El Gobierno está perdido

En una partida de ajedrez, normalmente, la destreza de los contendientes se pone a prueba. Cualquier descuido de alguno de los jugadores puede llevarlo a la derrota. Casi lo mismo ocurre en el terreno de la política. Los errores, si no se corrigen a tiempo, se pagan muy caro.

Cada momento histórico presenta sus propias dificultades. Evadirlas bajo inútiles justificaciones ha sido la constante reacción del chavismo dirigido por Maduro y Cabello. Sus errores son muy graves y por eso la contrarrevolución cada día se acerca más, victoriosa y segura, a su objetivo estratégico: hacerse del poder para exterminar al chavismo de la faz de la tierra.

El chavismo esta gravemente amenazado porque la dirección de Maduro y Cabello ha permitido, por sus manifiestas y continuadas equivocaciones y sobre todo, por sus inconsecuencias políticas e ideológicas, que la reacción desarrolle, prácticamente con absoluta libertad su táctica.

Causa perplejidad observar como este par de dirigentes no han sido capaces ni siquiera de desvelar el verdadero sentido táctico del enemigo. No entienden la naturaleza de esta guerra. Por eso, la derrota es cada día más inminente.

Por un lado, la ineptitud del gobierno para detener la ofensiva del imperialismo norteamericano, la burguesía parasitaria y lacaya venezolana y sus partidos, nos ha traído a esta trágica situación.

Por la otra cara, la inconsecuencia del presidente Maduro con la revolución antiimperialista y socialista ha sido el otro elemento decisivo que lo ha postrado. Su alianza con sectores de la burguesía es una expresión concreta de sus contradicciones ideológicas. El pacto con el enemigo histórico de la clase trabajadora, con los explotadores del pueblo, en un momento crucial como el que vivimos, no significa otra cosa que una entrega, que con seguridad nos conducirá a una capitulación.

Hay engaño y contradicción en los discursos cuando se dice que existen explotadores buenos y explotadores malos. Que existe un capitalismo salvaje y otro capitalismo que no lo es. Estas son las mentiras que justifican las políticas del gobierno de Maduro. Por eso estamos como vamos.

El capitalismo es uno solo y se funda en la explotación del hombre por el hombre, en la desaforada búsqueda de la ganancia y en el lucro individual. Todos los burgueses son explotadores porque encarnan a la clase capitalista. Si esta realidad se esconde tras la propaganda es por la deshonestidad de un gobierno que no ha tenido verdaderas intensiones de hacer una autentica revolución socialista.

El capitalismo vive una crisis estructural que pone en evidencia que dentro de sus límites no será posible construir una sociedad libre, justa, desarrollada y humana.

El atraso en el desarrollo de nuestras fuerzas productivas está íntimamente relacionado con nuestra estructura económica. Es de naturaleza capitalista dependiente, montada sobre un extractivismo ramplón, impuesto por las potencias imperialistas dentro del marco de la división internacional del trabajo. En este contexto, no podremos transformarlas y desarrollarlas de manera diversificada; a menos que antes nos liberemos de este sistema oprobioso. Pero, para hacerlo será necesario romper con todas aquellas prácticas que lo fortalecen y que impiden el advenimiento de una sociedad post capitalista.

Entre éstas, destaca el incongruente discurso antiimperialista del gobierno de Maduro con su abyección dependiente hacia los monopolios nacionales y transnacionales. Que la adquisición de alimentos, productos de higiene y medicinas requeridos por la población venezolana dependa de empresas como la Polar y de transnacionales como la Procter Gamble y la Pfizer, etc., es un verdadero contrasentido.

¿Como entender que se le hayan entregado durante varios años ingentes masas de dolares preferenciales a empresas que todo el mundo sabe que están detrás del boicot contra el gobierno? Serías un perfecto idiota si le das a tus enemigos poder de fuego para que te destruya. Pues bien, eso es lo que ha estado haciendo el gobierno de Maduro. Ha estado cavando su propia tumba.

Empero esta conducta, no es el mismo proceder cándido de aquel vice que reguló unos precios para el cartón de huevos engañado por unos empresarios, que con esta broma gozaron un bolón. No. Esta conducta es consecuencia de la verdadera ideología que prevalece en el gobierno.

Si Chávez estuviera entre nosotros, por supuesto que tendríamos otra situación. Porque no hubiese permitido el despliegue de la ofensiva contrarrevolucionaria. La habría parado con una contraofensiva revolucionaria, que hubiese contemplado, sin dudas, la expropiación de todas las empresas comprometidas con el complot, empezando por la Polar.

Pero Maduro no es Chávez, obviamente. No ha hecho lo que hubiese hecho Chávez porque sus ideologías son contrarias. Maduro, muy a pesar de su "discurso socialista", no cree realmente en el socialismo. Piensa, como todo buen socialdemócrata que el capitalismo es la mejor opción para la clase trabajadora. Por eso no se ha atrevido a contraatacar a la burguesía. Más bien le ha lanzado puentes para la conciliación. No acepta que la burguesía no lo quiere y que llegado el momento, la representación de ella que ahora por interés lo acompaña; no solamente lo dejara solo, sino que estará lista para clavarle un puñal.

Mientras tanto, el descontento sigue creciendo y las bases de apoyo del gobierno continúan en un proceso de deterioro, que no se ha detenido desde que Maduro asumió el poder. A estas alturas del partido, las opciones del gobierno para salir de esta debacle, son cada vez mas reducidas.

Pero no todo estará perdido si se entiende que solo el pueblo puede salvar al pueblo.

Maduro y Cabello tendrán que admitir sus errores y rectificar subordinándose a una nueva dirección colectiva del psuv, distinta a la que ahora lo dirige, porque estos camaradas no están en condiciones de seguir dirigiendo este proceso político. Estos cambios tienen que producir transformaciones inmediatas en la política económica del gobierno, haciéndola verdaderamente coherente con el planteamiento socialista y antiimperialista.

Los comités locales de abastecimiento y producción (Clap) si se despliegan por todo el país y se intensifica su presencia y eficacia en el seno de las comunidades pueden jugar un papel fundamental en el rescate de las perdidas y descontentas bases de apoyo del gobierno.

El actual empuje de la ofensiva contrarrevolucionaria esta íntimamente ligado con las recurrentes fallas políticas, ideológicas y económicas del gobierno de Maduro. Si no se admite esta verdad y se persiste obstinadamente en continuar con los yerros, el gobierno esta perdido, y de verdad, será poco lo que pueda hacer para revertir toda esta situación.

ricardovargas.rv.rv@gmail.com



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