas, dirigen diferentes estrategias a fin de enmascarar los libretos para la desestabilización de los pueblos en vías del desarrollo, tal como fue comentado, en especial aquellos que cuentan con tantos recursos naturales de interés para el hambriento monstruo del fascismo imperial, capitalista y transnacional. El fascismo entonces, es la respuesta alternativa y desesperada por instaurar la hegemonía del capital, en su intento de dominación, recurriendo a prácticas violentas y degradantes, en la extensión más amplia de la palabra.

Muchas de las prácticas fascistas y libretos para la desestabilización de los países en proceso de desarrollo ya se han ido identificando, lo que ha permitido que desde el área militar, seguridad y defensa, sean analizadas como guerras no convencionales, las guerras de cuarta generación, las cuales no se detienen en su afán de innovar diferentes formas de desestabilización, como las guerras comunicacionales que en muchos casos vienen desde afuera, desde la palestra internacional, desde los medios de comunicación manejados por los grandes intereses del imperialismo, que tal cual como se menciona en el libro "Fascismo, el rostro oculto de la oposición venezolana", El fascista inventa acontecimientos, crea noticias y se aprovecha de los escándalos. De igual forma como se generó de manera endógena la denominada guerra económica, caracterizada por la especulación, el desabastecimiento y las continuas campañas comunicacionales con el fin de causar incertidumbre, desasosiego y malestar en la población en general.

Se aprecia en todo esto, una complicidad de la empresa privada, que cegada por el interés del capital que le son ofrecido por las transnacionales, se prestan para conspirar e incluirse en el paquete neoliberal, sin considerar que no es al Estado al que se le hace daño propiamente sino a la sociedad en general; pensamos que para esto, la mejor cura, será la transformación de conciencias, de cada uno de los dirigentes de las grandes empresas y comenzar a trabajar unidos en pro de la humanidad. Al igual como lo expresa Jorge Dimitrov "esta lucha contra el fascismo debe llevarse a cabo simultáneamente en el campo ideológico, político y orgánico del movimiento sindical", creando y perfeccionando las políticas públicas que fortalezcan los derechos sociales y fortaleciendo las luchas de los movimientos sindicales que velan por la reivindicaciones de los sectores históricamente más desfavorecidos.

Manifestaciones "importadas" tales como el paramilitarismo a quienes se les asigna tareas específicas, evidentemente fascistas como los asesinatos selectivos, como por ejemplo concreto, el asesinato del My Eliécer Otaiza y del Diputado Robert Serra, ambos asesinados brutalmente como expresiones claras del fascismo originario y otras un poco más autóctonas, pero estimuladas desde afuera a través de las transnacionales como el acaparamiento y especulación de los productos de consumo masivo que de igual forma atenta contra los derechos de las personas, a la alimentación y al acceso a los bienes y servicios, entre tantos otros derechos que la CRBV consagra.

Tal como lo menciona Juan Barreto, "en Nuestramérica insurgente, la multitud popular que desafió abiertamente la lógica globalizadora del capitalismo neoliberal y que ha pujado por la puesta en escena del poder constituyente se enfrenta a nuevas reagrupaciones de derecha y ultraderecha", estas reagrupaciones vienen preparadas con nuevos guiones fascistas y macabros cada vez más elaborados, destinados a frenar el progreso y desarrollo soberano de los pueblos latinoamericanos… nos consuela, y al mismo tiempo nos da fortaleza pensar que los valores inalienables del socialismo de equidad, antirracismo, inclusión y respeto a la vida, son algunos de los valores que el capitalismo de ultraderecha no podrá superar jamás, por encima de la conciencia de la humanidad.

Una cara nos está mostrando el imperio del Norte, que pretende ser el director de los modelos políticos, económicos, sociales y hasta culturales de los países del mundo que ha considerado a nuestra Venezuela, una amenaza extraordinaria a su seguridad nacional, simplemente por intentar desarrollar un modelo propio, soberano, autentico y revolucionario que no se apega a los intereses esperados por ellos.

Finalmente debemos reconocer que todos estos ataques dirigidos no solo a la República Bolivariana de Venezuela sino a América Latina en general, han venido multiplicando la conciencia sublevadora de las personas que nos identificamos con un mundo de paz, de respeto por la autodeterminación de los pueblos, de lo justo, de lo solidario y de respeto a los derechos humanos. Es tan así, que se aprecia notablemente como los movimientos populares, de izquierda han ganado terreno y aceptación democrática en casi todos los países del sur.

Quizás esta valoración sea considerada en este momento como fascismoparanoica, tal como fueron consideradas las críticas al fascismo de los años 40 a los que luego se les dio importancia… quizás en un futuro próximo, esta valoración en donde se incluyen tantas formas mutadas de fascismo ya no sea considerada paranoica y pase a ser tomada en cuenta, prevista y contrarrestada.

 

Twitter: @BUSTAFAC

 

apumax80@gmail.com

Atentamente: Ptte. (GNB) Alexis Bustamante, Lcdo. Biología y Química, Maestrante en Extracción de Crudos Pesados, Doctorante en Cs. Para el Desarrollo Estratégico, Gestión de Políticas Públicas… y finalmente un ciudadano ocupado en analizar nuestra realidad y nuestras opciones!



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